Capítulo 19.

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Erick entró a la fiesta acompañado de Joel. Divisó a lo lejos a Yoandri, Joel le hiso una seña y éste se les acercó.

- Hola, cariño.- saludo él, rodeándolo de la cintura y besándolo suavemente en los labios.

- Hola Joel.- sonrío y dirigió su mirada hacia Erick.- Hola Erick, ¿Cómo estás?

- Bien... ¿Y ustedes dos? En unos cuantos días más cumplen... ¿Cuánto? ¿Una semana?

- Dos semanas.- respondieron al unísono.

- Me alegro por ustedes... de veras, se ven tan bien juntos.- sonrío. Miró por detrás del hombro de Joel y vio a Clara, una amiga de la escuela.- Luego los veo chicos, que se diviertan.

Erick caminó entremedio de las personas y fue hacia ella. En cuanto Clara lo vio, ambos gritaron de la emoción y se abrazaron.

- ¡Erick, que alegría volver a verte! Pensé que no vendrías a la fiesta.- dijo separándose del abrazo y sonriendo.

- Ni loco me la iba a perder, la fiesta está increíble...

- ¿Cómo lo hiciste para venir? Creí que tu papá te había prohibido las salidas.

- Oh, es que...- se sonrojó. ¿Por qué se sonrojaba?- Convencí a mi tío de que me dejara salir.

- ¿Tu tío? Oh, recuerdo que una vez lo vi... ésta buenísimo.- mordió su labio inferior.- No entiendo como no puede tener novia, con lo guapo que es...

Erick solo sonreía mientras la escuchaba hablar. Aunque por dentro, sintió una pequeña chispa de celos aparecer. ¿Por qué le ponía tan verde escucharla hablar de Christopher? No lo entendía. De repente, sintió unos brazos rodear su cintura por detrás y de inmediato se giró.

- Hola Erick.

- Riki.- sonrío falsamente y tomó sus manos que se encontraban aun en su cintura para retirarlas suavemente de allí.- Tanto tiempo, ¿Cómo estás?

- Bien... ¿Te gustaría bailar?

- No, gracias. Es que estoy con Clara.- dijo ganándose a un lado de ella, como para excusarse.

- Bueno, si cambias de opinión, solo avísame.- y sonrío seductoramente para luego alejarse.

- Es lo mejor.- le dijo Clara a su lado una vez que se fue.- Riki no es para ti, mereces algo mejor.

- Lo sé.

Siguió ahí parado, mirando el mismo punto fijo en que Riki se fue. Era guapo, sí. Hubo una vez que había caído enamorado de él, como la mayoría de las chicas y chicos de la escuela, pero ahora que estaba Christopher, todo cambió. Riki era el típico chico mujeriego el cual todas las chicas y chicos mueren por él, pero eso a Erick nada más le asqueaba.

- Bueno, no te quedes paradi ahí. Vamos a bailar.- dijo Clara, lo jaló del brazo y se lo llevó al centro de la pista de baile.

Y unos cuantos movimientos de caderas, de parte de ellos, bastaron para que los chicos y chicas se les acercaran. Bailaron junto con unos cuantos amigos de la escuela, los cuales Erick no los había vuelto a ver desde que salieron de vacaciones. Se lo estaba pasando en grande, hasta que...

- Erick, ¿Sabes que hora es?- preguntó Clara, elevando la voz, pues la música impedía poder escuchar bien.

La sonrisa de Erick se esfumó, y el terror invadió su rostro. Rogando por que no fuera tan tarde, buscó el celular entre su bolso y se fijó en la hora, pero no fue eso lo que le llamo mas la atención, sino la cantidad de mensajes y llamadas que tenía perdidas. Treinta y dos llamadas pérdidas y trece mensajes. Y para empeorar, eran la una y media de la mañana.

« Mierda, mierda, mierda » se repetía una y otra vez.

- Es demasiado tarde.- dijo Erick, con la cara llena de miedo.- Joder, mi tío me matará. Lo lamento tengo que irme Clara.- y se alejó de ella sin siquiera esperar su respuesta.

Erick se abrió paso entremedio de la gente y buscó a Joel. Lo encontró ahí, en una esquina besuqueándose con Yoandri. Caminó hacia él y le habló interrumpiendo el momento.

- Joel... es muy tarde, llévame a casa por favor.- le dijo pero este lo ignoró. Lo tomo del brazo y lo sacudió.- ¡Joel!

- ¿Qué pasa?- preguntó, un tanto confundió.

- Pasa que mi tío me matara. Llévame a casa. Ven, vamos.- lo jaló del brazo pero él no se movió.- muévete.

- Lo lamento, es que prometí llevar a Yoandri a su casa.- giró la cabeza para verle. Él sonrío.- Pídele a Clara que te lleve.- dijo simplemente, volvió a besarlo con desapareción. Erick estaba tan sorprendido que ni siquiera se inmutó para seguirlo.

Se giró sobre sus talones, y de repente, estaba Riki en frente de él.

- Veo que necesitas alguien quien te lleve. Puedo ir a dejarte, si quieres.- le propuso.

Erick dudó un poco en contestar. Pero bueno, no tenía otra opción.

- Está bien.- aceptó y se fue con él.

Salieron fuera de la fiesta y se subieron al auto de Riki. Tal cual como prometió, lo llevó y aparcó fuera de su casa. Ambos se bajaron.

- Bueno, gracias Riki. Te debo una.- sonrío de la manera mas linda posible y se acerco para besarlo en la mejilla. Al momento de hacerlo él lo tomo de la muñeca e impidió que se pudiera ir.- Debo irme...

- No lo creo.- sonrío.- ¿Qué te parece si disfrutamos un rato los dos juntos?- deslizó una de sus manos por su espalda, hasta llegar a su cadera.

- No gracias.- dijo e intento apartarse de él empujándolo. Pero el no lo dejó.- Suéltame.

Riki lo ignoró y bajó sus manos hasta su trasero. Apretó. Erick se sobresaltó y alzó la mano para abofetearlo, pero no hizo falta ya que de repente, no sabia cómo pero Christopher estaba en frente de él y estaba golpeando a Riki en el suelo. Todo ocurrió tan rápido, que ni siquiera le dio tiempo para reaccionar.

- Le vuelves a poner una mano encima, y te rompo la cabeza.- lo jaló del brazo y lo obligó a meterse al auto. Él arrancó asustado y el auto desapareció.

Christopher se giró y fulminó a Erick con la mirada. Erick pudo notar la furia en sus ojos, pero sobre todo terror. Christopher lo cogió del brazo y lo llevó dentro de la casa. Ya ahí dentro, se desató la pelea.

- ¿Quién era él? ¡Maldita sea Erick! Te dejo ir a una fiesta, ¿Y así es como me pagas?

- ¡Lo sé y lo lamento!- gritó al borde de las lagrimas.- Por favor perdóname...

Christopher negó con la cabeza.

- Ésto es demasiado. ¿No pudiste haber contestado mis llamadas, por lo menos?

- No escuché el celular, de veras lo siento tío...

- Confié en ti.

Y él ya no lo aguantó. Las lágrimas se hicieron presentes. Sin siquiera pensarlo dos veces, fue hacia él y lo abrazo con todas sus fuerzas. Él permaneció inmóvil.

- Por favor, perdóname.- sollozó. Christopher no dijo nada.- Dime algo...

- ¿Quieres que te diga algo? Ésta bien, y escúchame bien porque no lo volveré a repetir... nada de salidas, televisión, celular ni computador hasta que lleguen tus papás, ¿Entendiste?- lo tomó de los hombros y lo aparto de él. Se abrió paso entre la sala y desapareció por las escaleras.

Erick escuchó el fuerte sonido de la puerta cerrarse y se sentó en el sillón para llorar. Y es que aun no entendía... cómo una simple noche podía terminar tan mal.

Dirty Uncle. [Chriserick]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora