Entre la vida y la muerte

Siluetas de la noche

           

Saga: La bruja.

Cap. 11. Siluetas de la noche.

Miguel encajo su guadaña en la pared del edificio, abriendo el concreto como si este fuera solo una tela vieja, había evitando una enorme caída, miro hacia abajo y las personas apenas y se veían y los carros parecían solo diminutas hormigas. Malditas alturas. Miro hacia arriba y allí estaba el demonio, gruño con asco al sentir como gotas de baba caían en su mejilla.

Aquella criatura era repugnante, si de por si, la mayoría de los demonios que estaban enfrentando eran asquerosos, este le estaba dando mas asco que miedo.

Era como un lagarto, pero en vez de escamas estaba repleto de hoyos y de este salían extrañas lenguas viscosas y resbalosas, poseían 3 ojos y su piel era escamosa, de un color rojo con franjas amarillas.

Aquel puto monstruo se había multiplicado en tan solo un corte de su guadaña. Fue mala idea dividirlo a la mitad, ya que mientras mas lo cortaba, parecía multiplicarse por 5. Y ya ni sabia cual era el verdadero.

Como pudo comenzó a escalar por el edificio para unirse a la batalla con sus compañeros.

-----¿Enserio tenias que cortarlo?----dijo Hiro con el ceño fruncido mientras tenia a uno de los demonios arriba de el y este detenía su mordida con un palo de hierro oxidado que encontró y lo golpeo con este haciéndolo caer.

-----¡Perdona! ¡Fue lo mejor que pensé!-----dijo Miguel golpeando a los demonios con sus puños, si usaba su guadaña seguramente empeoraría las cosa, estaban arriba de un edificio en llamas, Wasabi, Gogo y Honey lemon estaban en la parte baja del edificio cuidando de los ciudadanos luchando con los demonio que llegaban allí.

Iban saltando de edificio a edificio, como si sus cuerpos no pesaran nada en lo absoluto, lo que dificultaba que les siguieran el paso, Baymax voló en dirección a Hiro y Miguel y estos saltaron a el siguiendo en la persecución.

Los demonios cada vez eran mas escurridizos. Supuestamente esos demonios era de bajo nivel pero puta madre si que daban lata los cabrones. Decidió no darle importancia a eso, lo importante ahora era buscar la manera de destruirlos. Lo que ahora era extraño era que los demonios se iban corriendo, a las afueras de la ciudad, bueno, era mejor así, seria mas seguro para los civiles.

Miguel se extraño y el equipo paro en uno de los edificios viendo como los demonios corrían a la misma dirección.

----¿Deberíamos seguirlos?----dijo Honey confundida

-----Puede que nos lleven a su origen tal vez sea la única manera de vencerlos----dijo el músico

----Entonces debemos dividirnos----dijo el genio de la robótica----Chicos, revisen el perímetro, cuiden de los civiles----dijo viendo a Wasabi, Gogo y Fred el resto de nosotros iremos a ver a donde se dirigen----dijo viendo al resto del equipo.

Ninguno replico nada y comenzaron la misión.

Equipo se dividió y prosiguieron. Cuando llegaron a la carretera decidieron separarse, Honey, Tadashi y Leo a la derecha y Hiro, Miguel y baymax a la izquierda.

Hiro comenzó a sentir cierto escalofríos, no había querido decir nada, pero los había sentido desde la mañana, desde hace días de hecho. El pensaba que era tal vez que se estuviera enfermando. Incluso Baymax le había hecho un escaneo. Con forme caminaban mas, el frío se intensificaba.

Miguel noto enseguida la incomodidad de Hiro, supo enseguida que se trataba de su sexto sentido, la muerte había mencionado que esto le pasaría a sus amigos, conforme mas tiempo pasaran con el y mas demonios capturaran, mas sensibles se harían a estos, podrían sentir su presencia.