Mirándote a los ojos - Albalia

Parte 14 Celos

(Natalia)

Habían pasado ya unos días desde que pasamos esa maravillosa noche de confidencias juntas. Desde entonces nos habíamos unido más. Intentábamos pasar más tiempo juntas y parecía que todo adquiría una normalidad maravillosamente mágica.

Esta noche habíamos quedado la mayor parte de los compañeros de OT para salir por la noche. Iríamos a un reservado en una discoteca de Madrid aprovechando que la mayoría estábamos por la ciudad. A mí no terminaba de convencerme la idea, no sé qué me pasaba pero cada vez me gustaba menos salir y el desfase de esas fiestas nocturnas. Pero Alba iba a ir y no quería perder ninguna oportunidad de estar con ella. La echaba de menos todo el tiempo. Cuando no estaba con ella la pensaba y así transcurrían mis días, deseando su compañía cada vez más y más.

Era ya casi la hora de salir para la discoteca. Me había duchado y secado el pelo. Me estaba terminando de maquillar. Me había costado elegir que ponerme. Quería causar buena impresión, bueno para que engañarnos, quería causarle buena impresión, a ella, a la chica que robaba todos mis pensamientos. Di los últimos retoques y decidí salir hacia la discoteca. Iba a ir andando mientras fumaba un cigarro para relajarme. El sitio estaba como a unos 10 minutos de mi casa, así que sin problemas podía ir disfrutando de un paseo por la noche madrileña. Las calles estaban llenas de gente, había bastante ambiente la verdad y el paseo se me hizo agradable. Llegué a la puerta de la discoteca y pude ver que ya estaban allí la mayoría, creo que me había entretenido un poco con el paseo. Hice un repaso rápido y pude ver a María, a Marta, a África, a Miki, a Carlos, a Julia y como no, a Joan, no se perdía una. No sé qué me pasaba con él, parecía un buen chico pero había algo en el que no me gustaba, quizás fuera su manera de mirar a Alba, de tratarla, como si jamás hubiera roto un plato, pero a veces le había pillado mirándola de otra forma, como queriendo algo de ella y eso me sacaba de mis casillas. En fin, decidí no darle mayor importancia y los saludé efusivamente a todos. A la que no pude ver es a Alba. Le pregunté a María por ella y me dijo que se había entretenido un poco y que vendría en unos minutos, me quedé más tranquila. Estaba deseando verla.

(Alba)

Iba tarde. Había estado tres horas decidiendo que ponerme, no sé por qué me costaba tanto si normalmente me vestía en 10 minutos, pero esta noche quería ponerme algo especial, quería sorprender a Natalia. Quería que se fijara en mí como yo me fijaba en ella. Que no pudiera quitarme los ojos de encima como me pasaba a mi constantemente con ella, aunque llevara puesto un chandal. Pero es que Natalia era de otro planeta. Tan alta y carismática. Con esos ojos cargados de misterio que te hacían temblar solo con mirarte. Con esa seguridad al caminar y con esos gestos a veces infantiles en contraposición con la madurez de sus pensamientos. Me volvía loca, era evidente.

Así que definitivamente se me había hecho tarde, aunque el resultado, sinceramente, creo que había merecido la pena. Salí corriendo y cogí un taxi hasta la discoteca. Cuando me bajé pude verlos a todos allí esperándome. Pero entre todos, sin duda, alguien llamó mi atención, ella, Natalia. Estaba preciosa, resaltaba entre la multitud. Podía verla desde lejos, sonriendo de esa manera loca con la que lo hacía a veces. Elegante, segura de sí misma, siempre rodeada de gente pero a la vez con un gesto un poco ausente que le daba ese halo misterioso. La observé más detenidamente, según me acerba y pude ver que estaba espectacularmente guapa. Claro que ¿cuándo no lo estaba? Llegué donde estaban mis amigos y fui saludándolos uno por uno hasta que llegué al lado de Natalia que creo que no me había visto venir.

- Hola Nat - dije bajito. Natalia se giró para verme y pude ver como se iluminaba la expresión de su rostro.

- Hola Alba, estás, como decirlo, espectacular. Está preciosa- insistió y pude notar el rubor subiendo a mis mejillas