-¿Porque tiene que estar todo el tiempo con ella? ¡Yo soy su esposa, merezco su atención!-Chille molesta caminando de un lado a otro en la habitación. Creo que el único lugar por el cual no había caminado aún era el techo.-Tranquila, Kagome es su entrenadora.Ella le enseña defensa personal y esas cosas que tú no sabes.-Me dijo Inuyasha y suspire.
-Maldita sea.
- Yo puedo enseñarte otras cosas.-Dijo pícaro y lo mire, estaba a un paso de distancia.Coloco un mechón de cabello detrás de mi oreja, y me sonroje.
-Inuyasha...-Poso su otra mano en mi cintura y me pego a él.-¿Porque haces esto?-Pregunte avergonzada de su cercanía.
-¿Que no es obvio?-Pregunta divertido.-Tu me gustas, Rin. Mucho y hace tanto tiempo que muero por probar esos labios rosados que tienes.
Sentí mi rostro arder, comenzó a cortar la distancia de su rostro con el mío...
-Señorita Rin, su esposo la...-Byakuya guardó silencio en cuanto nos vio en esta situación tan comprometida.
-Deberías golpear Byakuya, no tienes modales.-Se quejó el albino.
-Lo siento, no quise interrumpir, señorita Rin.-Hablo apenado.
-¿Qué? No interrumpes nada. No es lo que parece, Byaku.-Le dije nerviosa.
-Haré de cuenta que no vi nada.-Me guiño un ojo.-Como le estaba avisando, su esposo la espera en el jardín principal. Recibí órdenes de que se ponga esto.-Me entregó una caja blanca con un lazo rojo.
- Esta bien.-Me límite a decir algo incrédula. ¿Un obsequio?
-Creo que es mi momento para retirarme.-Hablo Inuyasha y salió del cuarto. Byakuya sonrió divertido y luego se marchó cerrando la puerta detrás de si.
Coloque la caja en el centro de la cama, al abrirla me topé con un elegante vestido rojo. Se me iluminó la mirada al verlo, sonreí y corrí a ducharme. Me arregle según el vestido lo dependía, combine mi labial con el color de este. Recogí mi cabello en una coleta alta y use unos pendientes que me había regalado mi padre. Tacones y un poco de perfume. Estaba lista.
-El señor Sesshomaru la espera.-Me aviso Byakuya.-Luce increíble, mi señorita.
-Muchas gracias, Byaku.-Le sonreí.
Byakuya permitió que tome su brazo para bajar las escaleras y fue entonces cuando lo vi. Estaba de espaldas a mi, en cuanto se percató de mi presencia volteó. Lucía apuesto en aquel traje negro de corbata roja y camisa blanca. Me tendió su mano y delicadamente me ayudó a bajar los últimos dos escalones.
- Estas hermosa, Rin.-Me halago y plantó un beso en mi mano. Me sonroje.
- Tu igual.-Dije con pena.
- Que divertido.-Dice sonriente y achinando sus ojos dorados.-Te da vergüenza esto, pero no gritar que soy anti sexo.
- Lo siento. Estaba molesta.-Me disculpe.
- Lo note. Es por eso que le pedí a tu padre que nos deje la casa para nosotros está noche.-Abri mis ojos de golpe.-Esta noche sólo seremos nosotros, y claro, los guardias.-Dijo divertido.
-Oh...
-Vamos a cenar, y luego si quieres podemos pasar a nuestros aposentos.-Me ardió hasta el alma en cuanto dijo eso.
-D-De acuerdo...
¡Diablos no me puse lencería para la ocasión! Me lamente en mi interior. Pronto nos dirigimos hacia el jardín. Estaba decorado con pequeñas luces en cada árbol. Y entre las flores, un camino nos conducía a una mesa donde la comida ya estaba servida. Corrió la silla y dejó que me sentará primero.
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CONTRATO YAKUZA
FanfictionEl joven Sesshomaru Taisho nunca habría imaginado que se casaría a los 22 años, y mucho menos con la hija menor de un líder Yakuza.