Parte 11 Valor

2.1K 74 0
                                    


(Alba)

Pasaron tres meses de locura. Entre los bolos, los conciertos y miles de compromisos por nuestro reciente éxito en OT no teníamos tiempo ni para respirar. Era agotador pero muy emocionante a la vez. Natalia había encontrado su pisito en Malasaña y yo seguía viviendo con María y Pablo. No me habían puesto ninguna pega, y yo estaba encantada de tenerlos como compañeros de piso. Aunque, para ser sincera, el piso lo pisábamos más bien poco. Mi relación con Natalia estaba, pues bueno, como explicarlo, empezando de cero, supongo. Nos comportábamos como dos amigas más del grupo. Tampoco habíamos tenido momentos a solas de calidad. Salvo alguna vez en algún bolo que nos habíamos quedado algunos minutos hablando apartadas o en alguna discoteca, pero todo el mundo estaba demasiado pendiente de nosotras. Hasta nuestros propios compañeros y eso lo hacía todo un poco más complicado. Por lo que, simplemente, nos estábamos dejando llevar por la vorágine de acontecimientos, afianzando, eso sí, cada vez más nuestra amistad.

No os voy a negar que se me hacía complicado estar a su lado y no mostrarle tanto mi cariño. Echaba de menos sus labios y en muchas ocasiones, cuando la miraba sin que ella me viera, venía a mí el recuerdo de nuestra noche juntas y no podía evitar que se me enrojecieran las mejillas y que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo como un relámpago. Era jodidamente preciosa.

Estábamos en un evento por la mañana para anunciar una firma de ropa de marca. Nos habían llamado a Natalia, a María y a mí. Y estábamos preparándonos para la sesión de fotos. María y yo estábamos sentadas al lado mientras nos maquillaban y Natalia estaba vistiéndose. Sin poderlo evitar mis ojos se posaron en su cuerpo y le hicieron un repaso de los pies a la cabeza, me volvía loca, tenía ganas de saltarle allí mismo encima y no dejar que se terminara de poner la ropa. Me ruboricé por mi propio pensamiento, Alba! Es tu amiga, estáis empezando de cero, me reprendí a mí misma. De repente una voz me sacó de mis pensamientos.

Alba Reche, si sigues así te vas a partir el cuello y lo vas a poner todo perdido de babas - Era María, que sin duda se había dado cuenta de la situación y me miraba con una sonrisa burlona.

Calla María, que te va a escuchar! - le recriminé aún sonrojada por la pillada.

Vale vale, ya me callo. Se que os lo estáis tomando con calma, pero ¿no crees que sería momento de que le propusieras algún plan? Las amigas también van, yo que sé, ¿Al cine?

Tienes razón, hemos estado un poco distanciadas con todo el jaleo, pero me apetece mucho salir con ella y estar un rato a solas.


Me levanté decidida, una vez que terminaron de maquillarme y me acerqué a Natalia. Estaba terminando de vestirse, llevaba unos pantalones negros ajustados y una camisa super elegante. Parecía una diosa.

Hola Albi - me dijo al verme cerca de ella.

Hola Nat, estás preciosa.- no pude evitar decírselo mientras con la mano le colocaba un mechón rebelde por detrás de la oreja. Pude sentir como se estremecía ligeramente ante el contacto, lo cual me dio valentía para hacer lo que iba a hacer.

Oye Nat, ¿qué te parece si salimos esta noche a cenar? y bueno, luego podemos dar un paseo por Madrid que está precioso en estas fechas.


A Natalia se le abrieron los ojos como platos, por un momento pensé que no le había parecido buena idea, y mis inseguridades se apoderaron de mí. En estos últimos meses la falta de contacto con ella, junto con que la veía muy pegada a Miki, habían hecho que me sintiera muy insegura y ya no tenía tan claro que era lo que Natalia sentía por mí.

(Natalia)

La pregunta de Alba me había pillado por sorpresa, no sé por qué. Bueno si lo sé. Estos meses habíamos estado muy distanciadas y lo que empezó como una manera de empezar a construir nuestra relación sobre bases más firmes se había convertido en llevarlo todo al terreno más de la amistad que otra cosa. Además estaba algo fría con ella últimamente porque no paraba de verla todo el día pegada a Joan. Parecían uña y carne, todo el rato de risas y abracitos por aquí y por allá. Yo sabía que Joan le había gustado a Alba en los castings, mucho antes de que todo lo nuestro empezara. Y verla así con él me ponía de los nervios. Me enfadaba, me desconcentraba. Para qué engañarnos, me moría de celos. Por eso no esperaba la pregunta de Alba y tarde unos segundos en contestar.

Bueno Nat, si no te apetece no pasa nada- se apresuró a decir Alba algo descolocada mientras se giraba para marcharse

No Albi, espera. Estaría encantada de ir a cenar contigo esta noche. Tengo muchas ganas. Es sólo que me ha sorprendido la pregunta.- dije con un tono cálido mientras la sujetaba por el brazo para que no se fuera. La sonrisa volvió a la cara de Alba que parecía un ángel cada vez que adoptaba ese gesto infantil.

Genial entonces, pues luego te paso la dirección del restaurante y nos vemos allí, por ejemplo a las 21.30?

Perfecto, ¿es una cita Alba Reche? - pregunté juguetona

Ummmm, podría decirse que sí, Natalia Lacunza. - Sonrió y en ese momento nos tuvimos que separar porque nos estaban llamando para las fotos.

Desde ese momento sólo deseaba que el reloj corriera hasta las 21.30, estaba deseando que llegara la noche. 

Mirándote a los ojos - AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora