Aunque no me quieras más

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Pisé esa ciudad por primera vez. Me sentía como el día que llegué a Alemania. Echaba de menos Bochum, incluso Gelsenkirchen. Necesitaba ver a León, hablar con él, entenderlo todo. Se había ido o visto de otro modo, yo me había quedado.  Bueno, en realidad la última vez la puerta la había cerrado yo.

Las piernas me temblaron al entrar a lo que parecía su nueva casa. Todo rojo, muy distinto de Gelsenkirchen. Ni siquiera sabía cómo iba a hablar con él. El estadio rugía, yo estaba asustada.

Él estaba lesionado, pero sabía que iba a ir a ver al equipo, porque es lo que siempre hacía en Gelsenkirchen. Caminé hacia mi asiento cercano a la zona de preferencia del estadio. Antes de llegar a él, León se cruzó en mi camino. Allí estaba, sorprendido. Sus ojos se clavaron en mí. Otra vez una energía extraña recorrió mi cuerpo. León, te sigo queriendo o eso creo.

-Ro, ¿qué haces aquí?.

Tan solo le miré, no había cambiado casi nada. Las palabras se me habían bloqueado. Necesito saber que me quieres. No sabía qué hacer, quizá había sido un error ir.

-Sí, quiero- afirmé, contestando a la última pregunta que me había hecho antes de irse.

-No te entiendo- me miró preocupado. - Será mejor que hablemos después del partido.

-¿Dónde?

-Luego, en el parking.

Vi cómo se sentaba cerca de uno de sus nuevos compañeros. Vi otra cosa extraña. Konrad con una chica joven al lado, Mathea. Sentí mi corazón romperse en mil. Fue el peor partido de mi vida. No había prestado casi atención, no había hecho nada que no fuera pensar en León, Mathea y el posible mini Goretzka que podría tener dentro.

El parking, que sitio tan feo para arreglar las cosas. Miré la hora mientras esperaba que León viniese. A pesar de la belleza arquitéctonica del estadio, era un sitio horrible. Necesitaban una remodelación.

- ¿Para qué has venido?- eso fue lo primero que dijo.

-¿En serio? ¿Tú qué crees?- dije esbozando una sonrisa que relajase la tensión.

-Lo siento, Ro- me llamó la atención que no usase el famosísimo kleine- ¿Ha pasado algo?

-Que no te olvido, que creo que voy a cambiar mi expediente y que te quiero- me acerqué a él para besarlo y apartó sus labios.

-¿Qué pasa?- le miré preocupada. Ya sabía lo que pasaba.

-No puedo, Ro. He vuelto con Mathea.

-Un mes, Goretzka- suspiré cruzando los brazos- ¿Me sigues queriendo?

-Nunca dejaré de hacerlo- susurró mientras acariciaba mi brazo- pero estoy con ella ahora.

-Ella es más madura, más vieja, estáis más compensados, supongo.- León era la persona más fiel que conocía e iba a ser difícil que engañase a Mathea.

-No es eso, Ro. ¿Tienes donde pasar la noche?

-Sí, en el tren de vuelta a Gelsen.

-Espero que tengas buen viaje- me abrazó de forma amigable.

-León- me separé de él y le miré a los ojos- nada. Tonterías.

-Ro, esa cara la conozco.

-Está bien.- le miré fijamente a los ojos- Hace un mes, en Gelsenkirchen, en el sofá, ¿te pusiste condón?- yo sabía que no y por su cara parecía que él también.

-Ro, ¿estás...? Lo siento tantísimo- se frotó las sienes mientras miraba mi vientre como si tuviera visión rayos X.

-No lo sé. La semana que viene me tiene que bajar la regla, sino tendremos un problema- tenía ganas de llorar. Estaba llamando problema a mi hijo, a mi hijo con León, pero es que no era el momento de tenerlo.

-Cuenta conmigo en la decisión que tomes.

-¿Tú qué quieres hacer? En caso de ser algo, es tuyo.

-No voy a tomar una decisión que marca tu vida más que la mía, Ro.

-A ti también te va a marcar....

-Lo que necesites, Ro, llámame.- no podía creerme que no fuese a dejar a Mathea ni aunque estuviese esperando un hijo.

-¿La has dejado de querer en algún momento?

-Ro, nunca dudes de que mi amor por ti es real, nunca. - estaba tan serio que parecía que iba a llorar.

-Entonces ¿por qué no vuelves conmigo?- miré hacia la salida- Creo que vienen por ahí. Tengo dos semanas más para solicitar el cambio de expediente. Espero que seas muy feliz.

-Kleine- suspiró por lo bajo. Sonreí.- Es complicado.

-Eres el amor de mi vida, León Goretzka.- besé su mejilla, gesto que le dejó atónito-  Aunque no me quieras más, te he querido desde hace mucho. Desde antes de decírtelo, pero ahora ya no es tu problema supongo. Mucha suerte.

Caminé hacia la salida, sin hacer caso a sus llamadas. Había ido para nada. Volvía a Gelsenkrichen y quién sabe si a España. Necesitaba desconectar totalmente de la ciudad, de León y de todo. No me esperaba que me dijese que no, no me esperaba nada de eso. Una mes había sido suficiente para que se fuese con otra.

Llamé a Therese para contarle lo ocurrido. Estaba tan alucinada como yo. No sabía bien qué hacer. Antes de montar en el tren, pensé que tenía que finalizarlo todo de una forma correcta. Cogí un papel y un boligrafo y comencé a escribir.

"Querido León,

Te he dicho hace nada que eres el amor de mi vida. Lo eres. Pensé que me ibas a esperar y esto que he visto me ha decepcionado, pero te entiendo. No quieres perder el tiempo. Realmente, te escribo para desahogarme, pero hay cosas que debes saber. Has sido genial siempre. Eres un novio perfecto, un poco pesado, pero perfecto. Tienes que saber que cuando estuve en Paris besé a otro hombre, Adrien, necesitaba mi ayuda y se la presté. Fue un beso tonto, pero entendí que te quería tanto que ningún otro hombre conseguía removerme por dentro. Eso eres, Goretzka, un huracán en mi interior.

¿Te acuerdas del golpe contra el Ajax? Aquella noche pasé mucho miedo, te dije que te quería, pero tú no lo escuchaste. Has sido una persona genial, nunca me has presionado y creéme que me arrepiento demasiado de no haberte dicho que te quería antes y mucho más de no haberte dicho que sí. Me iría al fin del mundo contigo.

Cuando leas esto no se si seguiré en Gelsenkirchen, en Bochum, en España o en alguna otra parte de Europa.

                                                              
Te quiero, Goretzka"

La doblé antes de que algunas lágrimas cayeran sobre el papel y metí la foto de Rusia, siempre la llevaba encima. Era hora de despedirme de ella. Apunté en el sobre el lugar donde los fans mandaban las cartas a sus jugadores favoritos del Bayern y la eché a un buzón esperando que le llegase pronto.

Sí, quiero. //León Goretzka// (Te Quiero II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora