Eres para mi.

27.

Narra Nath.

En cuanto los ví sentí como si me hubieran apretado el pecho muy fuerte, me sentía débil y estaba temblando no sé si exageré pero es verdad, me sentía mal. Maryan me vió salir del cuarto de arriba y me preguntó "¿que pasó?" lo único que le dije fue "¿me puedes llevar a mi casa?" Maryan aceptó y en el camino le conté. Me dijo que no me lo creía si se nota que Mateo y yo derramamos amor. No le contesté nada y entré a mi casa agradeciéndole el haberme llevado.
Maryan es una de mis amigas de ahí de la universidad.

-¿Qué no estarías con Mateo? -Dijo mi mamá el verme entrar a la casa.

Yo sólo corrí hasta mi cuarto, me encerré y lloré. Pensé que ya todo estaría bien por fin íbamos a ser felices juntos. Desde que tengo memoria Mateo siempre a sido el amor de mi vida. Y verlo cómo lo ví cuando se supone que iba conmigo enserio me hizo sentir súper mal. Parece que el destino no nos quiere juntos, ya no debería forzarlo.

En la escuela intentaba ignorar a Mateo tanto como pudiera, no quería una explicación del porqué andaba besándose con Paulina, no quiero ni escucharlo salir de su linda boca. Sólo quiero ya no forzar esto, dejarlo en paz de una vez por todas.

Me dolía ignorarlo, todo el tiempo andaba atrás de mi, en serio se esforzaba porque lo escuchara pero no quería, estaba molesta.

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Narra Mateo.

Iba corriendo sin parar hacia la cafetería a buscar a Nath, en cuánto la ví sentada con sus amigas me acerqué, ella cómo siempre me ignoraba,hasta que la toqué del hombro me acerque a su oído y le dije "¿Podemos hablar?" Ella siguió ignorándome. Hasta que me paré sobre la mesa dónde ella estaba y comencé a cantar "nothing on you" de Bruno Mars nuestra canción, la canción que ponía siempre en la limosina cada vez que ella llegaba al curso. Espera un momento. Ella sigue pensando que ese chico de la limosina era Carlos pero no, soy yo. Y ella no lo sabe. Tenía que aprovechar eso.

Mientras seguía cantando llegaron los prefectos y me bajaron de la mesa. Nath solo sonreía. Me sonreía.

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Narra Nath.

Estaba con mis amigas platicando de él guapísimo Cameron Boyce, cuando de repente llegó Mateo a molestar, claro que lo ignoré pero luego saltó a la mesa donde estaba sentada y comenzó a cantar mi canción favorita. Y rápidamente recordé el curso, donde conocí al amor de mi vida, bueno a mi ex amor por que Mateo no, ya no lo es.

-Vamos Nath por favor tenemos que hablar. -Me decía Mateo mientras caminaba por los pasillos de la escuela.

-Nath. Carajo. -Me jaló del brazo y me llevó adentro del cuarto de los de la limpieza. Es un cuarto muy pequeño literal nos estábamos viendo directamente a los ojos y yo no podía evitarlo, en verdad que no podía. Sus ojos grandes y hermosos, era cómo si me hipnotizara, no podía separarme, no podía dejar de verlos.

-Nath escucha. -Dijo muy serio. -En verdad no sabía que estaba pasando, Maryan me lo contó todo. Soy un idiota, perdón. Te lo juro que jamás te haría eso. Y pasó porque me drogaron no estaba consciente ni siquiera recuerdo que eso haya pasado, te lo juro por lo que más quieras que no lo hize intencionalmente. Sólo confía en mi. Ya te dije me drogaron, no sabía que pasaba y todo estaba borroso me dolía horrible la cabeza así que subí al cuarto de arriba a recostarme tantito y perdí la noción no recuerdo nada después. Te lo prometo.