Así hace las cosas el jefe en Italia.

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  Eran apenas las 09:30 a.m en Nápoles y el calor primaveral era agradable, el viento fresco picaba en la nariz trayendo el aroma de las flores a los residentes de aquel hermoso lugar, conocido por ser artístico y pintoresco, aunque también era conocido por ser lugar de mafias, algo complicado. Aunque las personas ya no eran víctimas de tanta oscuridad desde que "Passione" ascendió a la cima gracias al liderazgo que puso el equipo del Capo Bruno Bucciarati en una misión ordenada por el anterior jefe, la cuál constituía en cuidar a su hija, la misión fue llevada con éxito y le habían dando la posibilidad a Bruno de ascender a jefe, pero ese lugar, fue cedido a quién más ganas tenía de tomar ese puesto, Giorno Giovanna, convirtiéndose en el jefe más joven que se conoció en toda Italia ¿Por qué Bruno rechazo aquel cargo tan importante? Era un misterio, ni él mismo supo porque, pero aún así, no se arrepentía, el liderazgo de jefe Giorno era implacable, orgulloso siempre decía que dejo puesto tan importante en tan buenas manos, y era cierto, la droga que se esparcía a niños y mujeres sin consideración fue eliminado, a cambio de eso se crearon centros de rehabilitación para menores, todo obra del nuevo jefe, fue difícil llegar hasta allí, pero Giorno logró su sueño, convertirse en jefe y acabar con la corrupción de su amada Italia.

  Ahora mismo estaba despertando de sus queridas 10 horas de sueño, se sentía espléndido, Giorno estiro sus brazos oyendo el crujir de sus huesos junto con su espalda, bajo las manos lentamente tanteando el calor de un cuerpo ajeno a su lado, volteo su vista notando a Guido Mista, su guardián y amante dormir a su lado. Giorno se sonrojo terriblemente al recordar lo de la noche anterior, sintió un ardor provenir de su marca de nacimiento, ese maldito había estado mordiendo nuevamente ahí, sonrió levemente acariciando los castaños cabellos de su amante, le beso la mejilla para despertarlo lentamente viendo aquellos ojos negros como la noche perderse en sus pupilas verdes.

-Buenos días jefe- dijo con voz adormilada, bostezando y dándose vuelta, dejando su espalda llena de arañazos al descubierto, ver eso hizo que Giorno se volteara apenado, en verdad no se reconocía cuando se dejaba llevar por la lujuria.

-No me llames así cuando estamos en la cama- dijo aquello haciendo un leve puchero y besando la mejilla de Mista, siendo atrapado entre los fuertes brazos de éste, recibiendo besos en su rostro.

-¿Nos duchamos?-

-No-

-¿¡Por qué!?-

-Por que vamos a terminar follando y sabes que me cansa hacerlo en la mañana- dijo aquello de lo más natural viendo su típico peinado desecho, sus rubias hebras caían en su rostro, se hizo una trenza buscando su coleta, viendo que ésta estaba girando en el dedo de Mista. -dame eso-

-Nop- una risita traviesa se formo en su rostro.

-Que lástima, tendré que andar con el cabello así y recibiré muchos silbidos- dijo eso peinando su cabello con sus dedos, siento tomado de manera posesiva por la cintura, rió ante eso y sintió su trenza ser hecha con cariño, siendo atada al extremo -ahora si, vamos a ducharnos- dijo eso levantándose de su lecho, meneando sus caderas de manera sensual, quizás el mismo se buscaba que Mista lo estuviera tomando en cada momento que tuvieran solos, llego a la ducha recibiendo un beso fogoso, nuevamente esa mañana estaría con dolor de cadera.

  La pareja luego de su sesión de sexo mañanero estaban terminando de vestirse, sintiendo una visita inesperada que entró de forma abrupta, se trataba de Narancia.

-¡Te dije que golpees antes de entrar mocoso!- dijo molesto tomandolo mientras le despeinaba los cabellos.

-¡Soy mayor Mista! ¡Es más soy más grande que tu novio!- señalo a Giorno que reía levemente.

-No deberías decirle así al jefe mocoso- dicho aquello lo soltó, para ponerse una camiseta blanca junto con una chaqueta negra, el rubio tenía puesta una camisa con unos jeans que marcaban su cintura y delineaban sus caderas. Narancia vio eso y reconoció que el tonto de Giorno era muy lindo.

  El celular del jefe sonó, sonrió viendo la pantalla, desbloqueo la llamada y contesto, sintiéndose dichoso de escuchar aquella voz.

-¡Boun giorno!- la voz de Joseph resono en el parlante, a pesar de su edad jovial y alegre, el viejo siempre había sido así.

-Good morning- menciono él con una voz suave y una dulce sonrisa, era agradable escuchar a Joseph después de 2 años desde que se volvió jefe, estuvieron hablando unos minutos ante la mirada de los otros dos chicos que esperaban a que la llamada fuera cortada, paso luego de dos minutos y vieron la mirada de Giorno que mostraba que tenían trabajo.

-¿Qué debemos realizar jefe?- pregunto Narancia con una sonrisa divertida.

-Esta vez es un trabajo que haré personalmente, es alguién que no cumplió su parte del trato y cuando eso pasa, yo mismo actúo, así que Mista, debemos hacer una visita a amigo Max, vamos a mostrarle como hacemos las cosas aquí en Italia- dijo eso tomando su fiel revolver pasandole la suya a Mista, Narancia miraba todo con admiración, sin duda alguna, su jefe era el mejor.

Clean Contract.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora