Lince.

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  Josuke y Noriaki volvieron hacía la enorme mansión estilo japones donde la enorme familia vivía, siendo recibidos por un panorama un tanto... ¿Interesante? Era curioso ver a un rubio estadounidense en un terreno japones, era sumamente extraño, pero no imposible.

-¿No perdimos de algo en nuestra ausencia?- Josuke miro al chico que estaba con una capucha cubriendo sus rubias hebras, en su espalda, en la tela de la chaqueta había una estrella violeta bordada, claro signo de que ya pertenecía a la familia.

-¡Noriaki, Josuke hijo mío! Bienvenidos sean ambos, estamos con familia, saluden- la sonrisa del jovial hombre no se podía ocultar, después de todo, ese muchachito era como un hijo para él.

-Espera... No me digas que es...-

-Tanto tiempo cabello de filete-

-¡Rubia alborotadora! ¡Sólo a ti te dejo insultar mi cabello fenomenal!- la sonrisa de Josuke fue tan grande, corrió a alzar al rubio en sus brazos mientras festejaba, el muchacho correspondió esa alegría con una enorme sonrisa, detrás de todo aquel festejo se visualizaba un muchachito de cabellos negros, claramente con rasgos japoneses también, al contrario de su rubio acompañante. -¡Hermano tanto tiempo!- la sonrisa que tenía dibujada en su rostro era de alguien que le dijeron que se gano la lotería.

-Lo mismo digo... Aunque... No me presentaste a tu ¿Novio puede ser?- ahora esos ojos verdes color jade miraban indiscriminadamente a Noriaki, éste soló se acerco y se presento haciendo una reverencia. -¡Vaya! Otro japones respetuoso ¡Oye Eiji! Podrás llevarte bien con él ¿Qué dices?- su mirada se dirigió al chico de cabellos oscuros, del cuál ahora se sabía su nombre.

-¡N-no es mi novio cállate!- el chico de peinado extravagante le golpeo en el costado, recibiendo una patada que fue esquivada.

-Deja de decir estupideces Ash y deja de pelear maldición... Deja de armar tanto escándalo que ya es tarde, sólo a ti se te ocurre venir a la casa de alguien a esta hora- se encontraba sumamente apenado ese chico Eiji, aunque curioso como era miro a ese tal Noriaki que le saludaba con una sonrisa, se sorprendió por lo atractivo que era, hasta le correspondió el saludo mecánicamente con las mejillas sonrojadas.

-Yare Yare Daze ¿Se puede saber por que hacen tanto ruido?- Jotaro venía de la cocina dando un leve bostezo, visualizando la escena frente a él, gruño y se dirigió a las escaleras dispuesto a no participar de aquello.

-Pero si es el emo de Jotaro ¿No me vas a saludar? ¿Tan frío eres conmigo?- si en algo Ash era bueno, era en hacer enojar a ese moreno de 1,95 cm, poniendo cara de "Yo no rompo ni un plato" mientras se acercaba meneando las caderas.

-Aléjate de mí, eres peor que una mujer, escandaloso- su tono sonó molesto y gruñiendo se acomodo su gorra, viendo a Kakyoin de reojo, éste se sonrojo y miro en otra dirección, aún no se acostumbraba a ser mirado de esa forma. -¿Por qué has venido? ¿Necesitas que te protejamos el culo ahora o qué?-

-¡Jotaro! No se trata así a la familia- dijo Joseph con el ceño fruncido, no era su estilo el dejar que trataran así a cualquiera que se acercara -es algo diferente, ahora Ash viene a aliarse con nosotros definitivamente, necesita ayuda en Los Ángeles que es donde esta viviendo ahora con su novio, pero vino a Japón a quedarse unos días, así que vas a convivir con él y vas a tratarlo bien, no puede ser que se estén peleando ustedes dos siempre, parecen niños pequeños- y así el hombre siguió con su regaño innnecesario hacía el moreno, mientras un curioso Noriaki se acerco al rubio.

-Disculpa que sea tan entrometido, pero ¿Dijiste que te llamabas Ash?-

-Para ti soy Lince lindura- le guiño un ojo coqueto, sintiendo una mirada que le quemaba la nuca, y no, no era Jotaro, era el chico japones de cabellos negros, Okumura Eiji.

~Kakyoin-san te recomendaría que no andes tan cerca de él, tiene mañas raras~

~¿Enserio? Pues no se ve así... Por cierto... ¿Por qué estamos hablando en japones?~

~Por que Ash no entiende y porque es un tonto~

~Ah... Ya veo... Aún así, mucho gusto Eiji-kun~

~Soy mayor que tú, tengo 19...~

~¡Disculpa! Pareces de menos~

-¡Oigan ustedes dejen de hablar en un idioma que no entiendo!- Ash se veía claramente irritado ante esa conversación, lo único que lograba entender era el hecho de los honoríficos y el que fue llamado "Tonto", después el resto, era desconocido para él, miro a Jotaro que reía levemente, ese desgraciado era mitad japones y hablaba el idioma, así que había entendido todo. -Como te sigas riendo de esto voy a matarte maldito japones- su sonrisa era de busca pleitos se viera por donde se viera.

-Tranquilo, cuando aprendas japones aprenderá otro idioma para hablar mal de ti- se acomodo su gorra notando que Josuke ya no estaba, le llamó la atención aquello, hace un momento estaba con ellos, miro en todas direcciones. 

  Noriaki noto lo inquieto que se encontraba el moreno, se le acerco preguntándole con su mirada que pasaba, sólo fue tomado del ante brazo y fue alejado de la sala principal, Kakyoin intento soltarse, hasta que llegaron al patio.

-¡Jotaro!-

-Shhh... O harás aparecer a Josuke- fue lo único que dijo, y entre las penumbras detrás de la mansión, Noriaki fue puesto entre la fría pared y el cuerpo de Jotaro, se revolvió en su lugar buscando buscar una salida, pero no veía ninguna, y la idea de intentar golpear a ese ropero-persona tampoco parecía efectiva. -te diré una sola cosa, aléjate de Lince... Es demasiado pervertido-

-¿Enserio? ¡Tanto lío para esto!- levanto la voz oyendo unos pies caer en el suelo, el sonido de zapatos encharolados se oía en la tierra del jardín, era Josuke sin duda alguna. -¡Jos...-

-¿Kakyoin? ¿Estás...- la vista ante el jovencito de cabello extravagante lo sorprendió, Noriaki siendo besado por Jotaro, en un intento tonto de hacerle guardar silencio, Noriaki estaba con los ojos abiertos, su mirada mostraba sorpresa, y cierto deje de temor, pues nuevamente se estaba sintiendo vulnerable ante esos pardos, que Jotaro portaba con él.

Clean Contract.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora