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—¿Entendiste?—pregunta la chica con el turbante en la cabeza y mirada seria, Sana por lo que Isak tiene entendido

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—¿Entendiste?—pregunta la chica con el turbante en la cabeza y mirada seria, Sana por lo que Isak tiene entendido.

—¿Sí?

—¿Me estás preguntando?

El príncipe soltó un resoplido para después soltar la pluma y dejarse caer en la silla. Como Sonja lo prometió, su día estaba completamente ocupado.

Todos los días tenía que soportar a Sana y sus clases de historia y ciencia, y no es que la alfa le cayera mal, pero era bastante estricta.
Todas la personas en Oslo lo trataban con respeto, todos excepto Sana quien lo tuteaba, le gritaba e incluso le lanzaba cosas si no ponía atención.

A Isak le agradaba la idea de ser tratado como alguien normal, pero Sana no lo dejaba ni respirar.

—Será mejor que nos tomemos un descanso—dice sobándose las sienes.

—Aún no terminamos la lección—replica Sana.

—Sí bueno, tendrás que terminar sola porque yo me voy—Isak se levanta de la silla y va directamente a la puerta.

—¡Alto, no te puedes ir!

—Ya lo hice—Isak abre la puerta y sale corriendo como alma que lleva el diablo y una sonrisa al escuchar a su tutora gritar su nombre.

Para su huida cuando choca con Jonas y cae al suelo por el impacto.

—¿Huyendo de sus deberes majestad?—pregunta el guardia tomando la mano de Isak para levantarlo del suelo.

—Sana es un dolor en el culo—se queja el príncipe tomando la mano de su amigo para levantarse de un salto—Es una chica increíble que me trata como alguien normal, pero se toma todo tan en serio. Eso logra exasperarme.

—Para tu suerte, descubrí algo interesante.

—¿Qué?

—Todos los viernes alguien en este castillo organiza una reunión—explica el alfa—Es más como una fiesta, bebida, tabaco y música. Magnus, Madhi y yo iremos, ¿te unes?

—Claro, Sonja ya me está hartando. Necesito relajarme—Isak sonríe, pero luego su sonrisa cae—¿Crees que sea buena idea? No quiero que alguien me reconozca y vaya a contarle a la bruja.

—No lo creo, casi nadie en el castillo sabe como eres, todo el día te la pasas encerrado y estoy seguro que ni Eva ni sus amigas dirán nada.

—Entonces cuenta conmigo—confirma el omega.

[•••]

Como Jonas lo prometió, el lugar era en definitiva una fiesta. Estaban en una torre abandonada del castillo, iluminada por la luz de antorchas y la luz de la luna. En una esquina había un grupo de músicos con violines y banjos que tocaban ritmos movidos para que toda la gente bailara y al otro lado de la estancia había una mesa dispuesta con bocadillos, vasos y un gran barril de vino y otro de ron.

In Another Universe//Evak Donde viven las historias. Descúbrelo ahora