Love Triangle [Thv, Myj, Pjm]

10

Orden a domicilio

La paciencia no se hace, se crea.
Las cosas son buenas y al paso del tiempo puede que haga una mejora en la vida cotidiana. Todo sería más sencillo si tan solo no viviera en un departamento lleno de locos maniáticos ¿no creen? Por que yo si lo creo.

A plena luz del día la jefa de la "casa" si así se le puede llamar a mi madre, había echo un gran labor desde las 5:00 de la mañana despertando a todos en la casa con la excusa más simple del universo "Su hijo mayor vendría de visita"
¡Claro! Todo sonaba tan perfecto, mi madre recogiendo limpiando y ordenando todo lo que encontrase en la sala, cocina, baño y  recamaras para su hijo más consentido,  ¿Como no lo supe antes? Mi madre tenía un desorden tan espantoso que ahora los únicos culpables de esta suciedad eramos mi padre y yo cuando mí madre era la responsable de todo el gran lío en todo el departamento

— Tú. Recoge, limpia el baño — ordeno mamá a papá — tiene que lucir lo más limpio posible, no debe  ver ni una pizca de polvo.

— Jina!, es muy temprano yo tengo que ir a trabajar en unas horas — respondió papá fastidiado con los ojos a poco morir del sueño  — Además es nuestro hijo a el no le importa que nuestra casa sea un desastre.

Habían pasado más o menos siete horas en las cuales habíamos llegado a la cama todos para poder descansar y poder disfrutar de un sueño placentero y relajante que de un momento a otro un ruido terrible arrasó el departamento. Mi madre " La loca"  que hacía uso de su espátula y su pequeño sartén para levantar a las dos personas más cansadas del mundo, estaba por toda la sala haciendo el ruido más fuerte para poder levantarnos.

— Si. Papá tiene razón Mamá a él no le importara ver unas cosas desordenadas — comente. Estaba apunto de irme a dormir, las palabras de mi madre eran totalmente un fracaso hacia nosotros. Siempre creí algo totalmente loco pero cierto; Papá y yo eramos un equipó inigualable que solo le importaban las cosas más obvias y no las cosas más simples como la limpieza sobre saliente o el gusto de la cocina como mi madre y hermanó lo hacían, era algo como equipos divididos, Los ordenado y los desordenados.

— Jajaja Lo dicen por que no lo conocen — reclamó mamá — pero esta bien no me ayuden yo haré esto sola...no los...necesito — tomo su mano y de esta comenzó a dar pequeños golpes en su pecho de forma que nos sintiéramos culpables ¡A lo cuál funciono! Si era algo bueno de saberse era que mi madre era una mujer de grandes dotes como la belleza, el drama y claro la disciplina. — yo haré esto sola... Sola, sola

— Esta bien Mamá lo haremos — Dije rendidaa. Mire a papá de reojo y se notaba muy cansado a decir verdad se veía muy estresado y claro era más que obvio pues  los asuntos de la oficina eran agotadoras y muy estresantes para venir todavía a casa y por la madrugada hacer quehaceres domésticos con mamá para sorprender a su hijo, así que no había opción sólo seriamos mamá y yo  — Papá puede ir a descansar yo le ayudare en todo a mamá. 

— ¡En cerio! — dijo mamá sorprendida — me ayudaras en todo 

— Si yo te ayudare, solo deja que papá valla a dormir. El mañana tiene que ir temprano a la oficina — Sonreí, toque el hombro de papá para indicarle que fuera a descansar y que todo estaría más que bien — Ve papá descansa y duerme, lo que necesitas.

Papá solo beso mi frente y se fue a la recamara depositando un "gracias y no hagan mucho ruido" que para el caso eso no funcionaria con mi madre una completa histérica en la limpieza que desordenaba todo y luego hacía magia para tenerlo todo impecable.

Todo dio un comenzó de  momento, mi madre era la encargada de limpiar las recamaras y la cocina yo solo era la encargada de ordenar la sala y limpiar extremadamente bien el baño para que todo tuviera un en semblante realmente ordenado. Pasamos durante entre siete a ocho horas para acomodar todo bien y que luciera impecable, papá salio de la casa a las siete como era su rutina y regresar lo más antes posible para estar con su familia disfuncional.
Es hací donde  todo comenzó en un día lleno de estrés, trabajó y muchos reclamos por parte de mi mamá y por parte de otra persona más.

— Bien Geu Roo. Por fin acabamos con esto  — dijo mamá tomando lugar en el sofá — ya nada nos falta... — Su mente, su gran contraste a todo lo que ella era la hizo reaccionar dándose cuenta de algo muy importante y algo realmente que faltaba en la cocina — La comida ¡¡La comida Geu Roo!! Y no tenemos nada — grita desesperada — Tu hermano debe estar esperando por una comida deliciosa, debe estar esperando por algo muy típico de su país ¡¡La comida!!

— Pues solo ordena comida a domicilio y estará aquí en menos de 30 minutos — mencioné cansada, mientras tomaba lugar alado de mi madre — en estos días hay muchos restaurantes.

— ¡Estas Loca! — grito sorpresivamente — El espera comida de su Omma no de un restaurante.

— Ah! Si es eso lo que te preocupa, conozco un restaurante llamado Omma puedo ordenar hay, tengo los volantes — recargue un poco mis manos hacía al sofá dejandome caer sin importarme más que dormir.

— No, no. Tengo que ir a la pastelería y no tengo los ingredientes ¡¿Que voy hacer?! — mencionó preocupada — no tengo más alternativa que...

— Que ordenar comida — digo  con gracia — aceptalo mamá, es la mejor solución.

— No, no. Tú — me señala — iras al súper mercado y compraras todo lo de esta lista

— ¡¡Que!! Yo por que — me levanto del sofá tan rápido escuchó hablar a mi mamá — yo ya hice lo que tenía que hacer.

— No me importa ayudaras — menciona autoritaria — oh! olvidate de tener esa gran playera firmada por Sehun.

El poder de una madre puede más que el chantaje de una hija sin autoridad ella misma.