Tiempo a solas

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Narrado por Rin:

Desperté al sentir unas cosquillas en mi vientre. Y a medida que iban descendiendo abrí mis ojos de golpe.-Pero que...-Levante las sábanas y me encontré a Sesshomaru besando mi cuerpo. Él levanto la cabeza y sonrió.

-Buenos días, preciosa.-Sonrio y me ruborice.

-¿Qué estás haciendo?

-Nada aún, pero pronto te haré el amor. ¿Está bien?

No pude evitar quedarme con la boca abierta. La cerré al darme cuenta de mi reacción.-Pero Sesshomaru, no me lave los dientes. Y debo tomar una ducha.

- No es necesario, hueles bien.-Dijo.

-¿Como sabes eso?

-Hace un tiempo vengo besando cada parte de tu cuerpo.

Sentí mi corazón detenerse un momento.-¿¡Como!?

-Así es, ahora sólo déjame cubrirme aquí abajo y disfruta. Voy a besarte mucho.

¡OH POR DIOS! grite en mi interior. Y así lo hizo, se acomodó entre mis piernas y comenzó a besar mi feminidad por encima de la tela de mi ropa interior. Y apreté entre mis dedos las sábanas. Podía sentir como la pequeña prenda se humedecia levemente ante el contacto de su lengua en ella. De un momento la corrió y al sentir su lengua justo en esa zona me retorcí. Y de a poco comenzó a sentirse placentero. Demasiado. 

En aquel momento, tocan la puerta. Y frunci mi ceño.-¡Es descortés interrumpir el coito!

-¡Oh, lo siento, señorita Rin!-Hablo Byakuya del otro lado de la puerta.

-¿Era necesario?-Pregunta divertido Sesshomaru sacando la cabeza de las sábanas.

-Muy necesario.-Dije sin más y soltó una risa.

Nos fundimos en un apasionado beso, su brazos sostenía su peso encima de mi y su otra mano sujetaba mi nuca, para profundizar más aquello. Sentía su dureza contra mi. Y aunque no sabía muy bien que hacer, sólo correspondía a cada beso y caricia de su parte. Bajo un tirante de mi camisón, luego otro y lo bajo hasta mi ombligo. Sus besos se trasladaron hacia mis pechos, besos deliciosamente húmedos. Oh cuanto comenzaba a gustarme esto. Sus manos recorrían cada parte de mi, suave y delicadamente.

-Creo que deberíamos taparnos más.-Dije entonces y se detuvo.

Narrado por Sesshomaru:

-¿Qué?-Y al verla apenada lo entendí. Acaricie su mejilla.-Preciosa, no tienes de qué preocuparte. Tu cuerpo es perfecto.-Dije suavemente y admirando su cuerpo.

Su piel pálida, aquellos pezones rosados y esa figura tan delicada para mis ojos. Su cuerpo jamás ha sido besado y me siento dichoso de ser el primero en provocarle placer y calor.

- Es que...No soy como las mujeres. No tengo suficiente cuerpo.-Dijo preocupada.-Vamos a taparnos bien y seguimos, ¿si?

-Si te vieras con mis ojos no dirías eso. Eres perfecta.-Hice las sábanas a un lado, dejándolas caer al suelo.Volvi a mi posición y bese sus labios.-No tienes de qué avergonzarte. Prefiero tu cuerpo ante que cualquier otro, me gusta cada parte de ti. Todo.-Volvi a besar sus labios.

-No sé que decir...-Murmuró mirándome a los ojos.

-No digas nada, sólo disfruta.-Le sonreí y ella asintió con una leve sonrisa.

Me mantuve tranquilo un buen rato, besando cada parte de su suave cuerpo. Escuchando sus bajos gemidos y acariciando cada parte con sutileza. Podía sentir como se estremecia ante mi tacto. Me excitaba tanto aquello, que tuve que detenerme un momento. No sabía cuando sería el momento adecuado. No quería dejarme llevar y lastimarla sin querer.

-¿Porque te detienes?-Pregunta inocente. Y me dejó caer en su pecho desnudo.

- Es que no puedo aguantar...-Admiti avergonzado.

-Entonces hazlo.-Dijo de repente tomándome por sorpresa. -Tranquilo, leí en Internet que sólo duele un poco.

Ahogue una risa.-¿Pero que cosas buscaste por Internet?

- Una chica tiene que saber lo que una tiene que saber.-Dijo y sonreí.

-Prometo ser cuidadoso. Si te duele me dices, ¿si?-Asintió.

Me bajé mi ropa interior y volví a mi posición inicial. Sus mejillas estaban rosadas, su boca entre abierta y sus ojos se encontraban mirando los míos. Que imagen tan perfecta. ¿Qué hice yo para estar entre las piernas de una joven tan preciosa?

Narrado por Rin:

"Llegó el momento de la verdad", pensé. Y sentí su hombría rozar mi feminidad. Trague saliva. Sesshomaru beso mis labios un momento, lo senti meterse en mi interior y entonces una punzada allí me hizo cerrar las ojos fuertemente y un quejido salió de mi boca.

- Lo siento, podemos seguir en otro momento si quieres.-Dijo preocupado por salir de mi interior y abrace su cuerpo con mis piernas.

-No te detengas. Sólo fue leve.-Dije para calmarlo.

-¿Segura?

-Si.-Pose mis manos en sus anchos hombros. Y comenzó a besar mi cuello. Ahogue un gemido en cuanto comenzó a moverse, al principio no fue tan placentero como leí al respecto, pero fue cuestión de un corto momento, porque en cuanto empezó a moverse a su ritmo, comenzó a gustarme cada vez más. Mordi mis labios para no gemir.

- No hagas eso, permíteme oirte gemir mi nombre.- Hablo él un poco agitado. Tomo mis caderas y comenzó a aumentar la velocidad de sus embestidas. Me parecía increíble ver como su miembro entraba en mi. Se inclinó a besar uno de mis pezones y gemi ante eso. Pareció gustarle aquello, por que aumento más las embestidas y algún que otro gemido escapaba de sus labios. 

-¿Podrías ponerte de espaldas a mi?- Me pregunto. Asenti. Incline mi trasero hacia él y en cuanto lo hice planto un beso en una de mis nalgas. Sentí mi rostro arder ante eso y abrace la almohada. Sujeto firme mis caderas y suspire en cuanto entro nuevamente en mi interior. Al principio despacio y luego fue aumentando la velocidad. La habitación se llenó de gemidos, tanto suyos como míos. Y no sabia que me gustaba más, que me lo hiciera de esa forma o que él gimiera al hacerlo. Sentí las paredes de mi interior contraerse y apreté mi agarre.

-¿Te vas a venir, pequeña?-Pregunto en mi oído y asenti.

-S-Si...

-Aún no, lo haremos juntos.¿De acuerdo? -Asenti.

Sus embestidas se volvieron algo bruscas, pero no dolían.  Y entonces, tan sólo entonces todo explotó de golpe y placenteramente. Lo sentí correrse en mi interior, su hombría palpitaba un poco. Se sentía extrañamente bien.

Y se dejó caer en mi espalda, plantó un beso en ella y yo me deje caer sobre la almohada.

¿Así se siente hacer el amor?

CONTRATO YAKUZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora