III

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Narra: Natalia

Abrí los ojos como pude y me encontré de frente a una chica rubia con cara de pánico al verme y no pude más y cerré los ojos. Lo recuerdo como en un sueño todo, la escuchaba de fondo hablarme pero no podía reaccionar por más que quisiera, noté cómo en un par de ocasiones me abofeteaba y nada, por más que mi cerebro quisiese responder a algo mi cuerpo no me lo permitía. Escuché también como a veces esa chica que estaba luchando por mi lloraba un par de veces y decía susurrando "Quédate conmigo, venga, despierta, vamos amor, despierta.

Consiguió que me fuera recuperando poco a poco, le conté lo que me había pasado con cierto sentimiento de culpa por haberme dejado llevar por ese chico, con incluso vergüenza porque me viese en ese estado o que me juzgara. Pero no fue así en ningún momento, sin conocerme de nada me ayudó, me salvó, me protegió, me escuchó... ¿De dónde había salido esta mujer? pensé.

Le sugerí que se quedara conmigo y sin dudarlo se quedó, no me hizo preguntas, no hablamos en un rato, solo estaba al lado mía, y era muy pero que muy reconfortante. Después de un rato escuché su móvil vibrar; ella parecía ignorarlo y le hice un gesto de que lo cogiera y eso hizo.

Se alejó un poco de mi pero podía escuchar perfectamente lo que decía y ella no dejaba de mirarme en un momento con una sonrisa, joder, que sonrisa más bonita tiene. Intenté escuchar lo que decía "Mari, que no que ahora no puedo ir. No, no he ligado. Que si que estoy bien no te preocupes de verdad. Ya ya se que llevó fuera más de hora y media pero que no pasa nada." dejé de escuchar y empecé a pensar en lo que había pasado, me dolía todo y no paraba de pensar en mis amigas que me avisaron de que no me fuera con el chico, joder, porqué no las hice caso. Por suerte una Alba Reche apareció de la nada y me salvó, sin quererlo sonreí.

-Natalia, ¿todo bien?- habló ella sacándome de mi mundo y mirándome con ternura. 

-Si, si, perdona, estaba pensando en lo ridícula que debo de estar siendo...- me miró con desaprobación, de arriba a bajo con esos enormes ojos color miel, eran preciosos.

-No digas tonterías por favor, ni se te ocurra volver a decir algo así- dijo con cierto enfado mientras yo la miraba y asentía bajando la mirada.

-No te quiero molestar más Alba, puedes irte con tus amigos yo me cogeré un taxi y me iré a casa... estaré bi...- no me dejó terminar la frase cuando de repente me agarró fuerte de la mano, me ayudó a ponerme de pie y sacó su móvil del bolsillo y tecleó algo, habló con alguien, dio la dirección de donde estábamos y colgó volviéndome a mirar.

-Me voy contigo en taxi, ya está de camino.- dijo mientras yo la miraba sorprendida.

-Pe pero y tus amigos, y tu fiesta, no quiero joderte lo que te quede de noche, demasiado has hecho ya de verdad- me echó una mirada asesina, negó con la cabeza y decidió ignorar lo que le dije.

Hacia realmente frío, serían casi las 6:00  y el fresco se notaba, Alba debió de verme temblar y se quitó su chaqueta y me la puso por encima en lo que venia el taxi, obviamente se la negué, se acercó a mi, de frente, estaba realmente cerca, me miró causando que yo apartara mi mirada y volvió a ponerme la chaqueta, asi que me resigné a ponerme mientras ella sonreía victoriosa.

Llegó el taxi y ambas nos sentamos en la parte de atrás, "A dónde os llevo chicas" dijo el hombre mirándonos y noté como Alba se giraba para mirarme, me giré e hizo un gesto con la cabeza de que dijera mi dirección, asentí, se la dije y puso rumbo a mi casa. Durante el camino ambas estuvimos calladas, con los móviles, la miraba de reojo y parecía algo enfadada escribiendo a alguien muy rápido. Seguro está discutiendo con sus amigos por mi culpa, soy una gilipollas pensé. Yo avisé a Marta, una de mis mejores amigas, de que me había ido a casa que me encontraba un poco mal y respondió con un "por fin das señales de vida tía, espero que lo pasaras bien con ese chico, mañana nos vemos Nat, te quiero" si ella supiera en lo que había consistido mi noche...aunque tener a esa chica rubia al lado mía había conseguido que no fuese tan mala.

Llegamos a mi calle, pagó ella el taxi aunque me enfadara con ella por ello, pero una vez más ganó ella. Estábamos en la puerta de mi portal y me giré a mirarla.

-Tira, hasta que no estés dentro de tu casa no me voy a quedar tranquila...- dijo con un suspiro y entramos.

Entramos ya en casa y ella observaba con detenimiento la casa, cada detalle, yo la observaba.

-Bonita casa eh, ¿vives sola o con más gente?-

-Gracias, que va, vivo con dos de mis mejores amigas. Oye...¿quieres quedarte a dormir? digo porque es muy tarde y no es plan de que tengas que irte hasta tu casa ahora y bueno de alguna manera tendré que agradecerte lo que has hecho por mi esta noche...- dije bastante dudosa pero realmente quería que se quedase, se acercó a mi demasiado y me sorprendí un poco casi perdiendo la respiración cuando vi que me estaba quitando la chaqueta mientras me miraba y se reía.

-Vivo cerca de aquí cariño, no te preocupes- dijo poniéndose la chaqueta y acercándose a una mesita que había con unos papeles y unos cuantos bolígrafos.-¿Puedo?- dijo cogiendo un boli y señalando a un papel, asentí, no entendía nada. Escribió algo, dejó el boli y se acercó a mi para dejarme un beso en la mejilla susurrándome al oído.

-Escríbeme, y ya quedaremos a que me invites a algo para agradecérmelo.- 

Se separó, me sonrío y se fue, dejándome con los pelos de punta en medio del salón de pie. ¿Cómo coños la iba a escribir? entonces recordé que había escrito algo, fui corriendo a la mesita y vi un papel que ponía un número de teléfono y "Alba Reche, tu salvadora" y un pequeño corazón al lado, no pude evitar sonreír como una niña pequeña. 

Como es posible que tras la noche que había pasado esa chica consiguiera olvidarme de todo y sonreír, me acosté en la cama y pude diferenciar su colonia, se me había pegado al cuerpo al ponerme la chaqueta. Y con su olor y sus ojos en mi mente me quedé dormida.


LOST GIRLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora