Narrado por Rin:
Suspire peinando mi cabello, ya pasaron cuatro semanas. Sesshomaru me manda mensajes todo el tiempo, pero no respondo ninguno de ellos. Gracias a Byakuya me enteré que esta durmiendo en la habitación de huéspedes. Trato de evitarlo todo el tiempo, incluso para cenar. Mi padre cree que exagero, pero no le veo la exageración por mi molestia ante una infidelidad por parte del hombre que es mi esposo.
Inuyasha se la pasa conmigo en sus tiempos libres y es lo más genial del mundo. Me ayuda mucho a olvidar la tristeza que me genera el saber que Sesshomaru me había engañado. La peor parte de esto, es que, después de esa mañana no puedo evitar pensar en cómo se atrevió a hacerlo. Habíamos hecho el amor, ¿acaso esas mujeres eran mejores que yo? Bueno, seguramente. Tanto física como sexualmente eran mejor que yo. Tal vez soy una tonta por compararme con mujeres de compañía, más no puedo evitarlo.
-Señorita Rin, permiso.-Byakuya se adentra a mi cuarto.
-Adelante, ¿qué sucede, Byaku?
-Su padre la mandó a llamar a su despacho.
-¿Sigue molesto por lo ocurrido?
-Asi es, señorita. No es que quiera meterme en sus asuntos, pero esto de que el Kobun ya no comparta aposentos con usted genera cierta desconfianza en la yakuza.
-¿A que te refieres?
-Confian en el Kobun. Demasiado, a decir verdad. Y como ya debe ser consciente, nadie quiere que usted ocupe el lugar de su padre ni ningún otro.
-Entiendo.-Suspire.
Me busqué un suéter y una vez que lo tuve puesto, Byakuya me acompaño hasta el despacho. Me abrió la puerta y como siempre, Inuyasha estaba allí bebiendo un trago con mi padre.
-Mañana informaremos nuestra respuesta a ese contrato.
-Si, señor. Con permiso.-Dijo poniéndose de pie.-Rin.-Me saludo besando mi mejilla.
-Nos vemos luego.-Le comente con una sonrisa leve y él asintió.-¿Que sucede ahora?-Le pregunte a mi padre una vez solos, tomando asiento frente a su escritorio.
-Voy a organizar una reunión aquí con uno de nuestros socios más importantes. Tu esposo va firmar un contrato conmigo, y quiero que estés presente.
-¿Y eso porque? Según tú, yo no tengo nada que hacer en esos asuntos.
-Para estos sujetos el hecho de que mantengas una relación con mi sucesor es relevante. Hay rumores de tu matrimonio y eso pone en tela de juicio el lugar que ocupa él.-Deja el vaso de whisky y me mira.
Mi boca se abrió.-¿Que? Eso quiere decir...
-Si los miembros de la yakuza pierden respeto hacia su persona, todo porque a ti se te ocurre ponerte en un modo dramático y exagerado, tendré que tomar las medidas necesarias. Entonces, ¿seguirás actuando como una niña?
-Padre, no estoy actuando como una niña. Estoy molesta con él, me engañó.
-Te pareces a tu madre, tan estúpida a veces.-Se lamentó y fruncí mi ceño.-Sabia que tarde o temprano me darías algún problema.-Se pone serio.-Quiero que vayas ahora mismo a buscar a Sesshomaru, que te disculpes por la manera en la que estás actuando y mañana en la tarde, quiero verte bien vestida. Y a su lado ante la llegada de los socios.¿Se entendió? No me mires así, por que es una orden, vas a cumplirla callada la boca. Nos vemos más tarde, pequeña.-Me sonrió.
Con indignación me puse de pie y salí azotando la puerta. Por unos minutos sentí mis ojos llenarse de lagrimas de impotencia. ¿Ahora no podía estar molesta por algo que a cualquiera le dolería? Y como si fuera poco, se atrevió a hablar de mi madre de aquella forma.
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CONTRATO YAKUZA
FanfictionEl joven Sesshomaru Taisho nunca habría imaginado que se casaría a los 22 años, y mucho menos con la hija menor de un líder Yakuza.