Vivir en mi propio sueño

6- Nada es como esperaba.

Llevaba diez minutos sentada en el escalón de lo podría haber sido mi instituto de no tener mi madre la custodia. Mientras esperaba a los hermanos estaba pensando sobre el porque estaba en Sevilla, nadie aún me había explicado nada "Te necesitamos"  era lo único que me habían dicho, pero, ¿para qué? estaba sumida en mis pensamientos cuando alguien chocó conmigo.

-¡¡Ahh niña que haces sentada ahí!! ¡¡No ves que no dejas a la gente salir!!.- Me interrumpió una chica.

El timbre había sonado y todo el mundo salia como loco pero yo no me había dado ni cuenta.

-Perdón, enserio lo siento, estaba...- no me dio tiempo a terminar de hablar cuando otra chica que aparentaba al menos dos años más  que yo comenzó a gritar.

-¡Mirad! ¡¡la niña del videoclip!! ¡Daniiiiii tu noviiaaaaa!- y arrastrando a Dani lo trajo hasta mientras el no paraba de refunfuñar "dejame niña,¿qué haces?" .

-¡¡Elsa!! ¿¡qué haces aquí tonta?!- comenzó a gritar al verme y los dos nos abrazamos muy fuerte, al separarnos nuestras miradas cruzaron y... sí, lo volví a sentir, volví a sentir ese cosquilleo que me comía por dentro, entonces le aparté la mirada, pero el me cogió de la barbilla y haciéndome volver a mirarle me dijo- te he echado muchísimo de menos fea.

Iba a responder justo cuando noté que mis pies se elevaban del suelo.

-¿Podrías avisar de que vienes no?- dijo Jesús tomándome en brazos.

-¡¡Jesús!!- grité y me giré rápidamente para besarle. Lo peor que pude hacer, por dos motivos: Porque la cara que se le quedó a Dani me mataba y sentía unas ganas increíble de darle otro de esos a él y porque al besar a Jesús un corro de niñas nos rodeó y comenzó a gritar "Guarra, no tienes bastante con besar a uno, pobre Dani" "Guarra, guarra, deja a Jesús que tú ya tienes a Dani"

No me pude resistir y comenzé a gritar yo también- ¿Niñas tenéis vida? pues meteros en la vuestra y dejadme a mí- y acto seguido las lágrimas comenzaron a brotar de mis mejillas.

Sentía impotencia, mucha impotencia.

Pero los gritos no cesaron, todas seguían insultándome, hasta que Jesús comenzó a explicarles que el beso con Dani fueron exigencia del rodaje.

Mientras Jesús hablaba ante prácticamente todo el instituto, Dani y yo nos escabullimos entre el barullo y salimos fuera del instituto.

-Joder Dani, no me entiendo ni yo, no se que me pasa!!- comenzé a llorar en su hombro.

-Tranquila pequeña, te entiendo, ¿sabes? creo que siento lo mismo que tú- dijo mordiéndose el labio inferior- y no me puedo resistir a un beso de bienvenida- tras decir esto me besó, cosa que yo necesitaba mucho. Me sequé las lágrimas y le seguí el beso. -¿Mejor?

-Muchísimo, necesitaba uno de estos. Pero... bff... tu hermano...- volví a romper a llorar.

- Perdón, enserio Elsa- una lágrima brotó también de sus ojos.

-No tienes porque pedirlo, ni tampoco María y Jesús porque enterarse de esto, pero no lo vuelvas a hacer ¿vale?

-Entonces... tú... ¿no lo sientes?

-Dani, te quiero muchísimo ¿vale? y sí, si lo siento, siento un cosquilleo increíble al verte, pero es algo que no nos podemos permitir sentir... - En ese momento llegó Jesús.

-¿Qué te pasa preciosa?- dijo viniendo para mí y abrazándome al verme llorar.

-No lo sé, no lo sé ni yo. Cantadme un poco de camino a casa por favor.- los dos me abrazaron y me acompañaron hasta mi casa cantandome al oído. Estos niños me matan.

Llegué y mi padre y mi abuelo Mario estaban esperándome con la mesa puesta. Espera ¿mi abuelo Mario? ¿Él no vivía en Málaga?

Me senté en la mesa y pedí una explicación de mi visita a Sevilla.

-Veras pequeña- comenzó a hablar mi abuelo- estoy... estoy...- comenzó a llorar y tuvo que continuar hablando mi padre.

-Elsa tu abuelo se encuentra mal, no sabemos como de grave es su enfermedad, estos últimos días le estarán haciendo continuas pruebas médicas y supuse que querías estar con él. Además necesitábamos  contártelo en persona, estas cosas no son fáciles de contar por teléfono y... el taller también necesitará a alguien mientras nosotros estamos en el hospital y pensé que estarías encantada en estar haciéndole compañía a tu abuelo mientras yo trabajo...- mi padre también comenzó a llorar-  perdón pequeña por no acudir a ti en todo este tiempo y hacerlo ahora.

-No te preocupes papá, has hecho genial en llamarme, verás como todo sale genial- los tres nos abrazamos llorando, ya no teníamos ganas ni de comer.

Quitamos la mesa y subí a mi nueva habitación. En circunstancias normales me  habría puesto a deshacer la maleta, pero en vez de eso me tumbé en la cama y comenzé a llorar y entre lágrima y lágrima quedé dormida. Mi viaje a Sevilla no iba a ser tan perfecto como yo esperaba...

Me despertaron unas manos acariciando mi cabello. Abrí los ojos y era Jesús.

-¿qué haces aquí?- pregunté extrañada.

-Te ví llorar desde mi ventana y tu padre me a dejado pasar ¿se puede saber que te ocurre?- le conté lo de mi abuelo y al terminar mi historia me abracé muy fuerte a él dejando que mis lágrimas recorrieran su hombro.

-Ven conmigo, te voy a llevar a un sitio especial- dijo Jesús dándome un beso en la frente y yo me limité a llorar he ir tras él.

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Perdón enserio por tardar tanto en subir y porque lo capítulos sean tan cortos;(

Prometo muuy pronto un maratón.

Besitoos