✞ ✰» Capítulo 3.

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Como anteriormente les decía, Frigga era la única que defendía mi postura en querer aprender magia. Ella más que nadie sabía y veía que yo no había nacido para ser un guerrero troglodita como los demás (como Thor, a fin de cuentas). Sin embargo, tampoco se le podía ganar una batalla verbal al Padre de Todo, pues quisiera o no, yo tenía que entrenar al igual que Thor. Odín siempre se mostraba autoritario que era capaz de estremecer de miedo a cualquiera, pero no a la reina.

"― Tú mismo habías mencionado que Loki podía hacer lo que quisiera. Y él quiere ser un hechicero, no un guerrero. ¿Por qué ahora lo obligas?
― ¡Pues he cambiado de parecer! Y como Loki es considerado mi hijo, debe saber combatir, y si no lo sabe hacer, me pondrá en vergüenza, y no solo a mí, sino al Reino de Asgard.― Podía ver el dilema en el que se sentía Odín, pues yo pensaba que si me supiera defender al menos no daría pena como AEsir.
― ¡Pero Loki aún es pequeño! No puede recibir el mismo entrenamiento que recibe Thor.
― Creo que tiene la edad suficiente para que aprenda a defenderse, además de que los golpes y heridas que pueda obtener le servirán para que deje de ser delicado y fortalecer su carácter como guerrero.
― ¡Pues yo no lo voy a permitir!
― ¡Escúchame bien Frigga! No dejaré que Loki sea un debilucho y ponga en vergüenza su posición, apellido, a mí y a todos los AEsir.
―Puede que Loki no tenga la fuerza como la de un guerrero, pero tiene una poderosa mente...
―Pero una mente poderosa no puede combatir en guerra, así no se ganan las batallas. He dicho que entrenará con Thor, o si no me veré obligado en reprenderlo severamente.
―No te atreverías.
― ¡Por supuesto que me atrevería! Si no me crees, ponme a prueba."

Mi mente guardó cada palabra que había escuchado en una noche que me dirigía a los aposentos donde descansaba mi madre con Odín. ¿Por qué?¿Por qué mi padre me trataba de manera tan despreciable?¿Por qué era tan severo conmigo y no con Thor?¿Por qué en sus ojos yo no veía amor de un padre hacia su hijo cuando me miraba?¿Por qué me trataba como si yo no fuera su hijo?¿Qué es lo que había hecho mal aparte de querer inclinarme por la hechicería?
Siempre veía como Thor se mostraba feliz de la vida con el duro entrenamiento que le colocaban para convertirse en un guerrero junto a sus amigos. Era tan obstinado en entrenar para convertirse en el hombre más fuerte de todo Asgard, de los nuevos mundos inclusive, pues era amante de proteger de a quienes amaba. Y más aún cuando le dieron la noticia de que yo también formaría parte de su estúpido y salvaje entrenamiento. Pero yo, yo estaba hastiado, triste y nervioso. Como fui obligado a entrenar junto con Thor, sus amigos y otros tantos, no me quedó más que obedecer, ya que el mismísimo Odín me había sentenciado que fuera a entrenar o si no estaría en serios problemas. Y como todo niño que teme a su padre, solamente obedecí a los caprichos del Padre de Todo.
¡Por supuesto que daba todo mi esfuerzo! Pero no importaba lo mucho que trabajara en ello, no era competencia para mis compañeros; que eran más grandes, fuertes y hábiles, por lo que era vencido con facilidad. Todos eran mayores a mí, y me veían como un bicho raro, claramente no me tenían compasión o me entendían; así que terminaba cansado más rápido de lo que esperaba. Todo lo contrario a Thor quien parecía tener energía por horas, o quizá días. No mentiré al confesar que al término de cada entrenamiento, un alivio se apoderaba de mí. No soportaba aquello. Yo debería estar practicando mis hechizos, no comportarme como un animal. Pero como de costumbre, toda felicidad o paz era terminada rápidamente por algo o alguien. Odín en cada entrenamiento, me repetía algunas palabras, y las mías siempre eran las mismas..

"―He notado que tu desempeño en el entrenamiento es verdaderamente lamentable.
―Padre, yo... ―Era vergonzoso llorar ante las duras palabras que Odín solía dedicarme. ¿Por qué no podía decirme palabras de aliento o de motivación como las que solía decirle a Thor?
― Llorar no te ayudará a ser un guerrero o hechicero. No avergüences más a todos los AEsir."

Y como todo "buen hermano mayor", Thor siempre aparecía para protestar a mi favor, pero como era de esperarse, no lograba nada, sino todo lo contrario. Hacía que Odín se enfureciera aún más y nos reprendiera peor por tal rebeldía que mostraba Thor ante él, solo por tratar de defenderme. Yo no sabía cómo entender el por qué Odín no me trataba como el igual de Thor, y en ese entonces pensaba que era mi culpa, pues no cumplía con las expectativas que tenía sobre mí.
Lo único bueno al final de día, era que después de una buena ducha, tomaba uno de mis tan preciados libros y corría a los jardines traseros del palacio, observando por un momento la flora y después perderme en aquella lectura que lograba relajarme.

𝑳𝒂 𝑽𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝑴𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒐𝒔𝒐.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora