Broma

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Adrien iba al parque cerca de la escuela, donde Marinette lo citó (amenazó) para que se encuentren.

El rubio iba algo ido, pensando en lo que había pasado.

Admitía que Marinette era una chica muy linda y que cualquier chico sería afortunado de estar con ella y pasé a que sabía vagamente de los sentimientos de ella hacía él, no le quiso dar importancia ya que creía que era una obsesión de fanática, que desaparecería con el pasar del tiempo.

Aún lo seguía pensando pero... ¿cómo decirle a Marinette que en verdad los sentimientos que ella creía tener, eran unilaterales?

No, mejor preguntar.

¿Por qué no quería romper con ella y sentía un muy ligero cosquilleo en su estómago?

Tal vez sea por hambre.

Llegando al lugar de encuentro, vio a Marinette, parada y mirando hacía arriba mientras movía sus manos de manera un tanto infantil.

La chica tenía un vestido de color verde, rojo, negro, violeta, gris, amarillo y un color que ni conocía.

¿Ése era un tipo de moda nuevo entre las chicas ó ella se quedó sin inspiración?

-Hola Marinette, te... te ves muy bonita. - intentó sonar honesto mientras la chica se volteaba y lo miraba de pies a cabeza, con desconfianza.

-Gracias, caí sobre botes de pinturas cuando venía...

Ahora todo tenía sentido.

-Por cierto, ¿quién eres tú? - preguntó y él la miró confundido.

-S- soy Adrien.

La azabache asintió.

-Bueno, "Adrien", de casualidad ¿tú sabes quien es mí novio?

El ojiverde se sintió confundido.

¿Era una especie de juego en el que quería oír de sus labios que él era su novio?

-Y-yo soy tu novio. - respondió con un ligero sonrojo.

¿Por qué la estaba consintiendo?

Debía ser duró con ella y decirle que sólo eran amigos.

-¿Enserio? - preguntó con algo de decepción y el orgullo de Adrien fue dañado.

-Hoy me amenazaste en clases para que lo sea. - explicó con seriedad y ella parecía recordar todo, con fastidio.

-¡Wow! Viéndome al espejo, esperaba tener algo mejor de novio.

Orgullo de modelo y diva a escondidas, dañando.

-¡¿Qué tengo de malo?! - preguntó ya con su ceño fruncido.

Él no se veía nada de malo, era apuesto, inteligente, bondadoso, tolerante y millonario.
El paquete completo para las niñas.

-No eres muy lindo.

Esas cuatro dañinas palabras, hicieron al cólera del chico estallar.

Realmente no le importaba que los demás lo insulten ó digan que no es lindo, ya pasó muchas veces.

Pero siendo Marinette la que le decía éso, no le gustaba para nada y sentía hasta ganas de llorar, por motivos que no lograba comprender.

-¡Pues sí yo no soy muy lindo, entonces tú eres fea!

Adrien se tapó su boca, arrepentido.

No quería decirle éso a Marinette, se supone que era su primer cita y le gritó a su pareja que es fea.

¿Cambios de humor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora