"Quiero morir".
Es lo que pensaba y deseaba una joven de cabello rubio y ojos verdes su nombre era Sofía. Caminaba por los pasillos de la preparatoria arrastrando los pies no lucia bien, se dirigía a su aula al llegar ya no pudo más y perdió el equilibrio hubiera caído al suelo de no ser que Alistair en ese momento estaba justo tratando de salir del aula.
—ten cuidado, ¿Estás bien?— sostuvo de los hombros a la joven.
Tenía aspecto de no dormir bien, debilitada y como si la hubieran golpeado.
— no es nada, déjame.— dijo en el mismo tono adormilado que siempre tenía. Siguió su camino hacia su asiento.
— ¿Realmente estará bien?— la chica era su compañera de clase y casi siempre ella se encontraba así.
En otro lado de la preparatoria se encontraba Frederick con James en el aula de este último.
— entonces, ¿Le vas a dar el regalo hoy? ¿A qué hora?
—cuando salgamos de karate, Por cierto tú me vas a acompañar.—dijo algo nervioso.
— ¡¿Eh?! ¿Por qué tengo que ir yo?— no lo entendía que estaba tratando de hacer Frederick.
— a pesar de que ya no estoy enamorado de ella aún es vergonzoso hablar con Agnes.
— ya entendí nos vemos cuando salgas de karate.— dijo resignado realmente no le podía negar nada a Frederick.
Antes de llegar al entrenamiento Frederick acordó con James que este llevaría el regalo que escogieron juntos de este modo Agnes no sospecharía nada, bueno todo fue de acuerdo a lo planeado, James esperaba a Frederick con el regalo cuando esté salió tomó el regalo James decidió esperar desde lejos para no incomodar a la chica.
" Al fin podré conocer a Agnes" eso es lo que pensaba realmente necesitaba conocerla saber como es la chica de la que estuvo enamorado el chico que le gusta. Estuvo al pendiente de ver si ella ya había salido.
— ¿Se puede saber que estás haciendo aquí?—apareció de las sombras se trataba de Zack que se encontraba a espaldas de James.
—¡Haa!— dió un brinco por el susto pues literal el chico salió de la nada.—eso es lo que debería decir yo ¿Qué haces aquí?
— yo estoy espiando Agnes... Digo estoy asegurándome que llegue a su casa a salvó.
En veces parecía que Zack no era conciente de lo que decía pues decir algo como eso como si no fuera nada de él otro mundo lo hacía más raro.
— ¿si sabes que eso no está bien?
— que importa llevo haciendo esto desde que ingresamos a la preparatoria posiblemente ya se debió de dar cuenta solo que no le importa.— este tipo no sabía lo que es tener vergüenza.— por cierto no respondiste a mi pregunta ¿Qué haces aquí?
— Frederick me dijo que lo acompañará para darle un regalo de cumpleaños a Agnes.
— ya veo más les vale que sea un buen regalo.— advirtió el joven. —oye James, ¿Frederick ya sabe qué te gusta?—acercó su rostro demasiado al de James, cuando esté quiere saber algo tampoco conoce del espacio personal.
— ¡¿Eh?! ¡¿Qué estás diciendo?!— su rostro se tornó rojo, a penas acaba de aceptar sus sentimientos la pregunta de Zack fue demasiado para él.
En otro lado no muy lejos se encontraba Frederick esperando a Agnes la cual apenas acababa de salir, el joven no iba desperdiciar la oportunidad y se acercó a ella.
— hola Agnes.— la saludo algo nervioso.
— hola.— dijo algo incomoda incluso Frederick era conciente de eso pues la chica estaba desviando la mirada, no dejaba de morderse los labios y jugar con sus dedos.
—no te quitaré mucho tiempo solo quiero darte esto.— extendió sus manos en dirección a Agnes, en ellas tenía una caja de regalo con un listón morado que por cierto es el color favorito de la chica.— se que es mañana pero Feliz cumpleaños Agnes.
— gracias.— tomó el regalo seguía algo incómoda pero de alguna forma le hacía feliz la idea de recibir un regalo. En ese mismo instante decidió abrirlo quedó impresionada al ver lo que le habían regalado era una bufanda color azul.— ¿Todavía lo recuerdas?
