Ambos jóvenes llegaron a la planta alta de aquella casa, la habitación de Kakyoin estaba siendo revuelta por completo, rompiendo sus esculturas y posters que tenía, eso era imperdonable, le hizo enojar aquello y sin importar la advertencia de Jotaro entró de una sola vez dirigiendo batazos a las caras de aquellos malditos que ya lo tenían harto, siempre lo mismo, le costaba demasiado recuperar sus cosas luego de los daños ocasionados, jadeo colérico viendo su reciente figura hecha pedazos, su enojo fue tal que no se percato de que un arma fue puesta en su sien, era tarde para escapar.
-Eres hábil dulzura, veo que te hiciste fuerte de las otras veces que vinimos a visitarte- una voz grave resonó en sus oídos causando que se le erizara la piel.
-Dante... ¡Desgraciado!- su grito de enojo no se hizo esperar sintiendo el frío caño del arma ser apoyado en su piel, Noriaki se mordió el labio inferior mientras veía a Jotaro desde la escalera, éste le hizo una seña de que no se moviera, mientras subía de manera lenta, sacando su cuchillo de sus ropas.
-No te enojes cereza, sabes muy bien que las expresiones de enojo no van contigo, arruinan tu precioso rostro- dijo aquello aquel chico albino, sus ojos rojos buscaban los violetas de Noriaki -sabes, te extraño mucho allá en casa, tu recuerdo es el único que me calma en las noches de borrachera- decía quitando el seguro del arma.
-No soy cereza...- el tono de su voz salio bajo pero grave, ronco, en verdad que deseaba patearle las bolas.
-Pero ese apodo te va tan bien bonito- dijo aquello mordiendo uno de los aretes.
-¡Jotaro ahora!- grito el de cabellos rosas, viendo como el mencionado aparecía tirando su cuchillo clavandolo en la mano que sostenía el arma, Dante dio un grito de sorpresa y dolor tomándose la mano con la cuchilla enterrada, tomo el mango y en su intento de quitarla recibió un puñetazo en la cara, cortesía de Noriaki, seguido de una patada en las costillas que le quito el aire para finalmente ser tomado por Jotaro, notando sus pies muy lejos del piso.
-Ora...- fue lo último que escucho para recibir una ráfaga de puñetazos en la cara que lo mando a estrellarse contra la cama de kakyoin, la cuál perdió estabilidad y sus patas se rompieron, haciendo caer el colchón en el suelo. Fue clavado al colchón por la cuchilla de Jotaro que esta en su mano sana, aulló de dolor empezando a temblar, moriría si seguía así.
-Ahora es mi turno...- oyó escuchando como Noriaki tomaba algo metálico del suelo, sabía lo que era.
-¡Hablaré! ¡Les diré todo pero por favor no me mates!- imploro lleno de golpes y sangre por todos lados, Noriaki vio eso y atrajo una silla que milagrosamente se salvo y se sentó en ella dejando el respaldar de la parte de adelante, apoyando sus antebrazos cruzados en el mismo.
-Habla entonces, si mientes te quebrare una mano, si vuelves a mentir, te quiebro la otra, y si me insultas o me llamas cereza te reviento los dientes a batazos- hizo el ademán con la mano para que hablara, Jotaro estaba detrás suyo, viendo todo aquello cruzado de brazos.
-N-nuestra jefa nos envió a buscar el disco que tu padre tiene sobre las líneas de comercio en las que él trabaja, hubo una suba en el aumento de clientes que piden chicos "especiales" para comprar, ese aumento alerto a Joseph Joestar y quiere saber porque se origino este fenómeno de degenerados que compran chicos con una cualidad desconocida...- hizo una pausa, la pérdida de sangre en su junto con el dolor le dificultaban hablar con fluidez - nuestra jefa por obvias razones no quieres que Joestar tome el vídeo ya que conociéndolo sería capaz de manejar eso él sólo, pero aún así, la jefa sabe que Joseph detesta que se usen a las personas como consumo, si son sustancias esta bien, pero personas, ya es algo que lo haría enojar y como hemos visto... El rumor llego a sus oídos por eso mando a su nieto...- trago duro viendo la cara de Jotaro- no pensamos que vendrías con él, ya que se me encargo llevarte con vida allá, tú también serías vendido...- afirmo aquello.
-Ya escuche suficiente, te dejaré ver donde esta el disco que buscas, después de todo vas a morir- Noriaki dijo aquello mientras se colocaba unos guantes de cuero negro en sus manos, los mismos que usaba para sus esculturas, así que estos estaban sucios con algo de arcilla, miro a Jotaro y miro a Dante sacando una caja que a simple vista parecía contener un videojuego, pero al abrir la caja dentro había un disco sin ninguna inscripción, con solamente el Kanji de demonio dibujado con fibrón, el significado de poner eso allí era desconocido.
-Noriaki ¿Estás seguro?-
-Claro Jotaro- una sonrisita se dibujo en su rostro, acto seguido saco de otra caja de videojuegos un trozo de navaja clávandolo con precisión en la frente de Dante, dándole así su muerte. -Te dije que ibas a morir- sentenció haciendo entrega del famoso disco a quién lo venía buscando y ahora era su nuevo usuario.
-¿Por qué los guantes?- pregunto una vez sostuvo lo que se encargo entre sus manos.
-Odio ensuciarme las manos- exclamo con asco total refiriendose al hecho de tocar otro cuerpos llenos de sangre -deberé limpiar este lió después de todo-
-¿Quién dijo que vas a limpiar todo esto? Te llevaré con el viejo, a partir de ahora tu vida corre peligro y mi deber es evitar que cualquiera ajeno al tema quede en el medio- dicho aquello, sin aviso ni el más mínimo ápice de sutileza golpeo a Noriaki en el cuello provocandole un desmayo, lo cargo a su hombro como quién trae un costal de papas, tomando su cuchillo y el bate metálico, luego aprendería a golpear con esa cosa, se veía jodidamente letal. -"Kakyoin Noriaki, espero te guste ser parte de la familia ahora..."- pensó sonriendo levemente, haciendo lo último encargado en su lista, borrar toda pista de que algo ocurrió.
El fuego consumió lentamente la residencia Kakyoin, el incendió acabo con todo tipo de electrodomestico, para suerte de los vecinos no había nadie dentro, pero no encontraron rastros del único hijo de Susan y Karl, dándolo por desaparecido y quizás, por muerto, después de todo, sabían en lo que el padre de ese jovencito estaba metido.
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Clean Contract.
RandomEl destino a veces se ve sellado bajo una marca, o algo que constituye tu ADN a veces tu destino se sellara por lo que se encuentre en un simple disco. Habrá varias parejas que irán apareciendo, también estará Passione con sus integrantes, más dos...