¿Cambios de humor?

Preguntas

Adrien estaba en shock mientras su novia lo abrazaba.

¿Por qué lo abrazo de la nada?

¿Él lo podía hacer ó debía pedir permiso?

-¿Adrien?

-¿S-sí?

El chico movía sus brazos de arriba a abajo, sin saber sí la debía abrazar ó sólo lo podía hacer ella.

Las relaciones eran complicadas.

-Somos novios, pero... ¿qué sientes por mí?

Dejó de mover sus brazos y los bajo lentamente para pensar en que decir.

Él no amaba a Marinette, amaba como loco a Ladybug...

Pero aún así, sí rompía con Marinette, ella podría conseguir otro novio con facilidad y éso, definitivamente no lo quería.

Sólo la veía como amiga pero no la quería ver en brazos de alguien más.

Ni él se entendía.

-¿Por qué no contestas?

El chico se alteró un poco por ésa pregunta y miró hacía otro lado.

No veía el rostro de Marinette ya que ella lo estaba abrazando, pero aún así miró a otro lado.

-No quiero que llores.

Ésa respuesta le podía decir mucho a la chica pero aún así, no iba a dejar que terminé con él.

-¿No me amas?

Una pregunta difícil de contestar en ése momento, pero quería ser honesto con su novia.

-No... lo siento.

Estaba preparando para intentar calmar los llantos, ó intentar calmar los llantos de la azabache, pero nunca llegó.

-¿Deberíamos terminar?

Ésa pregunta tenía una respuesta lógica hasta para él.

-Sería lo correcto...

Marinette rompió el abrazo para mirar al serio chico, a los ojos.

-Pero no quiero terminar contigo. - finalizó mientras ella inclinaba la cabeza, confundida.

-¿Por qué? ¿Te quieres aprovechar de mí?

No sabía que quería decir ésa pregunta y mejor no preguntaba para no parecer tonto.

-No lo sé... lo único que sé es que no pienso terminar contigo y mucho menos voy a permitir que termines conmigo.

Ésa era la respuesta más confusa y a la vez logia que se le puedo haber ocurrido.

-¿Entonces sólo me quieres para satisfacer una de tus necesidades?

El chico fruncio ligeramente el ceño.

¿Satisfacer una de sus necesidades?

Por fin entendió a que se refería Marinette y miró a otro lado, avergonzado, mientras reprendia los pensamientos impuros.

-Claro que no, ni siquiera te besé, tonta.

¿Cómo es que ella podía preguntar éso con tanta calma?

¿Será que se lo iba a permi...

"¡No! ¡Ni se te ocurra pensar en ésas cosas Agreste!
Piensa en comida."

-¿Qué quieres? Dime.

La pregunta de la chica lo sacó de su lucha mental y la volvió a mirar, imaginando que el rostro de Marinette era un macarron.