PROTEGIDA.

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HORAS ANTES.

Sakura se encontraba atada en el sótano mientras escuchaba como Itachi guardaba algunas cosas en maletas, se oía desesperado y muy apurado por largarse de la casa, tras unos minutos de espera se escuchan varios golpes en la puerta y personas que se dirigen a la parte baja de la casa provocando miedo en la joven.

La puerta se abre de golpe dejando ver a tres personas con trajes muy elegantes, Sakura cerró los ojos al sentir como la tomaban de forma violenta para que no escapara pero ella ya no lo intentaría, era como ver su final. La cinta le impedía gritar y todo fue oscuro al momento en que la introdujeron en un auto con una bolsa en su cabeza.

Su corazón parecía querer salir de su pecho, todo acabaría, solo rogaba que no fuera de una forma dolorosa para ella, si morirá al menos que fuera rápido... a pesar de todo, en su mente había una persona, Sasuke, algo de dolor y rabia se incrustaba en su sistema, las palabras sobre querer ayudarla eran mentira, todo había sido un juego con un final que ya se sabía.

El tiempo pasó como si no fuera nada, nuevamente la cargaron y la depositaron en una silla con las piernas y brazos atados, al quitarle la bolsa aquellos ojos verdes sintieron dolor por la luz, a pesar de que su visión era borrosa distinguía la figura de un hombre enfrente de ella, también tenía un traje pero se notaba lo importante que era.

Un hombre le quitó la cinta pero la chica no se atrevió a decir nada – es increíble la información que se puede encontrar en internet, eres hermosa, Sakura Haruno, diecisiete años recién cumplidos, huérfana, trabajabas en un bar de mala muerte, vivías sola, una prodigio que tuvo la posibilidad de asistir a una de las mejores universidades para estudiar medicina y de forma gratuita, una mente de envidia, no tienes hermanos, no tienes familia.

Sakura permanece en silencio mientras sus manos tiemblan – tu vida no era tan mala, lastimosamente te cruzaste con una persona que no debías, no es nada personal linda pero tus ojos son testigos que hay que callar.

– si va a matarme le pido que se ahorre la explicación. – Sakura estaba más que herida y cansada, las ilusiones de ser libre nunca las tuvo pero Sasuke había hecho que nacieran con palabras tan hermosas, pero solo eran eso, palabras.

– eres ruda, me gusta esa actitud... no voy a matarte. – Sakura lo observa con asombro y temor, no esperaba nada de eso – no solo trabajo en el mundo de las deudas y dinero, los bares los tengo de sobra, pero son los mejores de cualquier ciudad, tú trabajarás en ello.

– No... – su voz salió como un sollozo, entregarse a un hombre que no conocía por dinero no era algo que resistiría, prefería morirse antes que hacer aquello que tantas veces presenció en su hogar, prefería morir antes que revivir su pasado.

– no está a discusión corazón.

– señor... ella es una niña, es menor de edad. – aquella voz era Shisui que no resistía ver como la joven se perdía en temor y desesperación.

– pues no era tan menor como para trabajar en ese bar, diecisiete, dieciocho ¿qué diferencia hay?

– por favor. – Sakura deja escapar lágrimas.

– saldrás de la ciudad en el primer avión, tu trabajo espera, llévensela. – Sakura comienza a gritar pidiendo piedad pero nadie la escuchaba, con un poco de cloroformo es adormecida y subida en un auto que la llevaría a su trágico destino.

(...)

Sakura despierta en una cama sencilla, la habitación era pasable pero el fuerte sonido de la música la hizo saltar de ella, estaba en aquellos lugares de perdición que tanto odiaba escuchar y su vestimenta era un asqueroso vestido que apenas cubría su hermoso cuerpo, el frío se apodera de su ser al ver como la puerta se abre mostrando a un hombre ebrio sediento de una mujer.

La joven se cubre con las cobijas como si fuera una niña que cree estar protegida, una de sus peores pesadillas estaba a punto de hacerse realidad y no podía hacer más que llorar y suplicar a que todo acabara rápido, aquel ebrio intenta acercarse pero es interrumpido con un fuerte golpe en su espalda que lo deja en el suelo.

