𝑳𝒂 𝑽𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝑴𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒐𝒔𝒐.

✞ ✰» Capítulo 5.

Era la celebración de mi cumpleaños, y el obsequio que mi madre me había dado era uno de los mejores, no cabía de felicidad. Era una serpiente, obscura como mi cabellera, de unos esmeraldas idénticos a los míos. Sí, mi madre era la mejor de todas. Y aunque ella no podía obligar a los demás a que fueran mis amigos, creo que la mejor idea para que no me sintiera solo, era dándome ese ofidio* (cabe recalcar que soy amante de ese tipo de criaturas). Después de darle las gracias junto con un abrazo, decidí perderme un rato en el jardín en la compañía de aquel reptil.
Sin embargo unos pocos días después me encontré con Thor, quien lucía molesto conmigo, cosa que para aquellos años, era raro entre nosotros.

"―Loki, desde que madre te ha dado esa serpiente, no te despegas de ella. Pasas mucho más tiempo con ella que con tu hermano. Es más, sueles leerle más que a mí.― Podía ver la inconformidad en los zafiros de Thor, y la necesidad de que yo estuviera con él y no con mi mascota.
―Tendrás que disculparme Thor, pero ella es la única quien le agrada estar junto a mí, además de que le he tomado un gran cariño.
― ¿Así que prefieres estar con esa cosa asquerosa, en vez que con tu hermano?―Y allí estaba Thor, mostrando un rostro lleno de tristeza por dejarle, según él.
―Algo así...
― Bueno, también venía a decirte que se nos hace tarde para el entrenamiento, apresúrate a llegar."

¡Ese estúpido entrenamiento que me desconcentraba de mis clases de hechicería! Ya no quería seguir más con ello, así que por primera vez, había decidido en no asistir. Total, ¿qué podía pasar si faltaba? No es como si fuera a morir, ¿o si? Con dudas, me dirigí hacia a la biblioteca, sabía que ese sería el único lugar donde no sería molestado o buscado.

¡Oh, pero cuán grande había sido mi error al creer que Odín no tomaría represalias en mi contra por faltar a sus estúpidos entrenamientos! Ese mismo día en la cena, se sentía una tensión realmente incomoda, creí que no debería ser por mi falta, pero estaba equivocado, esa noche, esa jodida noche fue una de las peores.

"―Loki, ¿se puede saber porque has faltado a tu entrenamiento? ¿Crees que comportándote de esa manera llegarás a ser un gran guerrero? ¿Qué acaso no puedes aprender algo de Thor?"

Si esas palabras fueran un objeto físico y tuvieran un objetivo donde atacar, serían unas dagas enterradas en el pecho y corazón.

"―Lo siento mucho padre, no volverá a suceder.
― ¿Crees que con una disculpa será suficiente? Tienes que obtener un castigo para que aprendas."

Y como si mi miedo hubiera sido un motivo para incitar a Odín, sin dudar, tomó entre sus manos a la pequeña serpiente que descansaba sobre mis hombros, entonces, mi garganta se cerró, mis ojos ya derramaban lágrimas al ver semejante acto que, estaba seguro cometería Padre de Todo.

"― ¿¡Qué diablos crees que estás haciendo Odín!? ¡Basta, detente!"

Oía distorsionada la voz de mi madre, suplicando que todo aquello acabara, pero Odín no tenía la intención de detenerse en ningún momento. Y fue entonces cuando, con sus manos, partió a la mitad, al único amigo que tenía. Yo estaba paralizado ante aquel accionar, sentía que el alma me había sido arrancada del cuerpo. Lo último que logré escuchar fue un desgarrador grito por parte de mi madre y Thor; todo esto antes de que solo pudiera echarme a correr hacía los jardines del palacio.
En ese entonces, yo solía tener un "escondite" para que nadie pudiera encontrarme. Toda la noche me la pase llorando, preguntándome el por qué Odín me trataba así, y de nuevo esas preguntas atormentaban una y otra vez mi mente; ¿por qué era tan cruel conmigo? ¿Acaso no soy el hijo que Odín esperaba? ¿Me odia? ¿Por qué todos me odian? ¿Algún día seré tratado como el igual de mi hermano? Nuevamente allí estaba, ese sentimiento de soledad que me torturaba, volvía a aparecer, volvía a quemarme...simplemente volvía...

*Ofidio.- Sinónimo de serpiente.