Even se moría de aburrimiento.
Estaba en una reunión que pretendía afianzar las alianzas entre las tierras cálidas y las tierras frías (que siempre y sin ningún motivo aparente eran enemigas). Y a Even, francamente le parecía ridículo, la gente se saludaba y se halagaba para después cuchichear y hablar mal de ellas, una bola de hipócritas.
Si bien su reino no pertenecía a ninguno de esos reinos antes mencionado (ya que Oslo era parte de las tierras del norte) su padre había insistido en asistir para brindar apoyo a los aliados y conseguirse uno que otro más.
Al inicio de la velada él se reunió con su amigo el príncipe Louis Tomlinson de Gilda, pero este estaba más entretenido mirando a un pequeño príncipe de rizos castaños y grades ojos verdes que se encontraba a unas mesas de ellos.
—Ya ve a hablarle—aconseja Even exasperado, estaba platicando con Louis pero la mirada de este se desviaba constantemente al niño que estaba recargado en la mesa y bostezaba de vez en cuando—Solo me estás ignorando.
—Perdón Even—se excusa el castaño—No es mi intención pero hay algo en él que...me llama, no sé explicarlo muy bien.
Even rueda los ojos—Y por esto te digo que vayas a saludar, no pierdes nada.
—No estoy muy seguro de eso, creo que es el hermano menor de Jayden—Louis hace una mueca.
El príncipe Jayden Styles de Vimer y Louis eran enemigos desde niños, no podían verse ni en pintura y ya era un milagro que a estas alturas de la reunión no se estuvieran peleando ni lanzando miradas de odio.
—Mal para ti—Even eleva ambas cejas cuando ve que el pequeño y lindo príncipe se levanta de la mesa y va directo a un balcón—Pero creo que hoy es tu día de suerte.
Louis sonríe de medio lado—Creo que sí, vuelvo en un momento.
El príncipe de Gilda se levanta y sale disparado tras el posible pequeño príncipe de Vimer.
Ahora que está completamente solo se dedica a mirar a la gente de su alrededor y detiene sus ojos en un chico con pequeños rizos rubios, ojos verdes y mejillas rojas.
Él también está solo y parece muy perdido e incluso asustado, mira a su alrededor nerviosamente y no deja de mover las manos sobre la mesa.
Even se levanta y se acerca sigilosamente al chico que parece ser uno o dos años menor que él. Un agradable olor a gardenias invade su nariz y descubre que ese niño es un omega, uno muy extraño ya que por su estatura Even juraría que era un alfa.
Está a punto de acercarse para entablar una conversación pero otro príncipe se le adelanta.
—Hola—lo saluda el alfa.
El chico rubio eleva una ceja—¿Hola?
—Soy Cedric.
—Isak.
—Solo quería decirte que eres muy bonito—Cedric sonríe coqueto—Pareces una bella florecita.
Even esperaba que el omega, de nombre Isak, se sonrojara y bajara la mirada apenado (como cualquier omega).
Para su sorpresa, Isak sí se sonrojó pero no bajó la mirada, al contrario levantó el mentón y frunció el ceño de una manera casi dolorosa.
—¿Una florecita? ¿Es un cumplido?
Cedric también parece confundido ante la reacción del menor—Eh...sí.
—¿Entonces parezco una florecita?
—Sí, tu olor es bastante agradable y luces muy delicado y bonito, como una flor.
Isak hace un mohín y levanta su pierna para darle una patada en la entrepierna al príncipe alfa que se dobla de dolor.
—No soy una florecita—declara Isak—No soy delicado ni bonito, ve a decirle eso a alguien más estúpido y déjame a mí en paz.
Even abrió los ojos sorprendido y siguió con la mirada al niño quien fue al lado del rey Aleksander, que debía ser su padre, para decirle que ya quería irse porqué un (textualmente hablando) maldito alfa lo estaba molestado.
El rey de Astha se disculpó con los nobles con los que estaba hablando y se llevó a su hijo a un lugar con menos gente para hablarle.
Even no escuchó nada de lo que dijeron pero si vio que Isak rodó los ojos reiteradas veces.
Ese omega definitivamente le llamó la atención. Usualmente si un alfa le hacía un cumplido a un omega que resaltaba su delicadeza y belleza estos se ponían tímidos y coquetos. Sin embargo Isak se enfadó e incluso golpeó al alfa.
Even sonríe de lado, era algo que nunca había visto en su vida y lo tenía bástate intrigado.
Isak definitivamente no era como los demás omegas y él estaba (de alguna manera inexplicable) encantado.
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In Another Universe//Evak
FanfictionIsak Valtersen en un príncipe omega de 17 años heredero al trono del pequeño reino de Astha. En un mundo donde es mal visto que un omega gobierne sin esposo, y ante la actitud poco sumisa y demasiado liberal del príncipe, su padre, el rey Aleksander...