- Abre Javier. - volvió a decir mi padre aún fuera de mi casa. Estaba pensando seriamente en llamarlo desde mi baño y decirle que estaba con diarrea. Pero ya le contestaste imbécil.
- Que ya voy. Ya voy - le respondí a regañadientes. Con una rabia casi explosiva gire el maldito pomo de mi maldita puerta de mi jodida maldita casa. Oh no.
- ¿Se puede saber por qué no abres la puerta? - ¿Está de coña no? ¿Esta enojado? Oh mierda. Soy yo el que debería (y lo estoy y mucho) estar enojadismo. Vestía su típico traje de domingo, pantalones blancos y camiseta azul, supngo que venía de jugar al golf con los de su trabajo porque sus zapatos (también blancos) tenían ese teñido verde que dejan los pastos sintéticos. Olía a algo de licor , whisky quizá.
- Hola papá tampoco me alegro mucho de verte. - dije sincero.
- ¿Por qué no abrías? - soltó furioso.
- Te dije que ya iba. ¿Pasa algo? ¿Mamá está bien? - pregunté.
- ¿Ella? Sí, sí bien. - me miraba de una manera rara, preocupada quizá. Algo estaba escondiendo. Decidí romper el silencio incómodo y la guerra de miradas que estábamos teniendo. - ¿Se puede saber porqué estás casi desnudo?
- Entonces, tu visita se debe a que. . .
- Me dio la gana. Respondeme.
- Oye papá ¿estás bien? Te noto - jodido - algo raro.
- Sí, bien. ¿No vas a invitarme a sentarme? O acaso quieres echarme ya . ..
- Pasa papá. - dije haciéndome a un lado. - ¿Quieres algo? ¿Agua?
- No tendrás cigarrillos ¿o sí?
- Eh, no. - Nelly los tenía. ¡Nelly! Ok James tienes que deshacerte de el ¡ya!
- ¿Y tu amigo? ¿Dónde está? ¿Está aquí? - dijo mirando hacia el cuarto de Leo.
- Nop. Está visitando a su abuela.
- ¿Estás solo?
Trague saliva, no papá, no estaba solo. Estaba discutiendo con una bella pero frustrante mujer porque no quiero que nuestro reciente encuentro sexual quede solo en eso.
- Una chica. Supongo que tu y ella . . . - dijo señalando mi falta de ropa con su mano. Alzó sus cejas para esperar mi respuesta.
- Algo así. - solo quiero que te vayas. Vete.
- Presentamela.
- ¿Cómo? - ¿Pero qué le pasa? Iba a sentarme, pero me quedé helado.
- Que quiero conocer a la chica que te acompaña un domingo. - dijo seco.
- No creo que quiera salir. Es - jodidamente sexy y no la aprobarías- muy tímida. - menti rápido.
- Javier, ve por ella.
- Mierda papá no tengo 6 años, no quiero presentartela.
- Y se puede saber porqué de reprente dices groserías y no me quieres presentar a quien quiera que sea esa chica.
- Porque ella es diferente. - contesté furioso. Estaba apretando los puños.
- ¿Diferente? ¿Diferente a qué Javier? ¿A ti? ¿A mí? - preguntó con un tonito irónico.
- Diferente. Papá para mí no es solo una cogida de fin de semana.
- Quiero conocerla, sea tu cogida o sea tu novia. Y desde hace tiempo que no sé nada de ti.
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Haters
JugendliteraturNelly Clourese da miedo a cada persona con quien se cruza. Vive la vida que quiere y hace lo que se le antoja: osada, irrespetuosa, temida y arrogante; pero con un gran secreto. James Matthews va a la misma preparatoria de Anabel, es el muchacho pop...