¿Lista?

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Narrado por Rin:

Mire mi reflejo al espejo, deje caer la bata al suelo y admire la lencería blanca sobre mi piel. Traía un conjunto de encaje, portaligas y medias finas a juego. Mis pezones podían verse a través de la tela transparente.

Había tomado las medidas necesarias, me dolió depilar mis zonas delicadas con cera, pero estaba contenta con el resultado.

Me planche el cabello y use maquillaje. Solía usar poco maquillaje, pero ahora mis labios estaban teñidos de rojo, pestañas bien arqueadas y pintadas. Base y un poco de sombra suave para darle brillo a mis párpados. Use mi perfume más costoso, unos pendientes y estaba lista.

Camine hasta toparme con una bolsa en el suelo, dentro habían pétalos de rosas. Los arroje por todo el cuarto, inclusive la cama. Encendí un par de velas y apague la luz para que sea la habitación iluminada por su tenue luminosidad.

Todo estaba perfecto.

Sólo faltaba mi esposo.

-Byakuya, llama a mi esposo y por favor, salgan de aqui.-Le ordene detrás de la puerta.

-De acuerdo, señorita.-Hablo él.

En cuanto escuche sus pasos alejarse, corrí a la cama. Mis manos comenzaron a sudar, mi corazón se aceleró. No sabía en qué pose ponerme, me puse en cuatro, ¡no! Me acosté de lado, posando ¡tampoco! Opte por sentarme al borde de la cama. ¡No me convencía!

Corrí hasta la bata en el suelo y me la puse rápidamente. Quedé de espaldas a la puerta en cuanto está se abrió, un escalofrío recorrió mi espalda.

-Rin,¿pasa al...?-Gire mi cabeza un poco para verlo y estaba perplejo ante la decoración.

Era mi momento. Tenía que brillar, casi tanto como las actrices de las películas que me había visto antes de organizar todo esto.

-Quiero que esta noche sea especial...-Dije caminando hasta él.Deje caer la bata a mis pies y me ruborice en el momento que sus ojos se posaban en cada parte de mi cuerpo.-¿Dirás algo o sólo te quedarás ahí? -Pregunte divertida.

- Es que me dejaste sorprendido.¿Preparaste todo esto para nosotros?

-Así es...-Me atreví a abrazar su cuello.- Quiero complacerte está noche.

-Espera, ¿que?- Se alejó de mi.-Rin, no quiero.

-¿¡Qué!?

-Te dije que lo haríamos cuando estés lista. No me complace el hecho de que lo hagas sólo porque soy tu esposo.-Tome sus manos.-Yo quiero hacerte el amor, pero no así. No de este modo.

-Prepare todo para ambos, quiero que me hagas el amor. De verdad, lo quiero.-Dije mirándolo a los ojos.-¿Acaso tu no quieres?

-Si, pero no se puede.

-¿Porque? ¿Porque tengo quince años?

-Rin, no es eso.

-¡Lo es!-Le grite molesta.-Tu no quieres hacerme el amor porque me ves como una niña. ¡Ya no soy una niña! -Me aleje de él.- Mira mi cuerpo, ¿se ve como el de una niña? Tocame.-Tome su mano y la pose sobre uno de mis senos.Inmediatamente alejó su mano de allí.

- No vuelvas a hacer eso.

-Mira como lo hago.-Esta vez tome sus dos manos y lo obligue a apretar mis pechos.

-Rin, no me hagas esto...

-¿Se sienten suaves? ¿Te gustan?-Mordió su labio inferior, se estaba resistiendo. Conduje sus manos hasta mi trasero, las deje allí para abrazar su cuello.-Parece que te tragaste tu lengua.-Sonreí divertida.

De repente, atrapa mis labios en un desesperado beso, trato de seguir el ritmo de su lengua en mi boca, pero se me era imposible. Me carga entre sus brazos, mis piernas automáticamente se aferran a su cintura. Mi espalda cae en el colchón, él estaba entre mis piernas y comenzó a besar mi cuello. Un gemido silencioso escapó de mis labios al sentir los suyos allí, succionando la piel. Con una de sus manos sostenía su peso y con la otra acariciaba mi figura, deteniendose en una de mis nalgas, para apretarla bruscamente. Solté un quejido por lo brusco que había sido, de golpe Sesshomaru se aparta de mi, poniéndose de pie.

-Lo siento, me deje llevar.-Dice incómodo.-Creo que debo tomar una ducha fría.

-¿Ahora?-Pregunte incrédula.

-Ya mismo.-Dice caminando rapidamente hasta él vestidor.

Me pongo de pie y lo sigo hasta ese cuarto, lo veo tomar una toalla.-Me bañare contigo.

-¿Qué? Rin, eso sería invadir mi privacidad.-Dice apresurado.

-Desde el día que aceptaste ser mi esposo no la tienes.-Dije divertida.

Narrado por Sesshomaru:

Rin se negaba a dejarme sólo, cuando más necesitaba estarlo. Tenía una erección y debía deshacerme de ella lo más rápido posible.

- Quiero hacerlo aquí, mira, podemos rebotar.-Dice rebotando en un sofá redondo.

-Rin...

-Oh, ven aquí.-Se pone de pie y jala de la corbata de mi traje para llevarme hasta allí. Se sienta y abre sus piernas para dejarme entre ellas.-Veo que tienes un problema aquí. -Mira mi ereccion sobre la tela del pantalon.-Para tu buena suerte, me gusta mucho lamer paletas.-Me sonríe.

-¡¿Eh?!

CONTRATO YAKUZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora