El regalo perfecto

El regalo perfecto 5 / Estrella

En algún lugar de la aldea de Konoha

Dos Kunoichis miraban atentas el cielo nocturno, las dos adolescentes no habían apartado sus ojos del gran cielo nocturno.

– Sakura, ¿estás seguro que pasará la estrella de navidad? – Ya hastiada y aburrida

– Yo escuché a Lady Tsunade y tú también, ¿por qué me preguntas entonces?

La amiga-enemiga de Sakura se levantó para mirarla a los ojos – ¡Ash! Porque ya me cansé de estar aquí sin hacer nada, esperando una tonta estrella que sólo aparece en invierno y cumple deseos ¡Qué tonterías!

– No son tonterías – murmuró Sakura.

Ino torció su boca en señal de desaprobación – ¿Y cómo lo sabes? – Preguntó con gran escepticismo.

– No lo sé, simplemente lo siento, ¿entiendes lo que digo? Lo siento – Con una voz convincente y mirándola a los ojos.

– Como digas, pero yo creo que tu enorme frente nublo tu juicio – gritándolo en todo lo alto, sin embargo su amiga no le prestaba atención alguna, lo cual la enfureció – Me largo – y de un brinco se alejó del lugar.

Sakura no perdía la esperanza, era víspera de Navidad y todo podía ocurrir, que importaba si la Ino-Cerda no lo entendía, su mayor deseo era ver a Sasuke, no, no era su mayor deseo sino sería el regalo perfecto, y de repente la vio, una hermosa estrella que resplandecía sobre las demás.

– ¿Qué es eso? Es hermosa la luz que emana de la estrella, seguramente es la estrella que nos habló Tsunade-Sama – y de un brinco comenzó a seguir el camino que la llevaría hasta ella, sin embargo reparo que la distancia del origen de la luz, por lo que decidió llevar consigo algunas cosas por cualquier circunstancia que se presentara durante su viaje.

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En algún escondite de Orochimaru muy cerca de la aldea de la hoja (al mismo tiempo que en Konoha)

– ¿No crees que ya es suficiente de entrenamiento por hoy, Sasuke? – Cuestionó Kabuto, mientras se acomodaba los lentes – ¿O acaso estás nostálgico, puede que extrañes a tu aldea, tus amigos? – Las palabras venenosas no quebrantaron el ritmo del Uchiha – Siendo víspera de Navidad creí que te podrías algo triste.

La respuesta solo fue un gesto de desagrado y una mirada que develaba la frialdad de su corazón y de su alma.

Kabuto lo estudió y comprobó que Sasuke no le importaba lo más mínimo – Por mí está bien, quédate a entrenar, te veré después – Y en una nube desapreció.

– ¿Navidad? ¡Qué estupidez! – Masculló, mientras continuaba con su entrenamiento, el cual fue interrumpido una vez más al mirar el cielo, ya que una estrella que se distinguía entre las demás y marcaba un lugar, tal fuera un reflector.

El fenómeno le llamó tanto la atención que decidió ir a investigar.

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La chica Haruno corría a toda velocidad, no obstante la ropa que llevaba aun siendo térmica le traspasaba el frío y además le impedía moverse con la rapidez deseada, corrió y corrió no debía estar muy lejos, según su cálculos llevaba corriendo dos horas y la luz que emitía no parecía disminuir, al contrario aumentaba en gran medida en la cual avanzaba.

No le dijo a nadie de su partida, sólo tomó su capa, aditamentos necesarios y corrió sin esperar nada más; hasta llegar a una cascada donde caía la luz de la hermosa estrella.