Capitulo 10

497 43 117
                                    

Todos esperando, los que se casaban leían sus votos mientras se miraban uno al otro... era hermoso... era.

La ceremonia estaba por finalizar y así estarían unidos en sagrado matrimonio.

Padre.Tokei: Si alguien presente se opone a estas uniones que hable ahora o calle para siempre.

Nadie dijo nada, el ambiente no podía estar mejor, unas que otras lágrimas por parte de los amigos que presenciaban la ceremonia.

Padre.Tokei: Con el poder embestido en mi yo los decla...

Hiei: ¡Paren está maldita ceremonia!

Hiei había llegado al lugar las miradas estaban posadas en él pero eso era lo que menos le importaba en estos momentos.

Hiei: ¡Me opongo rotundamente a que ellos dos se casen!

Señalo a Yukina y Kuwabara, ella lo miró confundido y el otro con enojo mal contenido.

Kurama: Hi... Hiei... puedo... ex... explicarlo.

Se levantó de su asiento dirigiendo su mirada a su amigo y disponerse a ir donde esté se encontraba.

Hiei: Cierra la boca maldito zorro traidor no quiero oír tus excusas baratas y no vengas y saques flores de tu cabello para dármelas porque no te funcionaran.

El pelirrojo no dijo más y mejor se fue a sentar, sabía que había hecho mal y lo que querían evitar tanto siempre sucedió.

Padre.Tokei: Disculpé joven pero ya pasamos esa parte.

Se disculpó nervioso el anciano padre.

Hiei: ¡Me ves con cara de que eso me importa viejo!

Tokei no dijo nada más, la amenazante mirada del azabache lo hizo callar y retroceder dos pasos hacia atrás.

Kuwabara: ¡No tienes derecho a interferir entre el amor que nos tenemos Yukina y yo!

Yusuke: Kuwabara...

El azabache lo miro con preocupación, su mirada decía “cierra la maldita boca si quieres seguir vivo”
Para desgracia de todos el peli-naranja no hizo caso y siguió sin saber que le estaba echando más leña al fuego.

Kuwabara: Si querías a Yukina debiste demostrarlo antes no ahora, que acaso el pequeñín está celoso por no conseguir  el amor de esta bella chica.

Hiei: No seas estúpido, tu no sabes nada.

Kuwabara: Aquí el único estúpido eres tú interrumpiendo nuestra boda, enano.

La sujeto de la cintura y depósito un beso en la comisura de los labios de ella.

Yukina: Kazu... Kazuma.

Decía ella sonrojada y tartamudeando.

Kurama: ¡Yusuke!

Yusuke: ¡Kuwabara!

Gritaron desesperados, viendo como la energía espiritual del korime se volvía grotesca y abrumadora.

Hiei: Estás... ¡Muerto!

Más rápido que cualquier parpadeo Hiei desenvainó su espada apuntando directo a la cabeza del peli-naranja que ni se había percatado del peligro que corría su vida. El azabache se encontraba segado por la ira y el hecho de sentirse traicionado por ellos.

Hiei: Ni creas que te salvaste maldito.

Decía acercándose de nuevo al altar haciendo que su espada se arrastrará en el suelo con aquella inestable energía saliendo de su cuerpo especialmente de su brazo donde estaba el tatuaje del dragón negro.

Aceptarme como soyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora