Narra: Natalia
Me desperté con un dolor increíble de cabeza, fui a la cocina, cogí un vaso de agua y un ibuprofeno. Me volví a la cama y cogí el móvil, busqué a aquella chica por alguna red social, pero no di con ella, así que decidí no volver a pensar en ello. Escuché como Marta y Julia se despertaban y fui a hablar con ellas sobre la noche anterior.
-Chicas...¿cómo estáis?- dije asomándome por la habitación de Marta que estaban juntas viendo algo en el móvil.
-Peeero buenoo, si sigues viva, pues nosotras con una resaca de la hostia tía, madre mía que pedo el de ayer, tú qué, ¿cómo lo pasaste eh pillina?- dijo Marta mirándome alzando una ceja con una sonrisa. Me acerqué a la cama donde estaban ellas, sentándome en el borde ante la mirada de ambas.
-Pues muy mal no creo, porque mira el labio como lo tiene- dijo Julia riéndose mientras me cogía de la barbilla. Las miré un poco mal y sin poder aguantarme comencé a llorar, se quedaron atónitas, mirándose entre sí pensando que había dicho algo fuera de lugar.
-Nat cariño que pasa- dijo Marta dándome un abrazo mientras Julia me secaba las lagrimas. Comencé a explicar lo que ocurrió la anterior noche y sus reacciones fueron de estar flipando al máximo, seguido por enfado y finalmente culpa por no haber estado conmigo. Les conté lo de Alba y dieron las gracias a que por lo menos me había topado con una buena persona, al acabar se levantó Marta.
-Esto hay que denunciarlo Natalia, pero ya mismo, así que ya puedes cogerte una chaqueta, el DNI que nos vamos a comisaría .- dijo saliendo de la habitación enfadadísima sin darme tiempo a reaccionar, miré a Julia que parecía seguir en shock.
-Tiene razón cariño, tienes que denunciarlo.- dijo Julia pasando su mano por mi cabeza con suavidad, tenían razón ambas, debía hacerlo. Me vestí lo más rápido posible y Marta y yo nos fuimos a comisaria, di declaración, puse la denuncia y me dijeron que me llamarían con lo que ocurriese. Salí del lugar un poco más liberada y segura, agarrando fuerte la mano de Marta que me miraba con admiración.
Estábamos de camino a casa y le hablé a Marta de Alba, no podía evitar sonreír de vez en cuando y sonrojarme, cosa que ella pudo notar porque me miraba de reojo y se reía.
-Bendita Alba Reche eh, me la tendrás que presentar para darle las gracias por salvar a mi mejor amiga, ¿no?
-Eso será si consigo quedar con ella algún día- dije un poco cabizbaja
-Illa, no todo el mundo hace lo que hizo esa chica contigo, seguro que si Nat- dijo muy segura Marta
-Ojalá tengas razón...- y suspiré.
Acabábamos de llegar a casa y me dirigí a la mesita donde Alba me apuntó su móvil para poder escribirla, no estaba, el puto papel no estaba, me empecé a pone nerviosa y a revolver todo buscándolo como una loca.
-¡¡Chicaaas!! ¿habéis visto un papel con un teléfono? era el número de Alba y no lo encuentro- grité agachándome debajo de la mesa mientras intentaba encontrar el puto papel. De repente empiezo a escuchar cuchicheos, risas y veo como Julia sale corriendo de mi habitación y se mete en la suya cerrándola. Dios mio, me temía lo peor de estas dos.
-¡¡¡¡JULIAAA!!!! ¿ Qué cojones has hecho? Sal de ahí- dije aporreando su puerta, solo escuchaba como Marta y Julia se reían sin contestarme, me estaba poniendo hiper nerviosa.- O me decís que coño habéis hecho o te juro que tiro la puerta abajo.- dije enfadadísima, al segundo escuché unos pasos acercándose a la puerta y de seguido abrió la puerta.
-Tu móvil, de nada morena.- dijo Julia y me cerró la puerta en las narices después de darme mi móvil con el papel del teléfono de Alba encima. Desbloquee la pantalla lo más rápido que pude y me metí en Whatsapp, pero no había nada, fui a llamadas y nada tampoco, me pareció rarisimo así que le di un golpe a la puerta y le grite "¡Que graciosa Julia!"
Me fui a mi habitación. Cogí un par de toallas, el altavoz y me metí en el baño. Empecé a llenar la bañera y a echarle bien de jabón, si señor, me iba a dar un baño, y después hablaría a la rubia que curiosamente no podía sacar de mi cabeza.
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LOST GIRL
FanfictionUna historia ficticia de Alba Reche y Natalia Lacunza fuera de la academia de operación triunfo. ¿Qué les podría pasar a estas chicas una noche de fiesta celebrando el fin del primer año de carrera con sus amigos? No se conocían de nada hasta que oc...