—como lo iba a olvidar si cuando era invierno siempre decías que querías tener una bufanda.— le dedicó una sonrisa.
—muchas gracias Frederick.— solo por un momento se olvidó de su incomodidad y se comporto como siempre había sido con él.— bueno nos vemos.— la joven se fue.
Mientras tanto en el lado de James, Zack no dejaba de molestarlo con lo de Frederick.
— para empezar ¿Cómo sabes eso? ¿Acaso Allen te lo dijo?— dijo avergonzado.
—tenías que hacerme recordar a ese imbécil.—mencionó molesto parece que las cosas entre Allen y él no van muy bien.— pero no importa ahora pero por lo que veo supongo que Frederick no sabe de lo de Max ¿Verdad?
—no es necesario que lo sepa.— dijo en un tono serio hablar de ese tipo no le traía recuerdos precisamente buenos.
— James ya volví.—atrás de él se encontraba Frederick quién por suerte no había logrado escuchar nada.— Zack ¿Qué haces aquí?— dijo el chico curioso.
— solo pasaba por aquí bueno ya me tengo que ir.—se alejó de los otros chicos ya que se dió cuenta de que Agnes ya no estaba ahí tenía que alcanzarla y asegurarse de que no le pasará nada.
— al final no pude conocer a Agnes.— dijo decaído, tenía muchas ganas de conocerla y por estar hablando con Zack desperdicio la oportunidad.
— no le tomes importancia luego la podrás conocer.— puso su mano en el hombro de contrario mostrándole su sonrisa. James solo dió un suspiro.
En otra parte Zack perseguía a Agnes la cual en todo este tiempo no ha notado que este la sigue, ella iba en dirección a su casa, Zack estaba a una cuadra detrás de ella como siempre para evitar que ella lo viera, en ese momento recordó el hecho de cómo se conocieron. Fue 10 años cuando ellos iban en primaria, él todavía lo recuerda como si hubiera sucedido ayer, jamás olvidaría el día en que conocio a la chica que se volvió en su todo.
En las bancas que estaban en la entrada de la primera se encontraba sentada una niña parecía triste era muy pálida y tenía ojeras, el chico no podía ignorar eso y se acercó a ella.
— oye niña ¿Me puedo sentar a tu lado?— acercó su rostro al de ella para que le prestará atención la niña solo asintió con la cabeza.
El niño se sentó al lado de ella se dedicó a contemplarla nuevamente notó que no se encontraba bien.
—me llamo Zack, ¿Te gustan las paletas?— saco unos dulces que tenía guardados en su mochila. Ella solo asintió con la cabeza y recibió el dulce.
La niña seguía sin decir nada, Zack se empezaba a desesperar ya que todos sus intentos por escuchar hablar a la niña eran en vano.
—¡Demonios! Niña, ¿Acaso no puedes hablar?—la niña se digno a mirarlo solo negó con la cabeza.— con que el problema aquí soy yo.— puso en su mano en su frente resignado.
Luego vió que su madre había venido se levantó de su asiento para dirigirse a donde se encontraba ella no sin antes despedirse de la niña.
— ¡nos vemos mañana Kitty!— a pesar de que no convivieron mucho él estaba feliz de haberla conocido.
Por parte de la niña, aunque no lo parecía también estaba feliz de que alguien le hablara con todas sus fuerzas intento hablar y esto fue lo que pasó.
— a-a-di-os Zack.— él niño alcanzo a escuchar la voz de Agnes y volteó sorprendido.
— como lo suponía tienes una linda voz, ¡Nos vemos mañana Kitty!— se despidió.
Y ahora en la actualidad él seguía viendo a la distancia a Agnes la cual acababa de entrar a su casa.
—todo podía haber seguido como antes de no ser por mis padres.— dijo frustrado.
¿Qué es lo que habrán hecho los padres de Zack?
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Bilove [Editando]
Teen FictionAgnes está enamorada de un chico de nombre Alistair y le pide ayuda a sus amigos para acercarse a él, su amigo joseph la ayuda pero con el tiempo él se empieza a sentir atraído por Alistair. Así da inicio a una historia de amor unilateral donde nadi...