UN AMOR INESPERADO (SASUSAKU)

VIAJE.

Sasuke abre los ojos por los rayos del sol que le provocan un fuerte dolor de cabeza, con molestia cierra las cortinas y varios recuerdos de la charla con su hermano azotan su mente, con su mano golpea levemente su frente al darse cuenta de que debió cerrar la boca, había herido los sentimientos de Itachi sin ninguna delicadeza y se había sincerado después de tantos años.

Sus odios captan algunos ruidos en la parte baja de la casa así que con más cólera se levanta y al bajar las escaleras para de golpe, varias maletas se encontraban cerca de la puerta principal junto a un cansado Itachi, el sudor cubría su frente y su respiración era agitada – ¿qué estás haciendo?

– ¡Sasuke al fin despiertas!

– no contestas mi pregunta.

– antes de decírtelo es mejor que te tomes un café para tu resaca, has bebido demasiado anoche. – Sasuke observa el vaso y se lo toma de un solo bocado sintiendo lo amargo de la cafeína, un sabor detestable para él pero muy efectivo para sus noches de insomnio debido a los exámenes de la universidad.

– ahora si dime lo que sucede.

– no vamos de la ciudad. – aquella frase era la que esperaba escuchar durante toda su vida pero algo no andaba bien.

– ¿qué pasará con tu trabajo?

– ¿por qué crees que nos largamos lo más lejos posible?

– ¿qué pasará con tus amistades?

– eso no me interesa, solo quiero irme de aquí y es obvio que vendrás conmigo.

Itachi comenzaba a desesperarse porque pronto vendría una pregunta que prefería no contestar – ¿qué pasará con Sakura? – con algo de culpa deja las maletas y dirige sus ojos a los de su hermano menor, estos lo miraban con desconfianza y temor por la respuesta que podría dar.

– ella ya no está aquí Sasuke. – esas palabras bastaron para que el dolor de cabeza del menor se intensificara y su corazón latiera más despacio.

– ¿a qué te refieres? – Itachi baja la mirada algo culpable y Sasuke sale corriendo hacía el sótano pero al llegar no encuentra a nadie, el lugar estaba un poco desordenado como si algo malo hubiese pasado allí, la presencia de la chica ya no se sentía, aquel cuarto ya no era el mismo, aquel "perfecto" plan se había ido muy lejos.

Itachi baja y se mantiene distanciado de su hermano – es hora de irnos.

– ¿dónde está?

– no lo sé.

– ¡RESPÓNDEME POR UNA MIERDA!... ¿cómo pudiste? ¿Por qué?

– porque sería tu perdición y tú serías la mía, lo siento pero no voy a arriesgarte.

– no iré a ningún lado... contigo. – Sasuke comenzaba a sentir fuertes mareos y una debilidad increíble en su cuerpo.

– eso pensé... por eso debía asegurarme de que vendrías, dormirás durante todo el viaje.

Sasuke cae en brazos de su hermano y maldice la hora en que tomo aquel café, sin que pudiera hacer algo y con la impotencia más grande de su vida cierra los ojos cayendo en un profundo sueño que probablemente duraría horas. Itachi acaricia el cabello del menor y deja escapar lágrimas, no era correcta la manera en que hacía todo pero era su única familia y la protegería a como dé lugar.

Con rapidez Itachi sube las maletas a su auto y ubica a Sasuke en el asiento de atrás tapándolo con unas mantas como si de un niño se tratara, en verdad extrañaba los momentos en que la vida era tan fácil. Tras horas de conducir con la ayuda de algunos contactos ambos son trasportados a un avión privado, uno de los últimos lujos que el gran asesino se daría puesto que estaba a punto de desaparecer su identidad del mundo.

El cielo oscurece con rapidez y Sasuke aun dormía plácidamente, era grato verlo de esa manera, sin sufrir, tranquilo, inocente pero cuando aquellas gotas terminaran con su tarea sabía que las cosas se pondrían muy duras y difíciles para los hermanos Uchiha.

Aquel viaje era el más largo de toda su vida tratándose en avión, el sol nuevamente salía y la nueva ciudad los recibía con el mayor esplendor y la nieve cayendo, una rara combinación del clima, aprovechando que Sasuke aún no despertaba Itachi arregla un poco la nueva casa y deja a su hermano en la habitación que le correspondía.

Todo era como una nueva oportunidad y el mayor se arrepentía fuertemente de no haberla tomado antes, recordaba todas las veces en que compró tiquetes para hacer el viaje pero nunca eran usados, sus miedos fueron más grandes que las ganas de cambiar de vida pero ahora todo era diferente, más que diferente.

Ser un asesino se borraría de su sistema, la sangre ya no cubrirá sus manos y su ropa, su hermano ya no lo miraría con las ansias de que se quede, él no terminaría como sus padres. Itachi cierra los puños al recordar el final que sus progenitores tuvieron, maldecía la hora en que aquella compañía existió, odiaba a su psicópata jefe pero todo quedaría atrás con este nuevo y gran paso... solo esperaba que todo saliera bien.