Capítulo 32.

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Christopher negó con la cabeza una vez más. Erick se quejó, cómo su fuese un niño pequeña al que le arrebataron su oso de peluche favorito.

 
- Por favor.- pidió él mientras daba pequeños saltitos, en un gesto infantil, que a Christopher le divertía.

Christopher se giró para irse, pero antes de que pudiera caminar, se dio cuenta de que algo lo molestaba. Se volteó y vio a Erick, quien lo estaba abrazando fuertemente y al parecer no tenía la intención de soltarlo.

 
- ¿Qué haces?- dijo Christopher, frunciendo el ceño.- suéltame.

 
- No hasta que me digas que me vas a acompañar.

 
- Pídele a tu papá o a Eleonora.

 
- Ya les dije, no me dejan ir solo y me dijeron que te pidiera a ti.

 
Christopher pensó en lo insoportable que debió haber sido Erick con ellos. Conociendo lo terco que podía llegar a ser él, no le extrañaba que hubieran preferido dejárselo a su cargo. Erick lo abrazó tan fuerte que pensó que se le iban a salir los pulmones de la boca.

- Voy a estar pegado a ti hasta que me digas que si.- le amenazó él.

 
- Dios, eres tan terco.

 
- Llámame chicle.

 
Christopher río. Vale, al final siempre terminaba cediendo con él.

 
- Está bien.

 
Erick chilló tan fuerte que Christopher juró que iba a tener una sordera de por vida. Erick lo soltó sólo para tirarse encima de él y repartir una lluvia de besos por toda su cara. Christopher jadeó en busca de aire y apenas cuando pestañó, Erick lo había soltado para correr hacia su cuarto. Conmocionado, Christopher sólo reaccionó cuando su celular comenzó a sonar en el bolsillo de su pantalón.

 
- ¡Hola hermanito!

 
Christopher siseó de dolor al escuchar la aguda voz de su hermana saludarlo.

 
- Joder, ¿Es que acaso todos tienen que gritar? Ya bastante tengo con Erick.

 
- Uy, que gruñón. Solo venia a decirte que si vas a acompañar a Erick al centro comercial lo traigas a casa antes del anochecer.

 
- Vale, vale, ¿Algo más?

- No, eso nada más, ¡Adiooooos!

 
Christopher siseó de dolor una vez más al escuchar el chillido de Eleonora. Cuando había acercado el celular hacia su oreja para insultarla, se dio cuenta de que había colgado. Lo había hecho a propósito sólo para molestarlo. Aun así, no pudo evitar reír.

 
- Ya estoy listo.- dijo Erick bajando las escaleras.- ¿Vamos?

 
- Si, sólo déjame buscar mis llaves. Espérame en el auto.

 
Erick asintió y Christopher fue a la cocina para coger sus llaves, regreso a la sala y salieron para ir al centro comercial. 

Dirty Uncle. [Chriserick]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora