Capítulo 7.

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Cuando Christopher vio bajar a Erick por las escaleras dejó rápidamente el teléfono de la cocina en su lugar y se acercó donde él, quien le sonrío hermosamente al verlo.

Christopher también sonrío, y extendió sus brazos. Erick lo abrazó, escondiendo su cara en su cuello. La valentía y la fuerza que tenía su sobrino para actuar como si nada hubiese pasado siempre había logrado impresionarlo.

- No te sientas triste, pequeño. Yo sé que tu padre te quiere.

Erick levantó la cabeza, lo suficiente como para poder mirarlo a los ojos.

- ¿Nos estabas escuchando?

Christopher se encogió de hombros, indiferente.

- Pues no parece que me quisiera.- Dijo él, dolido.

- Te quiere.- Le aseguró.- Y muchísimo. Sé que a veces puede exagerar las cosas, pero solo lo hace porque quiere lo mejor para ti.

Erick permaneció en silencio, tratando de analizar sus palabras.

- Bueno, ¿Qué te parece si almorzamos y después nos metemos un rato a la piscina?- Dijo y mordisqueó levemente su cuello, juguetón.

Erick negó con la cabeza.

- No puedo, tengo que estudiar. Papá quiere que estudie todos los días hasta que terminen las vacaciones.

- No entiendo por qué bajaste tanto tus calificaciones, Erick. Siempre has sido un alumno destacado por los demás.- Suspiró, mirándolo con preocupación.- ¿Por qué?

El pelinegro permaneció en silencio por tanto tiempo que Christopher pensó que no iba a contestar. Hasta que finalmente, tomó aire y respondió.

- Porque quería llamar la atención de papá.- Le confesó.

Christopher pudo notar el dolor en su voz y lo abrazó aun más fuerte. Lo estriño fuerte, hasta el punto máximo en que a Erick le costaba trabajo poder respirar.   

- Lo lamento, mi niño.- Le dijo con el corazón encogido.- ¿Quieres que hable con él? Puedo decirle que no te haga estudiar tanto o…

- No.- Lo interrumpió antes de que siguiera hablando.- No hace falta, tío.- Hizo una pausa, y luego, añadió.- Solo necesito el amor de mi familia.

“Tío”, la palabra resonó en sus oídos. Cuanto le hubiese gustado que lo llamara por su nombre… Pero la verdad es que solamente era un miembro más de su familia, para ser exactos un tío teniendo sexo con su sobrino. ¿Bonito, no? Si tan solo lo hubiese conocido en otra ocasión, todo sería diferente. Aún recuerda ese día, donde su hermana se lo presentó un día antes de su boda. Lo vio a él. Con sus tiernos 13 años… Había puesto sus ojos encima de una pequeña criatura, podría sonar demente pero él lo había conmovido.

- No te preocupes, Erick. Que yo tengo amor de sobra para ti.- Le dijo el castaño.

Erick sonrío y lo besó en la mejilla. Christopher sintió sus mejillas enrojecer. Dios, ¿Pero qué le estaba pasando? No se había sonrojado desde su adolescencia… parecía un jovenzuelo pidiéndole una cita a la chica que le gustaba. 

- ¿Sabes? puedo estudiar en la noche.- Murmuró Erick, coqueto.

- Me parece una estupenda idea.- Dijo, esbozando una traviesa sonrisa.

Dirty Uncle. [Chriserick]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora