- ̗̀🌷; cincuenta y dos.

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—¿¡Tienes a JiMin encerrado en el desván!? —la madre levantó un poco la voz notablemente enojada—. ¡Por Dios, JungKook! ¿Él está bien? ¿Sabes si le molestan los lugares cerrados?

El adolescente abrió sus ojos notablemente asustado. La había cagado. No tenía la menor idea si a JiMin le aterraba eso, o las arañas, o absolutamente todo. Debió pensarlo desde un principio.

Subió corriendo las escaleras, ignorando las miradas curiosas de los invitados. La señora Park se levantó bastante molesta, era verdad, ellos tenían secuestrado a su hijo mayor y no dudaba en revisar cada pequeño espacio de esa casa.

—¿Mochi?

JungKook preguntó cuando no encontró a nadie en el desván, revisó cada pequeña parte de éste y comprobó que el vidrio estaba intacto. No sabía dónde estaba.

—Mierda —suspiró pasando sus manos por su cara. Quizás se había escapado.

Pero pronto escuchó esa risa que caracterizaba a su pequeño novio. Bajó corriendo y llegó a la habitación de su hermano.

—¡Quédate qui-quieto, JungHyun! —JiMin reía a carcajadas.

Estaba sentado en el suelo frente al hermano mayor de JungKook. En su mano izquierda sostenía una brocha para el maquillaje y con la derecha asujetaba el rostro del hermano.

—Me dan cosquillas, JiMinnie —murmuró JungHyun.

JungKook frunció el ceño sin evitar preguntarse por qué su hermano tenía las uñas pintadas de color naranja y ahora sus ojos estaban siendo perfectamente maquillados de un color parecido al durazno.

—¡JiMin, hijo!

La madre del nombrado exclamó mientras corría hacia la habitación de JungHyun. Los dos chicos voltearon asustados, JungKook intentó cerrar la puerta pero la mujer fue más hábil y ya estaba dentro.

—¿¡Qué le estás haciendo a mi hijo!?

—¡Él me está maquillando!

El chico retrocedió bastante atemorizado por la reacción de la madre del rubio y se escondió detrás de su cama.

—Mujer, relájate —la señora Jeon intentó intervenir pero no lo logró.

La madre de los Park levantó con agresividad a su hijo del suelo causando que el maquillaje de la madre Jeon cayera y se rompiera en miles de pedacitos. JungKook quiso acercarse pero la mirada de odio que le dedicó la madre de JiMin causó que ya no quisiera hacerlo.

—M-Mamá, lo ro-rompiste —el rubio murmuró si expresión alguna en su rostro, sólo miraba como el polvo estaba totalmente destruido—. ¿P-Por qué?

—Nos vamos de aquí, JiMin —evadió su pregunta.

—Creo que debemos hablar, ésto está mal —la señora Jeon intentó nuevamente calmar el ambiente y falló otra vez.

—No, claro que no —la otra mujer negó tirando del brazo de su hijo. JiMin soltó un gemido de dolor pero su madre no lo notó—. No dejaré que su hijo influya sobre el mío. Si a usted no le interesa que su hijo... su hijo siga el camino del diablo no es mi problema.

—No hable así de mi hijo —la madre de JungKook frunció el ceño—. Soy religiosa y sé muy bien que lo que hace mi hijo está bien.

—¡Claro que no es así! Morirán en el infierno y no permitiré que JiMin salga afectado.

TaeHyung junto a NamJoon llegaron por los gritos que se sentían, se quedaron a un lado de JungKook sin saber qué hacer.

—C-Creo que m-me quiero que-quemar en el i-infierno con Kookie —JiMin murmuró bajando la mirada.

—¿Ves de lo que hablo? Sólo han venido a destruir la vida de mi hijo.

—Ju-JungKook armó m-mi vida —JiMin miró a su madre por primera vez—. M-Me ayudó a co-comunicarme m-mejor con las p-personas. T-También m-me enseñó a a-amarme a m-mí mismo.

—Hijo, no digas estupideces.

—¡N-No lo son! —exclamó—. D-Desde que Ju-JungKookie apareció en m-mi vida he s-sido más f-feliz. Él m-me trata como s-si fuera una p-persona normal. Y lo s-soy.

—Si lo eres, pero tienes algunas limitaciones por lo que debemos cuidarte.

—N-No tengo limitaciones —se encogió de hombros—. Ha-Hago todas las co-cosas que hace Tae, o YoonGi. S-Sólo que m-me molestan algunos s-sonidos p-pero Kookie di-dice que es n-normal.

—Claro que lo es, a mí me molesta el sonido de cuando muerden las manzanas —TaeHyung opinó—. Chim, es normal.

NamJoon entreabrió sus labios asombrados por las palabras de TaeHyung. Por fin se había pasado a su lado, estaba orgulloso de él.

—T-También no m-me gusta que m-me toquen o m-me hagan d-daño —JiMin murmuró avergonzado—. Y m-me duele mi br-bracito.

Su madre lo soltó de inmediato al notar lo mal que había actuado con su hijo mayor. Se sintió una pésima persona cuando vio lo rojo que había quedado el lugar que presionó.

—Lo siento, hijo, y-yo no quería dañarte.

—Lo s-sé —JiMin la sonrió—. Ya n-no me duele tanto.

La madre asintió aún desconcertada por toda la situación. En cambio, su hijo estaba de rodillas arreglando el desastre que ocasionó su madre.

—Te ayudaré, Mochi —JungKook le sonrió a su novio, se acercó atemorizado por la mirada de la madre del rubio, pero aún así recogió los pequeños trozos de plástico.

—Gracias, Kookie.

JiMin tomó los polvos de maquillaje e intentó juntarlos pero falló en el intento. Sólo ensució sus tiernas manos. De inmediato se le vino una idea genial a la cabeza.

Acercó sus delicadas manos al rostro de JungKook manchándolo de distintos colores. Su novio lo miró totalmente sorprendido, estaba completamente manchado. JiMin soltó una tierna risa.

—Supongo que ahora podemos hablar. ¿No es así? —la madre de JungKook miró a la de JiMin, ella asintió sin dejar de ver a su hijo.

Las dos mujeres salieron de la habitación para poder hablar a solas, pero JiMin miró a su madre.

—¡Mamá! —ésta volteó—. "A-Amarás a tu pr-prójimo c-como a ti m-mismo".

Volvió su vista al polvo en el piso. Su madre sonrió de lado al escuchar a su hijo, al parecer sí leyó la biblia.

—JungKook —JungHyun miró a su hermano.

—¿Qué?

—¿Tienes pañuelos para poder quitarme el maquillaje? Por favor.

—¡Hey, n-no! ¡Aún f-faltan los labios! —JiMin frunció el ceño.

—¡Hey, n-no! ¡Aún f-faltan los labios! —JiMin frunció el ceño

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Todavía faltan unos capitulitos antes del final, chingus :'(

✧: xneverlxnd-

autismo ❀ jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora