Parte 4 Un paso adelante

2.8K 97 1
                                    

Alba

Me metí en la ducha desconcertada, había tratado de disimular con todas mis fuerzas. Había hecho como si no me importara lo que me estaba diciendo Natalia. Pero me importaba. La noticia me había provocado una mezcla entre alegría y enfado. ¿Qué demonios pretendía contándome eso? ¿Qué me olvidara de todo lo que me había hecho sufrir aunque ella no fuera consciente? ¿Qué corriera a sus brazos feliz para decirle que era la mejor noticia que podía haberme dado? De eso nada. Estaba enfadada. No me los quitaba de la cabeza y verlos por la academia se me había hecho muy cuesta arriba. Aunque en realidad tampoco había visto mucho salvo los gestos de cariño que tenían durante el día, pero verlos así me había revuelto el estómago tantas veces que no podía olvidarlo como si nada.

Salí de la ducha envolviéndome en la toalla. Estaba tan enfrascada en mis pensamientos que no me había dado cuenta que se había abierto la puerta del baño y que Natalia estaba ahí plantada mirándome fijamente. Me puse como un tomate. Su sola presencia me perturbaba y el estar cubierta solo por una toalla no ayudaba.

¿Qué quieres Nat? - pregunté nerviosa mientras Nat seguía mirándome fijamente, algo turbada.

Quiero...quiero decirte que siento todo lo que ha pasado, y que puede que te importe una mierda pero Miki no significa nada para mí. Es solo un buen amigo.

No, no me importa Nat- mentí.


Se acercó a mí decidida y puso sus manos en mis hombros desnudos. El simple roce hizo que me estremeciera.

Alba, la he cagado. Es así, pero no voy a rendirme. Solo estaba tapando lo que sentía realmente. No he hecho más que equivocarme constantemente pero necesito que sepas la verdad.

No se a que te refieras Nat, me estás asustando. - no podía casi articular palabra. Cada vez estaba más cerca. Quería salir corriendo pero mi cuerpo no me lo permitía. Estaba paralizada.

Alba eres tú, siempre has sido tú. Eras tú a la persona que quería tener a mi lado pero no me atrevía a confesarlo. Estaba tan descolocada por lo que estaba empezando a sentir que necesitaba alejarme de ese sentimiento. No podía arriesgarme a perder tu amistad. Se que no tiene sentido lo que hice pero me equivoqué. Solo necesito que sepas la verdad. -Sonaba tan decidida. Siempre parecía tan segura de sí misma que intimidaba.

Nat, yo...


No me dejó continuar, puso sus manos en mi cara y tiró de mí suavemente. Acercó despacio su cara a la mía como pidiendo permiso y para ver si yo me apartaba, pero estaba tan hipnotizada por esos ojos negros, que brillaban por las lágrimas que estaban a punto de brotar de ellos, que no pude moverme. Se acercó un poco más y me besó en los labios. Fue un beso tierno, suave, superficial pero lleno de intenciones. Yo le devolví el beso sin poder controlarme. Quería apartarme pero no podía. Mi cabeza me decía que saliera de allí pero mi corazón bombeaba como loco por el contacto.

No sé cuánto tiempo había pasado, creo que solo unos segundos, pero a mi me parecía como si el tiempo se hubiera detenido en ese instante. De repente la imagen de Natalia con Miki se cruzó como un latigazo por mi cabeza y la aparté bruscamente. Natalia me miró desconcertada y, por primera vez desde que la conocía, vi miedo en su mirada.

No Natalia!.- Grité enfadada- No puedes jugar así conmigo. Así no Nat. No voy a ser tu segundo plato. No voy a ser tu tabla de salvación porque ahora te sientas sola o que se yo. No Natalia, esto no funciona así.- salí por la puerta corriendo antes de que las lágrimas que estaban asomando a mis ojos brotaran y Natalia pudiera ver mi vulnerabilidad.


¿Qué acaba de pasar? Me preguntaba una y otra vez tratando de recuperar las compostura. ¿Acaso Natalia también sentía algo por mi? O solo estaba jugando, o confundida como le había pasado con Miki. La cabeza me iba a cien por hora y el corazón parecía que iba a salirse de mi pecho. Lo que definitivamente había quedado claro para mí, es que lo que yo sentía por Nat no era solo una amistad. Todos mis sentimientos hacía ella acababan de cruzar la línea y ahora tenía claro que me iba a costar olvidarla o sacarla de mi corazón.

Natalia

Después de que Alba se fuera me quedé sin moverme. Mis manos aún tenían la forma de la cara más bonita que había visto en mi vida. Y en mis labios aún tenía su sabor. Tan dulce, tan apetecible, tan ella. No sé de dónde había sacado el valor para hacer lo que acaba de hacer. Pero es que me volvía loca. Alba tenía el poder de descolocarme, de hacerme hacer cosas que jamás haría, de atraerme de una manera desconocida para mí hasta ese momento. Era magnética y yo solo tenía ganas de estar a su lado y acariciarla durante toda la vida. Cuando conseguí tranquilizarme pensé en lo que me había dicho, se me partió el corazón. ¿Cómo podía pensar que era mi segundo plato o que solo estaba jugando con ella? Nada más lejos de la realidad, si solo pudiera hacer que se metiera un segundo dentro de mi y viera lo que siento por ella se le quitarían todas esas ideas absurdas de su cabeza. Pero es verdad que me había equivocado una y otra vez con ella, con todo y, en el fondo, entendía que pudiera pensar eso de mí. Pero ahora que mi corazón se había desbocado con el contacto de su piel tenía más que claro que iba a luchar por ella, que iba a hacer que me creyera y que volviera a confiar en mí fuera como fuera. Alba Reche se había apoderado de todo lo que yo era y de alguna manera tenía que hacer que lo entendiera. 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Muchas gracias a todos por leerme. Siento que esta parte no haya sido un poco más larga pero prometo escribir más muy pronto. Espero que os esté gustando. Espero vuestras opiniones. Me hace mucha ilusión leeros :)

Mirándote a los ojos - AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora