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–¿Tu hermana tampoco está ahora, Kookie? –Preguntó con voz dulce el menor, mientras Jeon abría la puerta de su casa para entrar junto al castaño.

El mayor negó cerrando la puerta atras de él.

–No, Somin tiene mucho trabajo, casi no pasa en casa, cuando sale temprano se encuentra con su novio–Explicó el de tatuajes viendo como Taehyung se sentaba en el sofá y jugaba con su deditos. Se acercó hasta él, se sentó a su lado.

–¿Querías saber si estábamos solos, bebé? –Preguntó burlón el mayor, viendo como Kim mordía su labio inferior.

–Era curiosidad, ¡Enserió! –Dijo con cierto nerviosismo. Jeon lo vio con mucha ternura, Taehyung lo estaba volviendo loco...Está loco de amor por ese castañito.

–Tranquilo, no quiero que estés tan nervioso... –Dijo posando su venosa mano en el muslo de menor, éste lo volvió a ver y conectaron sus miradas, Jeon no perdió el tiempo y se acercó a besar esos bellos labios que le gritaban que fueran atendidos.

Taehyung correspondió el beso, dejando se llevar por el sexy pelinegro.

–¿Porque estas tan nervioso y tenso, princesa? –Susurró en el oído del contrario, Taehyung soltó un jadeo al sentir esa voz tan seductora en su lóbulo, así que pasó sus brazos por el cuello de Jungkook, rozó su nariz con la del mayor–Tienes nervios porque sabes lo que sigue...¿Cierto? –Taehyung solo pudo asentir con torpeza, mientras que Jungkook acariciaba las hermosas piernas del menor, que solo se retorcía por las caricias de Jungkook.

–Jungkook...¿Quieres besarme? –Jeon sonrió, ¡claro que quería besarle!, pero le gusta verlo tan sonrojado y excitado, verlo tan...Sumiso.

–Mi amor, vamos a mi habitación... –Dijo con voz más ronca de lo normal. Jeon cargó a Kim de sus muslos para que este enrede sus piernas en su cadera, lo llevo a pasos torpes hasta su habitación, abrió la puerta, Taehyung no perdía el tiempo y lo seguía besando.

Cerró la puerta con su pie, lo llevó hasta su gran cama, acostó a su bello castaño entre medio de las sábanas.

Siguieron besándose, haciendo una guerra de lenguas que fue ganada por el pelinegro que estaba encima del menor, devorando esa hermosa boca.

–Taehyung...¿No has estado con nadie, verdad? –Preguntó. La verdad le da celos pensar que alguien haya tocado a su preciado ángel, en éste tiempo que no lo vio.

El castañito negó tímido, jugó con sus propios labios.

–No, con nadie, hasta hoy contigo –Declaró. Jeon soltó una risilla, comenzó a besar el cuello acanelado del menor.

Lo acomodó exactamente en el centro de la cama, se puso de rodillas en esta y observó a Taehyung, tan perfecto, sí, porque para Jungkook el castañito es la definición de perfección.

Quitó su camisa, dejando a la vista su abdomen muy bien trabajado y los tatuajes de su brazo. El más bajito soltó un gemido al ver a Jungkook sin camisa.

–Tae...Me encantas–Habló con voz suave que Taehyung no alcanzó a escuchar.

Prosiguió con quitar la camisa del menor dejando ver ese abdomen tan delicioso y delicado del castañito, que para ser él estaba muy tímido. Jungkook comenzó a besar al angelito en su cama, para que no estuviera tan nervioso. En lo que el beso se hacía más lujurioso se deshizo de los pantalones y la ropa interior de Kim, dejándolo como Dios lo trajo al mundo.

¡JEON, DAME TU PALETA! ~KookTae~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora