Capitulo 16

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Era un día oscuro, las nubes cubrían el Sol, amenazaba con llover en cualquier momento, había frío, había impotencia y había... dolor...

El silencio era el dominante en todo el lugar, en algunas ocasiones se podía oír los pasos de los doctores y enfermeras pero era un día tranquilo un día como cualquier otra donde no hay emergencias, los pacientes esperan sanar y otros simplemente esperan morir.

Asahi: Vamos... deja esa expresión...

Con dificultad intento levantarse y poder sentarse.

Hiei: Idiota... no hagas eso.

Se levantó de la silla en donde estaba, se acercó a ella y la volvió a acostar en la cama con cuidado.

Asahi: Al menos tus lindos sobrenombres siguen ahí.

Ríe débilmente ante la mirada llena de preocupación del chico, no había soportado la escena que presenció el día de ayer.

Después de perder el conocimiento en la habitación despertó luego de unos segundos y empezó a buscarla de nuevo, no sabe cómo o cuando pero llegó a la sala de emergencias. Había enfrentado situaciones duras en el transcurso de lo que había vivido pero ver a Asahi acostada en aquella camilla sin vida, el doctor Mabo haciendo todo lo posible para que su corazón volviese a latir le hizo darse cuenta que no estaba listo para dejarla ir... aún no... no lo estaba.

Esa imagen se repetía una y otra vez en su recuerdos como un cruel castigo que solo le muestra algo que no puede evitar, algo que debe ver nada más hasta el final, algo que va con la vida de los seres humanos.

Hiei: Debo salir por unos momentos, regresaré pronto.

Se fue sin esperar una respuesta por parte de ella, salió por la ventana la cuál cerró después, se fue saltando de edificio en edificio sin percatarse del inestable clima.

Asahi: Estúpido...

Miraba fijamente la ventana por la cual él pelinegro acaba de salir.

Asahi: No eres él único al cual le está costando decir adiós...

Unas cuantas lágrimas salieron de sus ojos.

Hiei: Idiota...

Había llegado al bosque, la lluvia se había hecho presente solo que no tan fuerte.

Hiei: Debes...

La estamos perdiendo...

Hiei: Dejarla...

La perdemos, no hay pulso...

Hiei: Ir...

Comiencen reanimación. Retrocedan. Aún nada, hagan lo de nuevo. Aún sin pulso.

Hiei: Maldición...

Se detuvo en el bosque, dio un fuerte golpe al tronco de un árbol de pino, su mente lo torturaba con aquellas imágenes una y otra vez,  ¿Por que era tan difícil? ¿Por que le había tomado tanto aprecio? ¿Por que tuvo que conocerla?... ¿Por que?

Sin notarlo la lluvia había incrementado, tanto, que su ropa estaba empapada aunque eso poco le importaba.

Doctor, doctor, hay pulso, tenemos pulso, la recuperemos.

Cubrió su rostro con una de sus manos, abiertos o cerrados siempre lo veía, a Asahi sin vida en la camilla, al doctor y las enfermeras haciendo todo lo posible para reanimar su muerto corazón hasta conseguirlo.

Hiei: ¿Cuando demonios llegue aquí?

***

???: ¡Maldición!

Aceptarme como soyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora