•El inicio de las clases•

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Para Hermione Jean Granger, la primera semana de clases había transcurrido rápidamente, también había estado muy atareada con los deberes que les asignaron.

Era jueves en la tarde, después de haber terminado todas sus clases Hermione se encontraba en la biblioteca haciendo los deberes de Transformaciones. Ese mismo día, ella había hecho que una cerilla se convirtiera en una aguja. La profesora McGonagall le dedicó una gran sonrisa y le sumó 5 puntos a Gryffindor. Hermione al recordar eso sonrió, fue la única que pudo lograrlo y pensó que no iba a estar a la altura de sus compañeros, pero se equivocó hasta llegó a pensar que era la mejor de su curso.

Ya casi estaba terminando la redacción cuando escuchó como se caía algo, alzó la vista y no vió a nadie, se quedó así por unos segundos y escuchó un murmullo. Solamente quedaban seis personas en la biblioteca, siete si la contamos a ella, tres alumnas de tercero de Ravenclaw, un Hufflepuff de séptimo, y dos Gryffindor de tercero también.

Tal vez estudien con los gemelos. Pensó Hermione, y se acordó de como la recibieron cuando llegó a la mesa de Gryffindor.

Entonces caminó para averiguar de donde había venido el ruido, cuando llegó a la sección de encantamientos ahí estaba Malfoy con 2 libros tirados en el suelo, tenía su varita en la mano apuntandolos y agitando la varita con ímpetu. Hermione se quedó ahí viendolo, no sabía que debía de hacer.

Solo tienes que irte Hermione, no tienes porqué estar ahí. Se decía a sí misma.

Se dió la vuelta, decidida a irse, pero escuchó algo que hizo que se quedara piedra.

-Granger...-Draco lo dijo una manera, como pensativo. Hermione se giró para contestarle, pero cuando lo vió se dió cuenta de que no la estaba llamando, aún estaba de espaldas a ella pero vió como se pasaba la mano por cabello en señal de frustación-. ¿Cómo era? Lo... Agh, no recuerdo el estúpido hechizo que me enseñó Granger.

Hermione se quedó perpleja. Draco Malfoy, trataba de rercordar el hechizo que una nacida de muggles le había enseñado.

Malfoy, ajeno a la persona que estaba a su alrededor siguió tratando de recordar el hechizo:- La... no, sé que empieza por Lo-dijo exausto-. ¡Ahg¡ ¿Saben qué? Todo esto una estupidez, ella me lo había dicho era...

-Locomotor -habló una voz a sus espaldas. Draco reconoció esa voz al instante, y suspiró con desdén.

Se volteó lentamente para ver a la persona, y puso de nuevo su cara de arrogancia.

-Granger -dijo serio. Malfoy pudo notar como en el rostro de Granger, había un atisbo de sonrisa-, ¿Qué ya no aguantas los días sin verme?

Y al haber terminado la oración puso una sonrisa socarrona.

-Muy gracioso Malfoy -dijo ella riéndose falsamente-. Estaba terminando mi redacción de Transformaciones, y simplemente escuché que se cayó algo ¿Necesitas de nuevo mi ayuda? -preguntó con sarcasmo.

-Ja, ja, ja, en tus sueños, Granger.

-Seamos serios, Malfoy. ¿No te acuerdas del hechizo? -dijo mirándolo seriamente, como mira una mamá a su hijo.

-No, ¿Feliz? -espetó.

Hermione abrió aun más los ojos, Draco Malfoy asumiendo algo, y ella es la espectadora.

Si es real podría valer una fortuna. Pensó, y se rió de aquel pensamiento.

-¿Te parece gracioso, Granger? -habló Draco que la había estado mirando todo este tiempo.

-No, no es eso -dijo haciendo un ademán, restándole importancia-. Bueno, como te había dicho anteriormente el hechizo es Locomotor. De nada.

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⏰ Última actualización: Jan 04, 2019 ⏰

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¡Estúpido Malfoy! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora