Isak Valtersen en un príncipe omega de 17 años heredero al trono del pequeño reino de Astha.
En un mundo donde es mal visto que un omega gobierne sin esposo, y ante la actitud poco sumisa y demasiado liberal del príncipe, su padre, el rey Aleksander...
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Isak maldijo a Oslo y a las armaduras de Oslo. Después de mes y medio, por fin tenía tiempo para poder disponer de su día e ir a entrenar de verdad.
El problema era que las armaduras de Oslo para entrenar tenían miles de cordones para ajustarlas al tórax según la persona que las usara. Parecía un corcette e Isak no podía ponérselo adecuadamente.
Soltó un suspiro cansado y dejó en paz los cordones, tendría que pedirle ayuda a Jonas.
Casi cae al chocar con el cuerpo de Even.
—Hola—saluda el alfa levantado ambas cejas.
—Eh...Hola—Isak no sabe como actuar frente al príncipe, unos días atrás estaban a punto de besarse. ¿Debería hacer como si nada de eso hubiera pasado? Al parecer sí.
—¿Asistirás a la fiesta de disfraces?
—¿Fiesta de disfraces?
—Sí, la está organizando un mercader importante. Le prestamos el palacio, ¿irás?
—Emm...no, no creo. ¿Tu irás?
—Claro—Even hace un gesto como si eso fuera obvio—Si quieres podemos ir juntos.
—Vale, perfecto—Isak asiente no muy convencido de que aceptar esa invitación sea una buena idea.
Even baja la vista a la armadura de Isak y suelta una pequeña risita al ver los cordones mal puestos.
—Déjame ayudarte con eso.
Isak está a punto de negarse, pero el alfa ya avanzó y le está arreglando la armadura con sumo cuidado. Even es hábil en atar los lazos y cuando los jala para ajustarlos hace que Isak se pegue a su pecho.
—Listo—el alfa dirige su mirada a los labios de Isak y este hace lo mismo.
Antes de que ahí pase una tragedia, el omega de separa de Even y le agradece con un sonrisa empezando a caminar con rapidez.
No te sonrojes Isak, no te sonrojes.
[•••]
Cuando llegó al campo de entrenamiento, el único que está ahí es Jonas.
—Hola Isak.
—Hola.
—¿Todo bien?
—Sí, ¿por qué?
—Pareces un poco agitado.
Isak niega con la cabeza—Nada de eso, estoy bien.
—Vale, por cierto, el sábado es el cumpleaños de Magnus. Madhi y yo pensamos en organizarle algo. Podemos invitar a Eva y su amigas, ¿te unes?
—Claro, claro. Incluso podemos hacer que tenga sexo por primera vez.
Jonas se rió con ganas y asintió—Excelente idea, voy a ver si convenzo a Vilde para que lo espere desnuda en su habitación.
