Dio Brando X Reader - "Your Soul Is Mine"

Capítulo 4 - "Fiesta de Pijamas"

Estuviste un rato leyendo, tomando el café y la tarta que Jonathan había traído, de seguro estaba riquísima.

-Debería de irme- Dijiste mirando que era bastante tarde.

-Esta lloviendo- dijo el peli azul mirándote con preocupación.
-¡Puedes quedarte a dormir si quieres!- El joven te sonrió, parecía como si fuera su mayor deseo.

-No se si...- suspiraste -Supongo que les dará igual a mis padres si me quedo a dormir... Ni siquiera notarian si desapareciera- Jonathan alzó las manos con una gran sonrisa en la boca.

-¡Bieeeen!- Dijo lleno de felicidad.
-Puedes dormir en la habitación de invitados- dijo aún sonriendo pero volviendo a su sitio. -Se lo diré mi padre, tranquila, aceptará- el chico salió por la puerta. <<Este JoJo...>> pensaste, soltando un suspiro feliz y tumbandote en el sofá, dejando el libro que leías a un lado. Unos pocos minutos más tarde la puerta se abrió. -¡Ha dicho que si!- dijo entrando como una bala, cayendo de cara al resbalar. Te acercaste a el rápidamente, agachandote.

-¿Estas bien?- Dijiste con un tono calmado, a la vez preocupado. JoJo asintió, le ofreciste una mano para ayudar a que se levantara, la cual aceptó.
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Te pusiste el pijama que Jonathan te prestó, era de su difunta madre, y sinceramente no te quedaba nada mal, eso pensaste al mirarte en el espejo. Saliste por la puerta y pasaste por un pasillo, después de eso bajaste unas escaleras para encontrarte al chico con su pelo azul característico.

-¡Te queda bien!- dijo sonriendo.

-Gracias- Dijiste con algo de sonrojo, debido a la vergüenza, poniendo tu mano en tu nuca.

-Es hora de comer plebeyos- Giraste la mirada, el pelirrubio estaba bajando las escaleras.
-¿Y porque os habéis puesto ya el pijama?- dijo mirándonos a los dos, algo extrañado.

-¡Fiesta de pijamas!- dijo JoJo sonriendo.

-Que estupidez- respondió Dio, prosiguiendo su camino. -Esas cosas son inútiles- dijo sin mucho reparo, atravesando una puerta para llegar al comedor. Los dos le seguisteis, tu te quedaste impresionada por esa gran mesa, luego tus ojos se fijaron en un señor, también con el pelo color azul.
-Señor Joestar- Dijiste haciendo una reverencia, sin saber muy bien como funcionaba. Te sonrió.

-Llámame sólo George- Jonathan se sentó al lado de su padre, Dio al otro y tu te pusiste en el lado derecho de JoJo. El padre de esos chicos hizo unas palmadas, y unos mayordomos aparecieron, trayendo comida. Al parecer era pasta, un "Campanelle al pesto rosso pana" según George. Te pareció muy rico, aunque estuvieras algo incómoda ya que no había tema de conversación, hasta que George pasó a la acción.

-¿Como os conocisteis?- pregunto con una sonrisa tierna en su rostro, intentando sacar un tema de conversación.

-En el pueblo- Dijo JoJo sin especificar mucho, con comida en la boca. Dio suspiro al ver esto a la vez que su "padre".

-Cuida tus modales JoJo- dijo mirándolo.

-Lo siento...- respondió el. Acabamos el primer plato, de segundo nos trajeron un "Viande à la sauce aux champignons".

Cogiste el tenedor, para degustar ese plato de carne con salsa de setas, mientras cogias el cuchillo, este cayó al suelo. <<Mierda>> pensaste al ver que había caído cerca del pelirrubio. Bajaste a cogerlo y recibiste una patada. Alzaste la vista <<cabron>> pensaste al ver como sonreía, sin siquiera mirarte. Lo cogiste lo más rápido que pudiste y volviste a sentarte. JoJo te miró, viendo que tenías algo de odio mientras mirabas a Dio.

-Relájate- dijo susurrandote. Suspirastes y asentistes.

-¿Y como es tu família?- Preguntó el pelirrubio, apoyando su cabeza en su mano, sabiendo perfectamente la respuesta.

-Creo que los conociste- Dijiste sonriendo, evitando decir nada más. -Y por cierto Dio- Dijiste con un plan en la manga. -¿Por que diablos me viniste a buscar a casa?- dejastes una sonrisa, no tenía escapatoria, viste como el chico apretaba los puños, y luego los relajaba, dejando una risita. <<¿Tiene un plan?>> pensaste con ojos asustados, apretando tus dientes.

-¿Y por que no? Después de todo somos- una voz le interrumpió.

-¿Amigos?- dijo Jonathan riendo un poco, sabiendo que eso no era verdad.

-Me parece que no- susurró el pelirrubio sonriendo. Tu lo miraste extrañada. George sonrió, parecía no haber escuchado esa última frase de Dio.

-¡Que bien que los tres seáis amigos!- dijo inocentemente. -Ya era hora de que Dio hiciera amigos "normales" y no vándalos-
Dio le miró, soltando una sonrisa falsa.

-¿Verdad?- dijo mirándome de reojo. Acabamos los platos, haciendo que nos trajeran el postre. Me impactó bastante, pensaba que iba a ser algo extravagante como los dos platos anteriores, pero no, era un simple helado.
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Después de haber estado en la habitación de JoJo jugando y divirtiendonos, era hora de ir a dormir.
-¡Nos vemos mañana!- Dijiste dejando una sonrisa, saliendo por la puerta y dirigiendote a la habitación de invitados, estuviste unos cinco minutos andando. <<<Mierda, me he perdido...>> pensaste al ver que no tenías ni idea de donde estaba, afortunada y Desafortunadamente, apareció alguien.

-¿Que haces por aquí?- suspiraste, sin saber si era bueno o no que él estuviera contigo.

-Estaba paseando- Dijiste de excusa. -Aún no tengo sueño- Dio te miró extrañado, poniendo sus manos en jarra.

-¿Te has perdido verdad?- Dijo dejando un suspiro. -Se nota cuando mientes- Asentistes con algo de vergüenza. -Sigueme entonces-. Empezaste a seguir al pelirrubio, no hubo ni pizca de conversación, parecía que no quería molestarte. Abrió una puerta y te dió un pequeño empujoncito para que entraras.

-Gracias...- Dijiste algo extrañada. -¿Estas seguro de que está es la habita- <<Mierda>> pensaste viendo como cerraba la puerta.
-¿Que quieres?- dijiste viendo a Dio guardándose la llave.

-Nada en especial, sólo entretenerme- dijo con una sonrisa malévola.

-¿De que hablas? ¿Y donde diablos estoy?-

-¿Que gano diciéndolo?- Respondió seriamente, miraste alrededor atentamente, con los brazos cruzados, intentando averiguarlo.

-Tu habitación...- susurraste, siendo esa una de las pocas opciones. La sonrisa del pelirrubio respondió por si misma, era su habitación.
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CONTINUARÁ