Capítulo 12 - "Monstruo"

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Abriste los ojos y te levantaste de golpe.

-Yo de ti no me levantaría tan rápido.

-Estas debilitada, perdiste demasiada sangre por mi culpa.

-¿Que me has hecho?- dijiste con miedo.

-Nada, ¿que te hace pensar eso?

-...- No tenías pruebas. Te tumbaste en la cama, intentando evitar cualquier conversación alguna.

-¿No recuerdas nada?

-...

-Ya veo...- Dio se sentó a tu lado, empezando a jugar con tu pelo. Le diste la espalda, no estabas de humor para tonterías. El pelirrubio chaqueó la lengua. -No seas así-. Le miraste de reojo.

-¿Por que? Cómo? Que eres?- dijiste aún intrigada.

-Supongo que realmente eres una inútil. Alguien con un poco de inteligencia se habría dado cuenta...- Soltó una sonrisa malévola y se puso encima tuyo.
-Tendré que castigarte por ser tan idiota- dijo sarcasticamente como si le importara, quitándose su camisa.

-¿¡Que crees que haces?!- lo intentaste apartar sin mucho éxito, ya que se había pegado a ti. Dio se acercó a tu oreja y susurró;
-Eres tan inútil que no puedes ver que soy un vampiro, y que he rechazado mi humanidad... penoso...- tus pupilas se escogieron.

¿Realmente estaba hablando enserio?

Reaccionaste al ver que se acercaba más a ti, por seguridad propia mordiste con toda tu fuerza su hombro. El pelirrubio suspiró. -No eres muy lista...Supongo que será mejor que te desmayes... aunque quería ver tu cara de tomate-. Notaste algo en tu cuello, lentamente tu fuerza iba debilitando, hasta que sólo veías negro y no podías oír nada.

.

.

.

Abriste los ojos lentamente. Un dolor inundó tu cabeza. Pusiste tu mano sobre tu frente para intentar aliviarlo.

-Quien lo hubiera dicho...- te volteaste para poder ver quien hablaba. Otro tipo de dolor apareció al moverte, esta vez en tus piernas. -Sinceramente pensaba que el idiota de JoJo o alguien más ya había podido robarlo, supongo que fuí suertudo.- Te quedaste en shock. ¿Estaba hablando de lo que pensabas? De tu preciada virginidad? Afortunadamente estabas vestida.¿ Lo había dicho para joder, o realmente lo había hecho? Te quedaste mirándole, con mil dudas en tu cabeza.

-...- Intentaste levantarte para alejarte de ese monstruo que se acercaba a ti sin preocupación.

-No deberías levantarte- Te quedaste sentada en la cama, tu respiración agitada. -Todo te dolería y caerías al suelo, y no quiero que mi juguete se rompa~ -

Suspiraste. Bajando la cabeza mientras él te acariciaba el pelo.

-Supongo que ahora podré encargarme de ese Joestar sin que te me interpongas. Después de todo no puedes ni moverte- apretaste tus puños, intentando golpearle en la barriga. Cerraste los ojos al ver que seguramente no iba a poder esquivarlo. -Vaya, pensaba que tenías más fuerza- abriste los ojos, viendo que no le habías hecho nada, te sentías aliviada, ya que realmente no querías golpearle, pero a la vez frustrada, porque era tu mayor deseo. Dio rió. -Parece que te preocupas por mi y todo- Dijo refiriéndose a que habías cerrado tus ojos.

-Idiota...- susurraste. Te cogió de la muñeca y te pegó a él, causando un leve sonrojo. Dio te abrazó.

-Creo que me gustaría intentar algo...- Tu rostro cambió.

-A que... ¿te refieres?

-Sencillo mademoiselle~ - El pelirrubio empezó a bajar sus manos por tu espalda, observándote fijamente con sus ojos color ámbar. -Ya no tienes nada que perder ¿no?- susurró en tu oído, mordiendo su labio y soltando una risa.

No tenías nada que perder si decía la verdad. Realmente estuviste esperando ese momento, pero ya no sabías si lo querías. Intentaste hablar con él pero las palabras no salían de tu boca. Estabas paralizada debido al miedo de lo que un "vampiro" pudiera llegar a hacerte.

Al llegar al final de tu camisa, Dio apoyó su cabeza en tus hombros, empezando a pasar su mano por debajo. Masajeando tu espalda, pasando sus dedos por cada curva. Notaste una sensación extraña, querías besarle y a la vez matarle. <<¿Por que los más guapos siempre están locos?>> pensaste intimidada por la cara del chico.

-Oye- susurró en tu oreja, haciendo que tus músculos se tensaran y tu corazón latiera más rápido. -Me gusta tu actitud...- te sonrojaste un poco. -Me gusta que estés asustada de mi.- Cogiste su muñeca, tu corazón cada vez más rápido. Dio te miró extrañado.

La soltaste.

No supiste porqué.

Pero la soltaste.

-Así me gusta.- susurró Dio dándote un beso en tu mejilla, en forma compensación. No querías que ese momento acabara. Esos momentos donde él se veía dulce.

No esta vez.

Dio se separó, con una mirada malévola. Al instante cogiste su cabeza y la acercaste, besándole.

-Al parecer no eres tan inútil.- El Vampiro juntó vuestras frentes, con una sonrisa. Dio te tumbó en la cama, poniéndose él encima.
-Por lo menos ahora sabrás dibujarme mejor- Dijo con una sonrisa, quitándose su camisa. Apartaste la mirada, pero el pelirrubio cogió tu cara con sus manos y te obligó a mirarle.
-¿Te acuerdas del perro de Jonathan? Sé que alguna vez te habló de él.- Dio usó una de sus manos para bajar por tu camisa, hasta llegar a tu pantalón, lo cuál hizo que tu sonrojo empeorara.

-¿Danny... ?- conseguiste hablar, extrañada del tema de conversación, siguiendo con la mirada las manos del vampiro.

-¿Exacto. Sabes que fué de él?

-Jonathan me dijo algo de un ladrón...- dijiste inocentemente, sin saber la verdad.

-Oh... Que inocente es JoJo... Fuí yo quien lo mató, y creó que el "perrito caliente" quedó un poco chamuscado.- Tus ojos se abrieron, no esperabas esa respuesta. Ahora entendias aún más porque JoJo lo odiaba. Intentaste lanzarle dos puñetazos, los cuáles cogió con el mínimo esfuerzo.

-Inútil, Inútil, muy inútil- Dijo a carcajadas. Esto parecía un juego. Dio te soltó las manos, así que le diste una bofetada y te intentaste levantar sin mucho éxito, ya que él te estaba cogiendo las piernas.
-¿No me quieres?- dijo mirandote de reojo, con un poco de sangre saliendo por su boca.

-...- te mantuviste callada. No sabías que responder

-Pensaba que aprovecharias.- dijo volviéndose hacia ti, con una mirada muy seria. -En tal caso me aprovecharé yo-.

-¡D-DIO..!- Dijiste intentando apartarle con todas tus fuerzas.

-¿Que te pasa ahora?- dijo molesto. -Deja de darme tantas excusas joder...- Se quitó de encima tuyo y se dejó caer al lado de la cama, tumbado.

-Dio...- susurraste algo incómoda, ya que ahora te había dejado plantada. Te volteaste, soltando un suspiro. De repente notaste algo cálido alrededor tuyo.
-Supongo que tienes razón...- susurraste al ver sus brazos. Te giraste, el pelirrubio te abrazó con fuerzas y aceptaste ese abrazo. <<No tengo nada que perder...>> pensaste. Dio empezó a acariciar tu pelo.

-No te arrepentirás pequeña-.
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CONTINUARÁ

Dio Brando X Reader - &quot;Your Soul Is Mine&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora