𝑳𝒂 𝑽𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝑴𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒐𝒔𝒐.

✞ ✰» Capítulo 7.

Loki Odison de trece años cumplidos, pasaba su celebración en el césped de los inmensos jardines. Para ser sincero, no me esperaba una de las enormes fiestas que solían hacerle a Thor, así que no había más que estar tranquilo mientras observaba la bella vegetación que se me ofrecía en ese momento. Fue entonces que mi mente fue traía a la realidad cuando escuché tras de mí unos pasos, así que volteé para ver de quien se trataba.

"— Hola, mi niño.
— Hola, madre.
— Sé que desde lo que paso hace años has estado muy triste, y que era tu única amiga, pero...me encontré con alguien que quiere conocerte y ser tu amigo.
— ¿Yo agradarle a alguien? ¿Alguien me quiere conocerme a mí? ¿De quién se trata, madre?"

Y entonces apareció él. Se trataba de uno de mis compañeros de entrenamiento. Era un joven de la edad de Thor (o eso parecía), era más alto que yo (como siempre suele suceder), su cabellera era castaña y corta, sus zafiros eran bastante pacíficos, era notoriamente más corpulento que yo, el color marfil de su piel hacía que su blanca sonrisa le hiciera ver atractivo. Espera un momento... ¿acaso dije que se veía atractivo? Pero... ¿en qué mierda estoy pensando en ese momento? Eso era sumamente raro, jamás había pensado en cosas así. Creo que estaba loco, definitivamente loco.

"— Feliz Cumpleaños, Príncipe Loki. Me llamo Balder. —Había tomado la palabra aquel castaño, mientras elaboraba una pequeña y torpe reverencia, sacándome una sonrisa ante su evidente nerviosismo.
— Este pequeño jovencito se acercó a mí con la intención de pedirme la autorización para ser tu amigo y lo encontré tan adorable que le he traído de inmediato contigo, hijo."

Sinceramente esta atónito. "¿Alguien realmente deseaba ser mi amigo, así sin más?" Claramente estaba emocionado. Y por supuesto que sabía algo de él. Escuché que era huérfano, ya que sus padres habían muerto en batalla recientemente. Su padre había sido guerrero en las tropas de Asgard y su madre era una Valkyria que al igual, murió en combate.

"— Claro, ahora te recuerdo. Eres uno de mis compañeros de entrenamiento. Es un gusto conocerte, Balder. Pero puedes decirme solamente Loki, y muchas gracias por felicitarme.
— Como diga Prín... digo, Loki.
— Bueno, ahora que todo salió bien, creo que sería bueno que les dejara solos para que se conozcan mejor. Ah, y te voy a preparar un maravilloso festín, del cual tienes prohibido negarte.
— Gracias, madre. —Le dije con toda sinceridad. Pero mi padre no se había conformado con devolverme la sonrisa; se acercó a mí y me dio un abrazo, mientras susurraba un "Feliz Cumpleaños, hijo", para después desaparecer.
— ¿Qué es lo que desea hacer, Príncipe?
— Llámame Loki, en serio, llámame. Y si te soy sincero, jamás había tenido un amigo, y no sé qué se hace en estos casos.
— Entonces Loki, ¿te parece si solo nos sentamos y nos conocemos?
— Creo que sería lo mejor."

Era bastante agradable estar en compañía de Balder. Él había sufrido de la pérdida de su familia, pero eso no evitaba que tuviera una actitud positiva, ya que tenía el sueño de ser un gran guerrero y honrar la de esa manera a sus padres. Me pareció muy noble su deseo. La plática era muy amena, hasta que preguntó algo a lo cual no podía responder de manera simple.

"— ¿Y qué hay de ti, Loki? Según escuché, querías ser un hechicero y no un guerrero, ¿qué haces en el entrenamiento? ¿No deberías estar practicando tu magia?
— No es así de fácil, Balder. Mi padre no estuvo de acuerdo en mi pasión, así que me obligó a entrenar con Thor. No quiere que ponga en vergüenza a todo Asgard y los AEsir, ya sabes. Mi madre es la única que me apoya.
— No puedo creer eso, Loki. ¿El Rey de Todo tratándote de esa manera? Eres su hijo, debería ser más accesible y comprensivo con lo que quieres.
— Pues, no es así conmigo, Balder. Me trata muy mal, como si no fuera su hijo, y eso duele.
— Lo lamento tanto, Loki. Pero puedo asegurarte algo, a partir de hoy, seré tu fiel amigo, sirviente, compañero, confidente, todo lo que desee el Príncipe. Yo creo que serás un excelente guerrero, y el más poderoso hechicero de los nueve reinos; pero también, el mejor Rey de Asgard.
— ¿Enserio me ves como el Rey de Asgard?
— ¡Por supuesto que sí! Tienes todo lo que se necesita para ser un gran Rey."

Esas palabras provocaron que mis mejillas se tiñeran de rojo, mi respiración se agitara y mi corazón latiera más de lo normal. Alguien ajeno, un desconocido, había dicho que yo era el más apto para ser el futuro Rey de Asgard. Realmente estaba muy emocionado, feliz porque al fin alguien apreciaba lo que yo realmente era (claro, fuera de mi madre, ya que ella fue la primera en ver todas mis cualidades). Esa misma noche me di cuenta de algo. Balder y yo seríamos inseparables, al fin había encontrado a un amigo que me entendería y preferiría estar a mi lado y no de Thor.
Sí, mi madre me había dado el mejor regalo de todos, la felicidad de tener un nuevo amigo.