Bilove [Editando]

Cap.41 Un ángel

Sábado en la mañana.

Edgar fue a visitar a su mejor amiga al salón de belleza de la mamá de esta, obviamente Elizabeth ayudaba a su madre y solo cuando se pudo desocupar atendió a su amigo.

— y bien, ¿Qué vamos a hacer? ¿Irás a la fiesta de Agnes?— interrogó la pelinegra con un rayito color rosa.

—antes que nada, lo que Zack dijo ayer, parece que le importa mucho ella, si voy tendré que soportar ver eso obviamente no quiero ver eso.— mencionó algo decaído.

— no parece que ellos tengan tan buena relación además recuerda que Agnes está enamorada de Alistair y lo más importante somos sus amigos.

—aún así no pienso ir.— dijo algo molesto de hecho tenía una idea rondando en su cabeza desde que escuchó las palabras de Zack y esta idea era vengarse de ella por haberle mentido con lo de Zack.— bueno me tengo que ir.— se levantó de su silla y después salió del lugar.

En otro lugar Alistair estaba hablando por celular con Joseph sobre cómo se haría todo y así quedó: la madre de Agnes a las 4:00 pm la mandaría al mercado con el pretexto de compra cosas para la repostería su madre la conocía tan bien que sabía que mínimo ella se tardaría una hora en comprar todo en ese tiempo ellos tendrían que organizar todo para cuando volviera todo este listo.

4:00 PM.

Una joven de cabellos rubios, ojos esmeralda daba un paseo por el mercado, a pesar de su belleza la joven tenía mal aspecto pues su piel era tan pálida que parecía estar muerta además unas ojeras adornaban sus ojos se notaba que a duras penas podía caminar.

"Quiero morir".

La joven decía dentro de sí, seguía su camino hasta que se detuvo en medio de la calle esperando al camión que se dirigía a ella, en efecto la chica intenta suicidarse.

En otra parte del mercado se encontraba Agnes la cual fue a comprar cosas para la repostería por orden de su madre.

—¿En qué estaba pensando mamá cuando pidió cosas tan lejanas de la otra?—dijo para sí misma en voz alta se estaba quejando pues las cosas que su mamá le encargó comprar los negocios quedan muy lejos uno de otro.

Aún así fue a comprar soportando cosas como los malos olores de un mercado, los piropos de los comerciantes aunque ella venía vestida como si fuera una monja. Llevaba una blusa manga larga color blanco y una falda acampada que le llegaba un poco más abajo de la rodilla era de color negro. Ella siempre se vestía de este modo incluso en la preparatoria que era permitido usar la falta corta la de ella llegaba un poco más abajo de la rodilla era muy larga en comparación a las de sus compañeras.

De repente se detuvo en seco pues sintió que alguien la estaba observando no era para algo pervertido sino que quien fuera que la estuviera siguiendo la odiaba pues con solo sentir su mirada sintió miedo.

Decidió seguir adelante lo siguiente en la lista de compras era jarabe de chocolate por lo que tendría que ir a la dulceria esto era la parte favorita de Agnes cuando realizaba las compras pues adora los dulces.

Iba a cruzar la calle pero se detuvo al ver que se aproximaba un camión. Pudo ver como una joven de cabello rubio que llevaba un vestido amarillo se puso en medio de la calle como si nada estuviera pasando.

Agnes miraba como el resto de personas actuará como si no les importará así que decidió gritarle a la joven.

— ¡¡Oye, un camión viene hazte a un lado!!— la otra chica parece que no la escuchó.

La joven rubia estaba inmersa en sus pensamientos.

"Al fin puedo ser libre".

Hizo una pequeña sonrisa, pero aún así había algo que no podía ignorar del todo.