Capitulo 18

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El cielo estaba grisáceo, las nubes cubrían el Sol y amenazaba con llover en cualquier momento. La brisa era fresca y mientras algunos gozaban de alergia a otros no les quedaba mas que pesares.

Un sobre había llegado a casa de los Minamino, sin el nombre de quién lo había enviado pero teniendo el de quiénes lo recibían.

Para: La hermosa pelirroja, él idiota sexy y él  imbécil cabello de zanahoria

Alías: Suichi Minamino, Yusuke Urameshi y Kazuma Kuwabara.

Yusuke: No se si debo tomar eso como un insulto o como un cumplido.

Kuwabara: ¿Quien será él imbécil del cabello de zanahoria?

Ambos jóvenes se encontraban en la casa de Suichi quien los había llamado por teléfono al recibir aquel peculiar sobre.

Yusuke: Yo se quien es.

Kuwabara: ¿¡Enserio!? ¿Quien? -Yusuke lo toma por los hombros y lo hace verse en el espejo-

Yusuke: Ahí lo tienes.

Kuwabara: Urameshi ¡eres un idiota!

Yusuke: Pero uno muy sexy.

Kuwabara: Se nota que la que mandó ese sobre no tiene buen gusto.

Yusuke: ¿¡Que dijiste!?

Kuwabara: ¡Lo que escuchaste!

Ambos comenzaron a pelear desordenando la habitación del pelirrojo quien los observaba con molestia. Si bien no estaba de buen humor ver peleas no lo animaba para nada

Kurama: Si siguen peleando no les leeré nada.

Ambos dejaron de jalarse la cara y se acomodaron nuevamente. Kurama abrió el sobre para poder leer la carta que estaba adentro.

¡Hola! Se estarán preguntando quien soy y porque sé sus nombres y las direcciones de sus casas... Bueno eso es porque... soy admiradora de uno de ustedes...

Kuwabara: ¡¿Que una admiradora!? ¡¿Como se llama!?

Yusuke: Cierra la boca idiota *le da un fuerte golpe tirándolo al suelo* Recuerda que tu ya estás casado -Le recordó mientras lo pateaba-

Kuwabara: Mira quien lo dice, tu aceptando cumplidos de una desconocida.

Kurama: A todo esto ¿Por que tengo que leer yo? (Es vergonzoso)

Yusuke: Porque tú lees mejor que nosotros dos.

Kuwabara quien se había levantado del suelo asintió con la cabeza dándole la total razón a su amigo, Kurama no tenía otra opción más que seguir leyendo aquella carta.

¡Ah no se crean! Ni que tuvieran tanta suerte.

Por cierto yo ya me morí y sino terminan de leer esta carta los perseguiré por el resto de sus vidas. Se que dirán “Podemos encargarnos del fantasma de una chica si hemos vencido a unos más fuertes” Pero les aseguro que no querrán tenerme cerca. No, no, no, no.

Aceptarme como soyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora