- ̗̀🌷; siete.

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JungKook secó sus manos en sus jeans, estaba demasiado nervioso por la pequeña "cita" con JiMin, aunque sabía que sólo hablarían de jirafas no le importaba, quería ver al rubio.

Tocó el timbre, a los segundos un hombre mayor abrió y se sorprendió con la presencia del castaño.

—Hola, ¿qué deseas?

—Uhm, vengo a ver a Chim... in.

—¿Quién eres?

—Jeon JungKook, un amigo de la escuela.

—¿Qué edad tie-

—¡Es para mí, papá!

JiMin bajó las escaleras corriendo, miró al de ojos avellana con una sonrisa mientras que su padre tenía un semblante frío.

—Está bien.

El hombre entró a la sala de la casa, JungKook entró en aquella casa algo nervioso, pero se relajó cuando el de menor estatura besó sorpresivamente su mejilla.

—¿Y... Y eso?

—Es que... —el oji-castaño pensó un momento—. No lo sé, s-sólo quise hacerlo.

El menor sonrió de lado cuando escuchó cómo tartamudeó su Hyung, encontraba a JiMin muy tierno, para él, JiMin era el ser más inocente y lindo del planeta Tierra.

—Ven, vamos a mi habitación.

JungKook lo siguió hasta el lugar antes mencionado, en la puerta estaba escrito su nombre junto a un cartel que decía: «No hacer mucho ruido cuando JiMin duerme, porque despertará de mal humor».

Las paredes de la habitación tenían dibujado árboles, como si estuvieran en la selva.

—Ven, siéntate.

El mayor se sentó en el suelo, su acompañante imitó su acción y quedaron muy cerca.

—Uh... —JiMin se levantó de inmediato—. Debes ver esto, Kookie.

Buscó entre su mueble sus más lindas cosas, a pesar de que quedó todo desordenado intentó ignorarlo ya que estaba con JungKook.

—Mira —le entregó su lapicera favorita con emoción—. Uhm, es mi preferida.

—Es muy linda, Mochi.

El de ojos avellana la destapó para rayar su propio brazo, el contrario le miró sorprendido.

—No te pintes, Kookie, eso es malo para tu piel y q-queda mal —negó.

—Una raya no hace nada malo —el menor estiró su mano—. Ven, dame la mano.

JiMin obedeció con algo de temor, frunció el ceño confundido, no entendía por qué no se ponía incómodo con el tacto de su Dongsaeng, es más, le gustaba tocar la piel de JungKook.

El de cabello castaño con mucho cuidado hizo una J, luego un corazón y, por último, otra J.

J ♡ J

El mayor entre-abrió sus labios bastante fascinado, miró los garabatos en su mano y pasó su dedo índice sobre éste.

—Qué lindo, Kookie, g-gracias.

—De nada, Mochi.

JiMin sonrió mirando los ojos de JungKook, amaba la forma y el color de los orbes de él. El contrario, por su lado, estaba algo avergonzado con la mirada del rubio, parecía estar hipnotizado con las orbes de su lindo crush.

—¿Q-Qué haremos? —por primera vez el castaño tartamudeó frente a su Hyung.

El más bajito se sorprendió por la manera en la que habló JungKook.

—Tartamudeaste c-como yo —sus ojos se llenaron de lágrimas—. Oh, no, t-te he convertido en una persona rara como yo.

El rubio tapó sus ojos mientras pequeños sollozos salían de sus labios, el menor ni sabía qué hacer, tan sólo tomó las manos de JiMin.

Apretó sus nudillos mientras tarareaba una canción con nerviosismo, el oji-castaño siguió la melodía cuando se dio cuenta de qué cantaba; There for you de Martin Garrix y Troye Sivan.

Los dos se miraron fijamente a los ojos, JungKook sonrió de lado, a lo que JiMin respondió con una gran sonrisa.

—Chim, hoy hablé con Min-

TaeHyung entró a la habitación de repente, el castaño soltó de inmediato al rubio algo intimidado por la presencia del recién llegado.

—Ouh, hola, JungKook.

—Ouh, hola, JungKook

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✧: xneverlxnd-

autismo ❀ jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora