NUEVO CAPÍTULO DE AMARGAMENTE DULCE, ESPERO QUE OS GUSTE, Y YA SABÉIS CUALQUIER COMENTARIO PODÉIS DEJARLO O VOTARME, OS QUIERO MUCHISIMOOOO !!
Durante todo el trayecto Sandro me miraba y yo no hacía caso, estaba demasiado sumergida en mi mundo.
- ¿Quién es? - preguntó cuando estabamos entrando en el hospital.
- Mi madre.
- ¿Es grave? - intentaba no derrumbarme.
- Eso me han dicho. - recordé en ese momento como le hablé cuando me llamaba por teléfono o cuando me la encontré en el hotel de las Bahamas y sentía un sentimiento extraño.
Todas las paredes eran blancas, aún así era triste, el ambiente que había dejaba claro que el color de las paredes sólo era una tapadera para esconder el dolor que guardaban.
- Buenas noches, ¿Puedo ayudarles en algo? - preguntó la recepcionista.
- Si, estaba buscando a Angelina Lethier Frisck, soy su hija.
- Espere un momento. - empezó a teclear, noté como Sandro me cogía de la mano, en esos momentos agradecía tenerlo cerca, le miré y me sonrió. - Ya esta, habitació 256, segunda planta a la derecha.
- Muchas gracias.
Estaba delante de la puerta de la habitación 256 y temía entrar pero sabía que no tenía opción. Abrí la puerta y encontré a dos médicos.
- ¿Señorita Rich? - asentí sin dejar de mirar a mi madre, estaba cubierta de tubos, uno le entraba por la boca, por la nariz, tenía agujas en ambos brazos y de fondo se escuchaba el típico aparato de las películas pero con la diferencia que ahora era real. Se la veía apagada, el pelo canoso, la expresión triste. Hacía mucho tiempo que no la veía.
- ¿Qué le pasa? - preguntó Sandro por mi.
- Es un poco delicado, Srt. Megan ¿Prefiere estar a solas? - negué. - Bueno salgamos.
Al salir de la habitación no miraba a ningún sitio, todo había pasado tan extrañamente.
- Bueno, su madre tuvo una intoxicación al parecer voluntaria, y hace unos minutos ha entrado en estado de coma. - ¿Cómo? ¿Mi madre en coma? Ya había tenido bastante con perder a mi padre, ahora mi madre no. Sin quererlo las lágrimas ya bajaban por mis mejillas, sin ningún tipo de sonido, solo caían, Sandro me abrazó pero yo estaba immobil.
- ¿Saben por qué se intoxicó? - preguntó Sandro.
- No está claro ya que cuando llegó estaba delirando.
- ¿Quién la trajo? - pregunté.
- Un hombre mayor, no dejó sus datos. Ahora si quieren pueden quedarse aquí, mañana le harán más pruevas, pero podrán estar aquí siempre que lo deseen.
- Gracias.
Los médicos se fueron y yo volvía entrar en la habitación, me acerqué a ella y le cogí la mano. No le hablé, no me atrevía después de todo lo que había pasado yo aún sentía rábia por todo lo que me había hecho, pero verla así hacía que despareciera un poquito toda ese rencor.
- ¿Te puedo pedir un favor? - el hombre que la había traido era mi "padrastro", tenía el presentimiento y debía ir a saber porqué mi madre se intoxicó.
- Claro pequeña.
- Te puedes quedar con mi madre unas horas, tengo que ir a hablar con una persona.
- ¿Con quién, si se puede saber?
- Con mi padrastro. - él entonces entendió porqué quería hablar con ese hombre y accedió a quedarse.
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AMARGAMENTE DULCE
RomanceUna historia que te hará trasnochar. Erotismo, sentimientos, poder, dinero, deseo, atracción, riesgos. AMARGAMENTE DULCE.