El regalo perfecto 7 / Galletas

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Vemos a un Sasuke mirando a su alrededor y preparando su ataque, tal fuera un predador al acecho, en ese momento lo sintió, el chakra de su enemigo estaba cerca, la sonrisa macabra se dibujaba en su rostro mientras murmura – Te tengo.

Realizó su movimiento para sacarlo de su escondite, por lo que Suigetsu gritó levantando las manos como rendición, ante la risa de satisfacción de su oponente – Te estás haciendo viejo.

Fue el turno del ex-integrante de Taka de reírse, cuando con su espada atacó a su ex líder – Puedo decir lo mismo de ti – contraatacando a Sasuke.

El Uchiha no se sorprendió sólo se movió un poco más rápido y esquivo el ataque sin mayor problema, ante mirada molesta de Suigetsu.

Otro arremetida por parte de Sasuke y fue detenido por una pequeña niña antes de que fuera perpetrado.

– Papá, dijiste que me ayudarías y ya es muy tarde, no terminaremos a tiempo y quiero darle el regalo perfecto a mi mamá.

Sasuke miró a la pequeña que tenía enfrente con lágrimas en los ojos, a la edad de 5 años sabía cómo chantajear a su padre, esto no pasó desapercibido por Suigetsu que se río por debajo.

– Justicia divina – gritó a lo alto y su risa burlona continuaba, aunque sabía que no era buena idea.

El Uchiha se puso en cuclillas a la altura de su hija – Sarada, te prometo que terminaremos antes de que tu mamá regrese.

La niña sonrió y a Sasuke le dio un vuelco en el corazón – Gracias, papi, eres el mejor – adornando las palabras con su sonrisa, sin embargo, su pequeña Uchiha le tenía una sorpresa a Sasuke el cual le entregó en propia mano – Mira papá lo encontré – la cara de Sasuke se contrajo al ver obsequio de su niña, un hermoso delantal rosa con el símbolo de su clan en la parte inferior izquierda y con una flor de Sakura en la parte inferior derecha.

Sasuke no resistió más y se sonrojo, en tanto Suigetsu se divertía y se partía de risa – ¡Wajaja! Esto lo tendrá que saber Naruto – si parar de reír.

– ¿Odias vivir, verdad Suigetsu?

El ninja desertó dejó de reír de golpe – No, Sasuke, al contrario, amo la vida ¿Por qué lo preguntas? – Los ojos de Sasuke fueron tan expresivos que Suigetsu tembló y decidió marcharse, entendiendo claramente lo que entre líneas le quiso decir.

Padre e hija vieron al ninja correr – Creo que tenía un poco de prisa, ¿no crees, papi?

– Eso creo mi niña, vayamos a preparar esas galletas.

∞∞∞∞∞∞∞∞∞∞

Padre e hija alistaban los ingredientes, la receta era simple y los ingredientes más; por lo que Sasuke leyó cada uno de los ingredientes mientras la pequeña Sarada trataba de adivinar cuál era y acomodarlo en el orden mencionado, una que otra vez falló, ya que a su corta edad apenas podía leer y estaba aprendiendo.

120 gr azúcar + 200 gr. glasés

400 gr de harina de repostería

240 gr de mantequilla o margarina

1 huevo + 1 clara

1 limón o naranja

Colorantes alimentarios

Adornos alimentarios de azúcar

– ¿Y ahora qué hacemos, papi? – Preguntó Sarada.

Sasuke leyó las instrucciones – Ahora debemos de mezclar todo, hija.

– ¿Mezclarlo?

– Sí, mezclar todos los ingredientes excepto con lo que se van adornar las galletas y ¿las claras?, Diablos, ¿por qué no? ¡¡Ah!! No entiendo nada.

– Dijiste algo papá.

– No, nada.

Cómo pudieron crearon la masa de las galletas, era un misterio; Sasuke estaba frustrado y quería huir pero no lo haría, la linda sonrisa de su hija lo emocionaba y pensar lo que vendría después con Sakura, no, realmente era un motivante para hornear galletas navideñas.

El Uchiha vio el reloj, Sakura llegaría alrededor de 1 hora y ni el horno estaba listo ¿Qué haría? ¿Qué haría? La mirada inquieta de Sarada lo seguía y de repente se le ocurrió.

– Sarada, todo depende de ti.

– ¿De mí, papi?

– Sí, pequeña, ¿te acuerdas de los sellos que te enseñó Naruto?

– Sí – la niña contestó de forma inocente y luego lo pensó – No, me acuerdo.

Sasuke respiró hondo – Los sellos que realizas con las manos.

– ¡Ah! Esos, sí lo recuerdo.

– Muy bien, realiza los siguientes: serpiente, tigre, mono, cerdo, caballo y tigre – y mientras Sasuke decía cada uno de ellos Sarada los realizaba – Ahora como punto final, sóplalo y sólo dirígelo a las galletas.

Como era de esperarse Sarada logró crear una bola de fuego, pequeña y con suficiente potencia para empezar a cocer las galletas, y repitiendo el proceso unas cuantas veces, pero para sorpresa de Sasuke la potencia iba en aumento.

– Sarada lo harás un vez más, sólo trata de no soplara tan fuerte, nos falta poco para dejarlas listas – con mucho cuidado lanzó la última bola de fuego y voilà, las galletas estaban listas para adornarse.

Sasuke sonrió y se sentía enorgullecido de su pequeña Uchiha – Muy bien Sarada, eres la mejor – tocando su frente.

Ahora el reto era adornarlas, pero tuvo otra idea – Sarada, adorna tú las galletas como quieras – la niña sonrió y las adorno a su libre albedrío.

Después de varios minutos, las galletas estaban listas y preparadas como regalo para Sakura sin ninguna forma en especial ni adorno que las pudiera catalogar pero eran hermosas a los ojos de su padre.

– Ya llegué, ¿dónde están?

Justo a tiempo porque oyeron la hermosa voz de la pelirrosa.

Sasuke miró a su alrededor y la cocina estaba hecha un caos, por lo que utilizando su rapidez limpió no sin antes decir – Sí, estamos en la cocina.

Los pasos se acercaban, pero una vez más todo salió bien, la cocina no estaba limpia pero si presentable y al momento de entrar escuchó – ¡Sorpresa! – gritó la pequeña Sarada.

La cara de alegría de Sakura los emocionó.

– ¿Te gusta, mamá? Papá y yo las horneamos para ti

Sakura abrazó a su pequeña – Sí, es la mejor sorpresa que me han dado.

La niña buscó la mirada de su papá y con un murmulló – Gracias por la ayuda, papi.

– De nada mi pequeña.

Sakura fue testigo mudo del momento, su sonrisa se hizo más grande; y sin dejar de abrazar a su pequeña abrazó a Sasuke – Los amo – repartiendo algunos besos tanto a Sasuke como a Sarada.

– Los ves papá, te lo dije, las galletas horneadas por nosotros serían el regalo perfecto.

– Sí, pequeña, tú lo dijiste.

Fin

12122018    

El regalo perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora