Cap.5 James

57 7 1
                                    

Mi nombre es James, tengo 15 años, hoy me pasó algo que me cambió la vida para siempre. Todo empezó cuando fui a mi entrenamiento de basquetbol, no pasó nada relevante, solo un compañero de nombre joseph me preguntó acerca de Alistair, solo le dije que él es una persona muy amable y genial.

Cuando salí del entrenamiento en una banqueta sentado se encontraba un chico, al parecer estaba llorando, por el traje que trae puesto puedo decir que él va en karate, ¿ Por qué estará llorando?, Eso en si no debería de importarme pero a mí no me gusta ver a las personas triste y solas.

Decidí acercarme al chico corriendo el riesgo de que este me diga algo grosero aunque de todas maneras esa sería una reacción normal, pero no pierdo nada con intentarlo.
– oye, ¿Te encuentras bien?.– el chico solo me desvío la mirada parece que realmente quiere estar solo.

– ¿Quieres algo?– habló en un tono muy seco aún así no parece un mal chico de hecho parece como si tratará de no ser grosero conmigo.

– realmente no, te ví triste y me preguntaba si había algo en lo que te podría ayudar.– me estoy poniendo algo nervioso.

– no hay nada en lo que me puedas ayudar.– dijo el chico algo cabizbajo.

– puede que tengas razón, pero si no hay nada en lo que te pueda ayudar, por lo menos puedo escucharte.– traté de mostrar mi lado amable y cálido con una sonrisa.

– me le declaré a una chica y ella me rechazó.– al fin cedió.

– ya veo, esa es la razón por la que estás triste.

– ¡No es por eso!– el chico gritó alterado.

–¿Entonces cuál es la razón?– dije algo nervioso.

– fue porque la hice llorar.– dijo en un tono decaído.

– ¿Llorar?, ¿No fuiste tú quien se le declaró?.– ahora estoy confundido.

– ella están amable y gentil que cuando me le confesé se puso en mi lugar, por eso lloró ya que no me puede corresponder ¡Soy de lo peor!.– el chico empezó a llorar, en cuanto a mí solo le di un abrazo en señal de que no estaba solo.

–¿Ella te dijo que le gustaba alguien?

– no.

– entonces todavía no te rindas puede que sí te esfuerzas ella te llegue a corresponder, es más yo te ayudaré.– trate de animarlo.

–¿Realmente harías eso por mí?.– dijo más animado.

– claro que sí, por cierto ¿ Cuál es tu nombre?– lo acabo de notar pero me ofrecí a ayudar a alguien del que no conozco ni su nombre.

– Frederick, ¿ Y el tuyo?.

– James, entonces a partir de ahora somos amigos ¿ Verdad?.

– sí.

Bilove [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora