Capítulo 11 - "¿Que eres?"

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Entraste en la habitación. -¿Ahora que? Que me harás?- dijiste cruzando tus brazos, viendo como el pelirrubio se apoyaba en el marco de la puerta.

-Te robaré dos cosas, ya que te has asustado dos veces.- Te quedaste mirándolo, apoyando tu cabeza en tu mano, pensando en que haría. Dio cerró la puerta y se acercó a ti, sentándose a tu lado. Te sentiste algo incómoda, apartandote un poco, hasta llegar al borde de la cama. El pelirrubio juntó vuestras frentes. -Creo que ya se que podría hacerte.- antes de que pudieras responder juntó vuestros labios, sólo durante unos segundos, pero provocó un ligero sonrojo en tus mejillas. Apartaste la mirada al verle, lo cuál provocó que mientras te besaba te mordiera el labio, apartandose.

-¿¡Qué crees que haces?!- dijiste pasando tu mano por tus labios, viendo que te había hecho algo de sangre. Su respuesta fué una sonrisa, mientras limpiaba tus labios con sus dedos.

-Oye...- dijiste algo intimidada, viendo como el pelirrubio cambiaba su mirada de tus labios a tus ojos color _________.

-¿Qué te pasa ahora?

-Tengo una pregunta que aún no ha sido respondida...- cogiste su muñeca, apartando un poco su brazo. -¿Porqué cumplen órdenes de ti esos monstruos? Y como has sido capaz de matar a uno tan fácilmente...- La segunda parte la susurraste, sin saber si querías una respuesta.

-Si lo digo, ¿Que gano?- el pelirrubio juntó sus manos, expectante de una buena respuesta. -Recuerda que aún me debes algo- Dijo con una sonrisa, mirándote fijamente a tus ojos.

-Emmm....- te quedaste un rato pensando, no sabías que responder y no querías entregarle algo a ese idiota. -Que quieres?- dijiste rodando los ojos.

-Pensaba que me ibas a sorprender... pero ya veo que eres aburrida- Dio alzó sus manos a forma de burla. -Supongo que me lo pensaré- Dijo con un suspiro. Lo miraste, esperando tu respuesta. -Lo diré cuándo lo encuentre adecuado- Dijo removiendo tu pelo color ______, mientras se divertía a consta de tu sufrir. -Ahora que lo pienso- al decir eso os mirasteis fijamente.
-Creo que te robé algo importante hace tiempo- Dijo con una sonrisa, la cual hizo extrañarte.

-¿De que hablas?

-Tu primer beso- Dijo soltando a secas. Te sonrojaste, recordando ese momento. Recordaste todos los momentos que odiaste a Dio, y también en los que le amaste. Recordaste todo lo que te contó Jonathan sobre él. Recordaste los momentos donde te burlaste en la cara del pelirrubio.

Echabas esos momentos en falta.

Te lo pasabas bien con ellos dos.

De repente te volviste a centrar, ya que Dio volvió a hablar, pero no pudiste escuchar lo que decía ya que no habías estado atenta. Te quedaste mirándolo como si entendieras lo que acababa de decir. -¿Me estas escuchando?- Dijo viendo tu cara. <<Mierda>> pensaste asistiendo, para no quedar mal. Dio se puso encima tuyo. -¿No mientes?- dijo observandote desde la altura. Lo negaste con la cabeza, intentando apartarle. El pelirrubio suspiró y se levantó. Haciendo que todos tus músculos se relajaran ya que te sentías más calmada. Cerraste tus ojos, intentando normalizar tus latidos. -Entonces dime ______-. Abriste tus ojos al oír su voz, no había servido de nada haberte tranquilizado previamente.

Tu corazón se aceleraba por cada paso que daba hacía ti.

-Por que te has quitado la cami- intentaste susurrarlo, pero Dio fué más rápido y te tapó la boca. Gruñiste debido a la rabia.

-Yo primero Mademoiselle- dijo con una sonrisa ladina. -¿JoJo se enfadaría si destruyera a su novia?- Apartaste tu cara de su mano.

-¿¡Cuántas veces hemos de decirte que no somos pareja imbécil?!

-Entonces puedo hacer lo que quiera contigo-. Cogiste con fuerza las sábanas. Realmente te habías metido en un aprieto. -Y supongo que también puedo matar a JoJo, ya que no es nadie para ti-

-Irás a la cárcel...Yo misma te llevaré...- susurraste algo desesperada por escapar de allí, buscando alguna salida.

-No puedes-dijo cogiendo tu barbilla seriamente.

-¿Porqué?- preguntaste al ver sus ojos color ámbar. Dio soltó una sonrisa.

-Por mi pequeño secreto- Le miraste intrigada, te estabas muriendo por dentro para saber de que hablaba. Soltó una risa al ver tu intriga. -Por cierto- dijo pegando su frente a la tuya. -Aún me debes una cosa- dijo alzando un dedo, el cuál bajó hasta tu abdomen. Te sonrojaste un poco, siguiendo con la mirada su dedo.
-Supongo que nadie ha tenido la suerte de robar esto de ti.- Dio bajó hasta tocar tu pantalón, entonces paró.

-Ni nadie tendrá ese derecho- susurraste algo intimidada. Dio alzó la mirada y con su otra mano empezó a tocar tu cuello.

-¿Estás segura de eso ______?

-...

-Eso pensaba.- El pelirrubio procedió a mordisquear tu cuello dulcemente. -¿Sabes que soy?- susurró en tu oreja. Peoduciendote un escalofrío.
-Soy un monstruo peor que esos zombies-. De repente notaste un dolor en tu cuello. Giraste la mirada pero Dio lo evito, cogiendo tu cara con su otra mano. -Podría asesinarte aquí mismo cortando tu vena... pero creo que es mejor entretenerme contigo- tu pulso se aceleró, notabas cómo te debilitabas poco a poco. Con las pocas fuerzas que te quedaban intentaste apartarle, pero no pudiste, y viste borroso... seguido de negro. -Pensaba que no te desmayarias, supongo que he sacado demasiada sangre...-
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CONTINUARÁ

Dio Brando X Reader - &quot;Your Soul Is Mine&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora