𝑳𝒂 𝑽𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝑴𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒐𝒔𝒐.

✞ ✰» Capítulo 13.

Para mi desgracia había llegado a la edad en la que se realizaban torneos para demostrar quién era el más fuerte de los guerreros. Así que no me preocupaba demasiado, ya que había mejorado notoriamente en todo, pero de todas formas estaba nervioso, no quería defraudar a Odín, a mi madre, a Fandral y a Balder. Era importante para mí enorgullecer mi origen y esta era la clase de manera que me ayudaría a que Odín viera mi potencial y por fin, me comenzara a notar.
El dichoso día había llegado, así que para alejarme del estrés que sentía, me había encerrado en la biblioteca, logrando tener la paz que necesitaba. Sin embargo unos pasos presurosos se iban acercando. Pensé que sería Odín, furioso por una de las travesuras que había hecho a uno de los guardias. Afortunadamente toda mi preocupación se había ido al ver que, quien abría la puerta era Fandral.

"― ¿Nervioso, Loki?
― Ya no.
― Me alegra de que así sea. Bueno, te estaba buscando.
― ¿Sucedió algo malo?
― No, solo quería desearte suerte. Serás tú, quien salga vencedor. Eres mucho mejor que ellos, no lo olvides Loki."

Y antes de que pudiera responder, Fandral se había acercado con toda caballerosidad, y me besó. Dulce y cuidadosamente, dejándome con una paz increíble. Me regaló una sonrisa, y salió de la biblioteca, pues concordamos en mantener nuestro romance en secreto y al margen.
El tiempo corría y yo tenía que prepararme. Mi madre se había encargado de diseñarme una armadura dorada y negra, lo suficientemente ligera para moverme con facilidad. Una vez listo, caminé hacia la arena y estando allí, una adrenalina me invadió por completo, estaba emocionado, haría que todos se tragaran sus palabras y al fin me reconocieran. Y entonces apareció mi primer contrincante. Era de la misma física que Thor, pero detectar su debilidad fue de lo más sencillo, así que no duraría mucho peleando con él. Anteriormente me habían dejado en claro que estaba estrictamente prohibido el usar magia. Afortunadamente no tenía ningún problema con ello, ya que había obtenido un gran talento para atacar y defenderme con las dagas.
Antes de que comenzara la pelea, mis ojos buscaron el rostro de mi madre, ya que me darían la fuerza que necesitaba, al verlos, pude notar la presencia de Fandral, Balder, Thor y Odín. "¿Pero qué?¿El Padre de Todo se había presentado?¡Genial!" Al fin tenía su atención en mí, le mostraría de lo que era capaz de hacer con o sin magia. Sin perder tiempo, saque las dagas de entre mi vestimenta, antes de que el grito de inicio se anunciara.
"¡Joder! Jamás había sentido un deleite como este. Todo el pueblo de Asgard coreaba mi nombre en apoyo. Y sabía que mi madre, Fandral, Balder y Thor, también estarían gritando mi nombre". Si tan solo Odín hiciera lo mismo.

Pasaron un par de horas, y el torneo había acabado. Y con ello mi momento de gloria llegaba. Había sido el vencedor, y aunque con uno que otro contrincante me dificultó el torneo, logré derrotarlos a todos. A pesar de tener heridas menores, el sabor de la victoria me ayudaba a olvidar eso, y no solo ese detalle; el escuchar como clamaban mi nombre y no el de Thor, era lo mejor. Mentiría si dijera que jamás sentí envidia hacia Thor. Después de todo él era el favorito de Asgard. Cuando subí mi mirada hacia las gradas para ver la expresión de Odín, noté que no estaba. El coraje se apoderó de mí. ¡El muy bastardo se había ido! Fue entonces cuando toda pizca de alegría se había ido de mí.
Mi madre había organizado una pequeña cena familiar para celebrar mi triunfo, así ido a mi habitación para poder asearme.
Después de una buena ducha, me había sanado algunas de las heridas que tenía por el rostro, torso y brazos. Me había vestido y dirigido al comedor donde seguramente me esperaban mi madre, Thor y Odín. Realmente no tenía ganas de nada.
Una vez en el comedor, me centré solamente en el plato de abundante comida. No quería ver el rostro de Odín, quería desaparecer en ese mismo instante. Fue entonces cuando un rencor me cegó. Si Thor hubiese ganado, no habría fuerza capaz de callar al Padre de Todo ante el triunfo del favorito del Rey. Yo había ganado, y parecía que eso no era suficiente. "El hijo favorito. El maldito hijo favorito. Thor."

"― Felicidades, hijo mío. Sabía que la victoria sería tuya. Lo mereces."

Las palabras de mi madre me habían relajado un poco. Ella siempre tenía las palabras adecuadas para hacerme sentir mejor.

"― Muchas gracias, madre.
― Esperaba algo más de ti, Loki."

"Si no ibas a felicitarme, ¿qué acaso no podías mantener la boca cerrada? Oh, pero claro, si hubiera sido Thor, otra cosa sería, ¿no es así?"

"― ¿Y qué puede saber el Padre de Todo, si ni quisiera estuvo presente en el torneo?― Escupí con tanto odio que mi madre y Thor estaban perplejos, mientras que Odín se mostraba colérico ante tal altanería.
― Cuidado con tu lenguaje y tu tono, much...
― ¡Sólo dilo! ¡Dime que me odias!― En ese momento estaba gritando, me había levantado de la silla mientras golpeaba con frenesí la mesa.
― ¡No te odio, Loki! ¡Es sólo que...
― Es porque no soy Thor, ¿no es cierto?― Podía ver el conflicto en el que se estaba debatiendo Odín.― ¡Responde!"

Estaba al borde de las lágrimas, me dolía el corazón. Jamás seré para Odín, el igual de Thor.

"― ¿No lo dirás? ¡Perfecto, entonces yo lo diré! ¡Yo sí te odio! ¡Te aborrezco! ¡Yo no tengo padre!
― Loki...
Thor me había tomado de la mano, intentando tranquilizarme, pero solo eso me había hecho enfurecer más. "El favorito de Odín. El favorito de Asgard. El favorito de todos."
― ¡Tú no te atrevas a tocarme! ¡También te odio a ti!"

Me había refugiado en uno de los jardines de Asgard, donde solía verme con Fandral cuando deseábamos estar solos. Por alguna razón había preferido ocultarme allí. Creo que se había convertido en mi lugar preferido. Con el paso de las horas, el coraje y odio se habían ido. "Pero, es que Thor es el hijo predilecto, el preferido; él era perfecto para todo. En cambio yo solo era el raro, el que no tenía amigos, el solitario, el cerebrito, el débil, el dios del engaño, de las travesuras." Lloré, jamás había sentido mis lágrimas tan agrias, sentía un odio despreciable contra mí mismo. Era tanto mi coraje que golpee el tronco de un árbol con todas mis fuerzas, haciendo sangrar los nudillos.

"Tengo que cambiar, ya no seré vulnerable. No más."

"― No pensé que estuvieras en nuestro lugar, Loki.
― ¿Fa-Fandral?¿Qué haces aquí?
― Thor te está buscando. Me contó lo sucedido. Loki, para mí, tú eres el mejor.
― Gracias por tus palabras, enserio. Me ayudan a sentirme mucho mejor.
― Creo que no es necesario decirlo porque lo sabes, pero te lo diré de todas formas. Te amo Loki, y nunca dudes de ti mismo. Eres grande, y naciste para hacer grandes hazañas.."