Peleas

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- ¡Señor Matthes! - gritó por milésima vez la profesora de Biología, me había pasado la mañana oyendo Heartbreaker y no había hecho nada más. Nelly no estaba aquí, lo cual me deprimía profundamente.

- ¿Sí? - respondí desganado.

- ¿Podría ser tan amable de quitarse los adudífonos? Estoy tratando de dar una clase .- dijo en tono sarcástico. Claro que me los podía quitar, el único problema es que no quería.

- No.- dije.

- Bueno, entonces Darwin y ...- y volví a perderme en la canción. La letra era tan real para mi, tan cierta, tan sincera, me sentía igual que lo que decían esas letras y solo eran las 10 am como parar tirarme al suelo y llorar en algún rincón.

- Justin querido, trae a la señora Pope. Parece que nuestro James se siente enfermo. - volví mi cabeza a la señorita Steph me miraba preocupada. - James, estás pálido ¿deseas ir a casa?

- No, estoy bien. Tengo algo de hambre es todo. - dije inventando lo primero que se me cruzara por la mente. - Además quiero estar en su clase, señorita. - La profesora sonrió con pena.

- ¿Justin? Acompaña a James a la enfermería.

- Bien profesora. - Justin se paró delante mío, esperó a que yo me levantara y salimos del aula. Intentó hablarme, pero solo lo ignoré y seguí mi mapa mental para ir a la enfermería. Seguro sí estaba enfermo.

- ¿Qué te pasa James? - No respondi, no quería hablarle sabiendo que él estaba quitandome a mi Nelly. - James, estoy hablándote. - Vi a otro lado. - James,al amigo por favor. No se que coño te pasa conmigo, pero. . .
- Callate. - Fue lo unico que de verdad pensaba responderle. Queria tirarlo al piso y matarlo a golpes. Matarlo de verdad.

- No voy a callarme porque simplemente se te antoje, quiero saber que te pasa conmigo.

No lo mire ni a los pies, segui con mi mirada hacia las paredes y caminando a la enfermería. Empecé a cantar We will rock you en mi mente.

- Oye amigo si tiene que ver con Nell....

- Callate la maldita boca. - dije cortante.

- Entonces si tiene que ver con ella. Mira no te la vas a follar, la conozco y . . .

- ¡ Que te calles la jodida boca!

- ¡No! - dijo él.

- ¡ Callate!

- James, por favor. . .

No se como mi puño terminó en su cara, pero una vez que empece no pude parar. Su rostro, su estomago, su espalda, y el devolvia cada golpe que yo daba. Con menos intesidad que yo, el jodido y perfecto Justin no puede dejar de ser amable ni un jodido segundo.

- ¡ Para! ¡JAMES PARA!

- ¡ MALDITO TRAIDOR! ¡HIJO DE PUTA!

- James, amigo por. .. favor... basta.

Lo empuje y lo solte. Nos mirabamos el uno al otro, él con total desconcierto y yo con total odio.

- No... te he. .. hecho. . . nada... Eres un maldito engreido. Cuando madures, me buscas.

Me miro con pena y con un gran dolor se giró para irse de vuelta al salón. Cogi impulso y lo aborde. Rodamos un poco entre golpes y empujones.

- ¡Basta! ¡Hombre vas a matarnos!

- ¡Maldito hijo de perra!

- ¡ James!

Mi espalda dolia mucho más con cada escalón que bajamos. Nuestros cuerpos rodaban hacia el piso de abajo y yo no dejaba de pegarle, mientras él se limitaba a defenderse. Mi cabeza, mi nariz, mis brazos, todo ardia con cada caida. Cuando por fin dejamos de caer aterrizamos en el suelo, Justin por su lado y yo por el mio, queria levantarme y matarlo, queria levantarme y romperle la cara, queria seguir de pie, pero no podia, cada parte de mi cuerpo punzaba y dolia y ya no podia resistir mas.

HatersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora