Love Triangle [Thv, Myj, Pjm]

2

Chico malo.

— Puedes ayudarme, por favor — pidió  con ambas palmas en las manos — puedes, puedes — hizo algunos ojos tiernos y se acercó  más a mi.

— Por última vez ¡No Jimin! — grité molesta. Ignorando cualquier cosa que  dijera — no lo haré más — lo aparte de mi y me levanté de la cama.

— Haz lo por mi. Solo necesito hacerlo, Gaul ya no me interesa — se tiró a la cama y saco un suspiro largo — Será la última vez. Lo prometo. Termino con ella y jamás volveré a pedirte que lo hagas.

Lo pensé.
 

— Jimin...

— Pero por mí no irías — Lo pensé varías veces, ir con mi mejor amigo a un bar o estar en el sillón disfrutando de una deliciosa comida Peruana sin un ningún tipo de desastre

Difícil elección.

— ¡Ay!  Maldito estúpido, iré por mi chaqueta. 

— Gracias Geu Roo, te quiero. Te espero  afuera.

Subí por la estúpida chaqueta a mi habitación. Quien iba a pensar cuándo Jimin tenía tantas ganas de coger con alguien más terminaba usandome a mi su defensora cuando  chicas trataban de golpearlo o el hermanó de estas, tenía que salir yo para defenderlo.

Pero realmente aveces me pregunto el sera buen amigo conmigo, es muy obvio osea siempre he necesitado de su apoyo y siempre dice estar ocupado, cuando trate de decirle sobre mis sentimientos hacía él dijo no poder escuchar tenía una cita especial y yo quede como en segunda mano sin nadie a mi lado.

— Ya estoy aquí — dije mientras subía al coche — ya podemos irnos con tu cita.

El arranco el coche y nos dispusimos a ir directo al bar, realmente en el trayecto del camino no hubo palabra alguna solo suspiros nada incómodos, a decir verdad no había un aire incomodo al contrario no había rastro de que uno de nosotros existiese en el auto.

— Llegamos — dijo mientras bajaba del coche — aquí esperare a mi cita.

Como de esperar, unos segundos en mi cabeza recorrió la pequeña posibilidad de  que Jimin me abriera la puerta como todo un caballero pero a los pocos minutos no paso nada, el no me había abierto la puerta del coche y yo había quedado como una  tonta esperando a que eso pasará, solo baje como si eso jamas hubiese llegado a mi mente.

— Bueno creo que yo estaré adentro, en lo que tu la esperas.

— Me parece buena idea lechuga, entra — dijo, mientras se recargaba en un poste — Te veré aquí a las 3 para llevarte a casa.

Solo asiento a su petición adentrandome al bar. Realmente no es tanto lo que pensaba hay muchas cosas inexplicables como hombres tomando alcohol, jóvenes besándose de una manera asquerosa y también uno que otro viajando al país de Alicia.

— Que va a beber señorita — preguntó el cantinero.

— Un jugo de Naranja — dije el cantinero solo miro con rareza para luego desaparecer de mi espacio.

Realmente yo no era como los demás que siempre terminaban por tomarse una jarra entera de cerveza o algún tipo de bebida alcohólica, al contrarió yo detestaba lo que tuviese algún tipo elixir con alcohol.