Sakura observa a la persona que ha entrado y se da cuenta que es la misma que intentó hacer algo con Madara, sus ojos la miraban con dolor, rápidamente se quita su abrigo lujoso y se lo tiende – póntelo, no te preocupes que no te haré nada pero necesitamos hablar.

Shisui cierra la puerta para que el sonido de la música disminuya un poco y toma asiento enfrente de la chica que no deja de temblar y soltar lágrimas – puedo ayudarte pero no podré sacarte de aquí... lo que haré está en contra de las ordenes de mi jefe así que tienes que ayudarme para que no se den cuenta.

– ¿por qué? – Su voz era más que temblorosa – ¿por qué me ayudas?

– porque eres una niña ante mis ojos que no merece esto, voy a hacerte una pregunta que es algo personal pero debes contestar ¿eres virgen? – Sakura asiente con lágrimas y Shisui se lamenta – tranquilízate, no permitiré que ningún hombre te toque.

La mirada de la chica logra iluminarse un poco – en este bar hay distintas cosas que puedes hacer, servir las bebidas, robar a los ebrios, limpiar, ayudar a las chicas con su vestuario o maquillaje, ser mesera, bailarina... harás todo eso y cuando un hombre intente tener un encuentro contigo o incluso comprarte me encargaré yo.

– ¿acaso compran mujeres?

– es cruel, lo sé, pero para que nadie se dé cuenta tienes que ser una mujer de bar, tienes que coquetear, ser fuerte, aprender a ser ágil, robar, entender que es tu vida por la de ellos, no más una niña... así podré protegerte.

– gracias.

– no es nada, tienes que contarme todo lo que te pase, si alguien intenta algo contigo, si alguien te propone cosas, así sean mínimas, te daré mi número para estar en contacto ¿de acuerdo?

– de acuerdo. – Sakura le da una sonrisa sincera.

– descansa, yo me encargaré de este tipo y de que esta noche no te molesten, habrá una chica que te ayudará y te enseñará lo que debes hacer.

Shisui se marcha llevándose al ebrio consigo, luego de unos minutos entra una linda mujer de cabello rubio y piel muy blanca, su sonrisa es muy sincera y tenía un poco de aire maternal que hacía que confíes en ella – Sakura ¿verdad? Mucho gusto, mi nombre es Tsunade.

– mucho gusto.

– supongo que ya sabes quién me mandó, tendremos que hacer que esto sea rápido, aprenderás todo y así ganamos todos ¿captas?

– entiendo.

– no te preocupes, no es tan malo, hay personas que te ayudarán, las chicas son muy unidas y los hombres que trabajan aquí te respetarán, el problema son los clientes pero también te enseñaré a como encargarte de ellos... todo lo que quieras decirme lo harás con confianza.

– muchas gracias, de verdad, trataré de hacer lo mejor.

– si quieres que Shisui te proteja de tal modo, porque créeme que eso es tener suerte, tienes que hacer todo como la mejor, tienes que ser la número uno, la atracción principal como bailarina, la mejor robando, la mejor en bebida y mezclas, ser lo que sobresale en todo.

– ¿Quién es la que sobresale por ahora?

– Yo... – Tsunade sonríe y prosigue – así que tu trabajo es superarme y cuando lo hagas podrás considerarte a salvo, más que todo de las ventas que son muy frecuentes con chicas como tú.

– lo haré, tenlo por seguro.

– eso ya lo veremos... ¿tenías familia, novio, amigos?

– familia muerta, una amiga que se llama Izumi pero sé que no volveré a verla y novio... eso no está en mi vocabulario.

– veo que el amor te hizo una mala jugada.

– las palabras me hicieron una mala jugada.

– bueno.... En este negocio las palabras son un factor importante, vuélvete una maestra con ello.

– aprenderé a hacerlo. 

UN AMOR INESPERADO (SASUSAKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora